La justicia automática
Querido J:
Sabes desde hace mucho de mi interés sobre el caso Camps. No solo por la flagrante injusticia que la policía, los fiscales, el juez instructor, los medios y su partido político cometieron con el expresidente de la Generalidad valenciana. Es que el caso Camps anuncia, de un modo dramático para su protagonista, el advenimiento de la era del populismo, ese instante donde la destrucción de un hombre no es ya competencia de la ley sino de la propaganda encaminada. Camps salvó su honor cuando un jurado popular lo declaró inocente, porque al final la civilización siempre depende de un puñado de justos; pero la maquinaria del populacho sigue asociando imperturbable su nombre a la corrupción.… Seguir leyendo »