Caso Dina-Iglesias

Yo, el Supremo

Dos observaciones previas. Una, que el título de la tribuna está tomado de la novela que el escritor paraguayo Augusto Roa Bastos dedicó a Gaspar Rodríguez de Francia, aquel fanático y cruel dictador que gobernó en Paraguay desde 1816 a 1840. Otra, la segunda, que como el lector podrá observar, algunos pasajes serán ficción y, por tanto, metáfora de la realidad. Dicho lo cual, comienza el relato en forma de monólogo del protagonista.

El pasado jueves, 8 de los corrientes, fecha en que se honra a las santas Reparada, Thais y Pelagia, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias Turrión, al conocer que el juez Manuel García-Castellón había elevado al Tribunal Supremo una «exposición razonada» contra él por el caso Dina, se dirigió a quienes querían escucharle y con su habitual voz impostada, dijo:

–Yo, en nombre del pueblo al que represento, advierto a su señoría de que con esta injusta actuación de la que soy víctima ha manchado su toga para siempre.…  Seguir leyendo »

El tiro por la coleta

La carátula del vídeo colgado por Podemos en YouTube, sobre la última comparecencia de Pablo Iglesias en el Senado, prueba una vez más el virtuosismo de su equipo de comunicación. Sobre la imagen del portavoz popular Javier Maroto aparecen tres palabras gigantescas en letras versales: "NO TIENEN CREDIBILIDAD", de manera que el senador que se atrevió a interpelar a Iglesias sobre el ‘caso Dina’ queda encerrado en el óvalo de la O, como si lo estuviera en el cepo de la picota pública.

El título de la “noticia” elegido por Podemos, también incluye una palabra en mayúsculas: “Pablo Iglesias DESTROZA la credibilidad del PP en el Senado”.…  Seguir leyendo »

El día de san Fermín, tras el Consejo de Ministros, el señor vicepresidente segundo del Gobierno se plantó en el ruedo de la sala de prensa, se atusó la coleta, se ciñó la faja, se puso flamenco y ante la mirada atónita de dos ministros y una ministra, empezó a hablar del caso Dina. Esto es lo que don Pablo Iglesias dijo:

«Hay que naturalizar que en una democracia avanzada cualquiera que tenga una presencia pública y que tenga responsabilidades en una empresa de comunicación o en política está sometido tanto a la crítica como al insulto en redes sociales».…  Seguir leyendo »

Sánchez e Iglesias

El gran escritor Leonardo Sciascia, notorio intelectual de izquierdas y simpatizante del PCI, del que se alejó para preservar su independencia, dejó testimonio vital y literario de su indómita denuncia contra la corrupción política y la violencia mafiosa. Ello le valió, no sin sobresaltos, ser una de las conciencias críticas de Italia. Cuando un periodista le inquirió sobre la «sicilianización» de su obra, Sciascia explicó que la isla encerraba una metáfora de un mundo caracterizado por la preeminencia de los intereses particulares. Para sus paisanos sicilianos, la familia era el Estado y el parentesco primaba sobremanera teniendo su explicitación en los clanes mafiosos.…  Seguir leyendo »

Sorprende que en el caso Dina nadie haya hecho todavía la pregunta más básica: ¿por qué accedió Pablo Iglesias al contenido de la tarjeta de Dina Bousselham? ¿Qué razonamiento le llevó a considerar que tenía derecho a violar la intimidad de su colaboradora?

Cuando nos encontramos en nuestro buzón con una carta introducida por error o cuando oímos el zumbido de un mensaje que repentinamente salta en el móvil de otro expuesto a nuestra vista, el común de los mortales se apresura a depositar la carta en el buzón correcto y a apartar pudorosamente la vista de la pantalla ajena.

Y, además, normalmente lo hace acompañando el gesto con grandes aspavientos de urgencia y zozobra, a modo de una solemne declaración no solicitada de que no está sintiendo tentación alguna de hacer algo distinto.…  Seguir leyendo »

Caso Iglesias: mentiras, sexo y tarjetas SIM

Parafraseando el aserto de Oscar Wilde en La decadencia de la mentira, puede decirse que la vida imita a la literatura mucho más que la literatura a la vida. Esa apreciación se hace certeza al corroborar cómo el protagonista de El hombre que fue Jueves, la gran novela de Chesterton, cobra vida en el vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. No es para menos al revelarse esta semana pormenores de cómo construyó un relato falso para concurrir a la cita electoral de abril de 2019 como víctima de una confabulación de una «cloaca policial y mediática» que no era tal, sino una mascarada para escamotear su particular cloaca.…  Seguir leyendo »