La mutación del 'procés'
En plena Guerra Civil, Pío Baroja llegó a definir el presente de España como el de «un inmenso manicomio de elementos enfurecidos, que han roto sus camisas de fuerza y se desgarran como lo que son: víctimas de rabiosa enajenación mental». Previamente, los españoles habían ido clasificándose en dos únicas categorías: antifascistas y anticomunistas, un empeño demencial y burdo que aún se transmite a los jóvenes. ¿Cuántos odios tenemos programados al nacer? Son legión quienes disponen de recuerdos y creencias sobre cosas que nunca sucedieron, todo lo cual nos instala en trastornos emocionales que son fatales para la convivencia y para un claro entendimiento de la realidad.… Seguir leyendo »