Cervantes (Continuación)

Post tenebras spero lucem

Asumamos como premisa todo lo que escribió Pérez Reverte hace un mes en su lección de anatomía titulada "Cervantes, Shakespeare y Rajoy". Acertó nuestro común amigo Luis Enríquez cuando pronosticó que me gustaría. Pero no por la confluencia de dos de mis retratos en su descripción del presidente en funciones como "estólido estafermo", que en lo de "Estólido en su estrago" me ayudó Quintana y en lo de "El Estafermo" nada menos que Nerval, sino por la bien ensamblada correlación entre un gobernante que no lee ni va jamás al cine, la ópera, el teatro o la Academia y un gobierno incapaz de darle al cuarto centenario de la muerte de Cervantes la envergadura que la ocasión requiere.…  Seguir leyendo »

Mucho se habla, ahora, de Cervantes, pero… ¿hacemos autocrítica y reflexión ante hechos que están ahí? Veamos. No se han sabido conservar sus restos, algo tal vez no del todo sorprendente, a la vista de otros casos, porque tampoco los de Lope de Vega y Velázquez o la cabeza de Goya se han conservado.

¿Justificado orgullo ante uno de los españoles más universales? Sin duda, muy justificado, pero… ¿cuántos han leído alguna de sus obras?

Son ingleses quienes reclamaron una biografía, la primera, la de Mayans. Son ilustres pensadores alemanes quienes entre otros advierten al mundo de la trascendencia de su obra...…  Seguir leyendo »

No sólo coinciden Cervantes y Shakespeare en la fecha de la muerte, 23 de abril de 1616, de la que ahora se cumplen cuatrocientos años. (En realidad, no murieron el mismo día: en Inglaterra y España se usaban distintos calendarios). También les une algo más pintoresco: la capacidad para suscitar teorías esotéricas.

Con frecuencia, salta a los periódicos una noticia que intenta provocar un escandalillo literario: las obras de Shakespeare las escribió un aristócrata, un grupo de dramaturgos, una mujer... No es fácil entender cómo un simple actor pudo escribir obras tan diferentes, dentro de su excepcional calidad.

Algo parecido sucede con Cervantes: hace cien años, algunos obtusos decían que era un «ingenio lego»; es decir, que no llegó a enterarse de lo que había escrito.…  Seguir leyendo »

Cervantes y el diálogo español

Celebrar a nuestros grandes hombres es celebrar un legado que todos compartimos. Por eso mismo, lejos de constituir un ejercicio de nostalgia, conmemorar la huella de Miguel de Cervantes en su IV Centenario es la mejor manera de encontrar, en nuestro pasado común, inspiración para comprender nuestro presente y afrontar nuestro futuro. No en vano, los españoles -y no sólo los españoles- hemos buscado la lectura de Cervantes, y muy especialmente del 'Quijote', más adecuada a las inquietudes y esperanzas de cada época. Y cuatro siglos después de la muerte del fundador de la novela moderna, la obra cervantina nos habla del papel vertebrador y la proyección internacional de la lengua y la cultura españolas, así como de un afán de libertad, concordia, entendimiento y diálogo presente en nuestra historia.…  Seguir leyendo »

A pesar del gran número de escritores apasionados del Quijote, entre ellos, los grandes novelistas de nuestra época (algunos de los cuales, como William Faulkner o Carlos Fuentes, convertían su lectura anual en un ritual laico), en España una buena parte de lo que podríamos llamar lector común no se interesa por nuestra obra más universal.

El Quijote resulta un libro mayoritariamente incomprendido por una razón fundamental: ese lector común busca en el texto el mito del Quijote y le resulta muy difícil encontrarlo. El mito del Quijote, el que conocen todos sin necesidad de haber leído la obra, está construido sobre la interpretación romántica.…  Seguir leyendo »

En la historia universal de la literatura se repite una constante: los escritores se llevan fatal.

Ejemplos sobran: los crueles comentarios de Borges sobre García Lorca, el puñetazo de Mario Vargas Llosa a Gabriel García Márquez, o el amargo libro de Paul Theroux sobre V. S. Naipaul. Y eso por limitarnos al último siglo.

El Quijote de la Mancha, cuya segunda entrega cumple en estos días 400 años, confirma que la mala leche es compañera inseparable de la literatura. Porque este año también cumplió cuatro siglos “otro” Quijote, el apócrifo: una supuesta segunda parte de las aventuras de nuestro héroe publicado meses antes bajo el nombre falso de Alonso Fernández de Avellaneda.…  Seguir leyendo »

Vamos a celebrar el cuarto centenario de la segunda parte de El Quijote y la primera reflexión que se me ocurre es que, en este tiempo, su significado ha cambiado mucho. Acaso Cervantes propiciara esa mudanza con aquel comentario que hizo: «Tú lector, pues eres prudente, juzga lo que te pareciere», ya que con ello ha suscitado muchas y variadas opiniones.

El éxito de esta obra fue tan fulgurante que su coetáneo William Shakespeare –ambos murieron el mismo día– pudo leerla en inglés. Pero, ¿qué novela leyó? ¿Una traducción que decía que un loco de atar se precipitaba a los caminos para dar cima a hazañas y donaires, u otra en la que un hombre reflexivo, que cometía locuras, confundía una venta con un castillo, pero al entrar en este preguntaba por la cena?…  Seguir leyendo »

Eructos y regüeldos

"De Cervantes se acuerdan cuatro gatos porque se los obliga a leer el Quijote”, afirmó una vez la escritora de superventas mundiales Isabel Allende. Y algo similar dijo de Borges, antes de asegurar que los escritores “se mueren y se acabaron”.

Afortunadamente, ese diagnóstico de una amnesia literaria y cultural tan generalizada era exagerado. Este año, por ejemplo, somos muchos más que “cuatro gatos” los que celebramos (voluntariamente, lo juro) que la segunda parte del Quijote cumpla cuatro siglos.

Es cierto, hoy Don Quijote de la Mancha no se vende tanto como algunos superventas contemporáneos. Sin embargo, el Quijote es algo muy superior a ellos: es un superviviente.…  Seguir leyendo »

Tenía yo entonces 12 años. Cursaba bachillerato en un centro escolar regentado por frailes agustinos. El profesor de Lengua Española, bastante pegón, dispuso que los alumnos leyeran el Quijote. Ya había hecho otro tanto con el Poema del Cid (prosificado por Alfonso Reyes), La Celestina y el Lazarillo de Tormes, siempre en las ediciones populares de la colección Austral de Espasa-Calpe.

La técnica pedagógica de aquel docente era simple. El fraile repartía los ejemplares, anunciaba un plazo de lectura y sometía a los alumnos a un examen consistente en resumir por escrito el argumento del libro, lo que le permitía comprobar no tanto si los alumnos habían entendido la obra, como si la habían leído hasta el final.…  Seguir leyendo »

Los fastos no están resultando tan imponentes como lo fueron en 2005, cuando se celebraba el cuatrocientos aniversario de la publicación de la primera parte del libro, quizás porque los presupuestos públicos han menguado o porque al titular de Cultura no le gusta el texto, pero yo tengo la impresión de que el cuatrocientos aniversario de la segunda parte de Don Quijote de la Mancha está pasando casi de puntillas ante nosotros. Creo que fue exactamente el último día de abril de 1615 cuando vieron la luz las nuevas aventuras del más grande caballero español de todos los tiempos, casi un año justo antes de que falleciera, en un 23 de abril, su autor, don Miguel de Cervantes.…  Seguir leyendo »

La decepción de Cervantes

Trabajando con las herramientas y los métodos de hoy, los científicos en Inglaterra han identificado y resucitado los restos del rey medieval Ricardo III y han dado a su esqueleto un entierro real, con la masiva presencia de las autoridades y del público. El rey siempre había recibido mala prensa, sobre todo, en los escritos de William Shakespeare, cuyo cumpleaños se conmemora este mes y quien a bien seguro estaría decepcionado al ver que uno de sus villanos más notables ha sido restituido a un aceptable estatus en la memoria histórica del pueblo de Inglaterra. Sin embargo, tanto Shakespeare como Ricardo III descansan en gloria en sus respectivas tumbas, y nadie desea cambiar su estatus o su fama.…  Seguir leyendo »

Los huesos de Cervantes

Llama la atención esa rebusca de huesos que se traen arqueólogos y forenses en el convento madrileño de las Trinitarias. Pagados por el municipio, llevan meses removiendo osarios y, a falta de un análisis genético, afirman que, entre los restos desenterrados, podrían estar los de Miguel de Cervantes. Ante el comprensible desasosiego de las monjas, aún no saben qué hacer con semejante hallazgo, que ha costado ya más de cien mil euros en tiempos de recortes y ha merecido en los medios de comunicación un seguimiento lleno de detalles necrófilos. En la segunda década del siglo XXI, y con las novedades técnicas pertinentes, se reproducen comportamientos propios del XIX, cuando los despojos de glorias y héroes nacionales sufrían continuos trasiegos.…  Seguir leyendo »

La búsqueda de los restos de Miguel de Cervantes en la cripta del convento de las Trinitarias de Madrid ha ido acompañada de la consiguiente polémica y de opiniones a favor y en contra de dicha tarea. Los ciudadanos no tendríamos por qué preocuparnos por el sentido de tal iniciativa, que ha sido responsabilidad de otras personas; pero, a la vez, nos vemos obligados a opinar ante la dimensión social y literaria del escritor protagonista de la misma. Por eso, yo me encuentro del lado de los que piensan que la iniciativa es más positiva que negativa. ¿Y por qué razones?…  Seguir leyendo »

Corría el año de 1833 cuando Mesonero Romanos publica un artículo en la Revista española, justo el día 23 de abril, denunciando las prisas con que se estaba derribando una casa en el centro de Madrid, concretamente «la casa número 20 de la manzana 228 [de la calle León] que hace esquina y vuelve a la de Francos». Y estando allí pensativo, se le acerca Roberto Welford, «joven inglés de ilustre nacimiento», que le pregunta si aquella casa es la suya.

«—No, no es mía, ni un sentimiento material y mezquino es lo que me ocupa en este momento; más sublime es la idea que me hacen nacer esas ruinas, y V.…  Seguir leyendo »

Aún no ha despuntado el alba y el viejo soldado abre los ojos de golpe, con ese sobresalto único que alcanza a despertarle pero no a espabilarle del todo. Se rebulle en el camastro, comido por las chinches, pero el aguachirle de la noche pasada le dio más hambre que fuerzas, y no es capaz de alzarse de ese nido con más insectos que paja. Noche recia de venta infame, noche de trago amargo, noche en vela de manta raída y rescoldo apagado. Con las correas del jubón clavándosele en el costillar, los pies helados dentro de las botas agujereadas y el cuello rígido sobre la alforja.…  Seguir leyendo »