Convergencia Democrática de Cataluña

Fue hace una semana. El diputado de Junts pel Sí en el Parlamento de Cataluña Eduardo Reyes, un hombre con aspecto de emborracharse en los bautizos y ufanarse de vestirse por los pies, se plantó frente al atril, se arremangó su camisa de camarero de Lloret y evacuó su pensamiento político: “A mí me da vergüenza sentir las cosas que siento aquí. Ustedes [dirigiéndose a los diputados de Ciudadanos y del PP] están aquí para servir al pueblo. Ustedes están aquí como yo: para atender. Yo cada día estoy en la calle, hablando con la gente y escuchando sus problemas”.

La vergüenza se leía en los rostros de sus compañeros de bancada, aunque, bien es verdad, se trataba de una vergüenza del todo ajena; literalmente, además: el nacionalismo catalán nunca ha considerado de los suyos a gentola (gentuza) como Reyes, que ahora volvía a la carga y, ay, con síntomas evidentes de empezar a gustarse: “¿De qué van ustedes por la vida?…  Seguir leyendo »

Desde el 19 de julio y durante más de diez días, se venía dando por hecho que la Mesa del Congreso atendería la solicitud de los ocho diputados de CDC para constituir grupo parlamentario propio, a pesar de que su interpretación del requisito del “15% de los votos correspondientes a las circunscripciones en que hubieren presentado candidatura” que exige el artículo 23.1 del Reglamento del Congreso era absolutamente inverosímil (ponderar los porcentajes obtenidos en cada provincia olvidando el número absoluto de votos en cada una). Según su portavoz, Francesc Homs, los precedentes avalaban su interpretación flexible, como por ejemplo cuando se le permitió al PNV formar grupo propio a pesar de que en Navarra no obtenía el 15% de los votos.…  Seguir leyendo »