La nueva teoría de la conspiración
La imagen del ministro de Justicia junto al juez estrella por antonomasia y el jefe de la policía judicial durante todo un fin de semana, dedicados al deporte cinegético mientras Baltasar Garzón lleva a cabo una dramática investigación judicial que afecta a los cimientos del PP --varios encausados estaban en el calabozo mientras Garzón cazaba--, ha sido, dicho con suavidad, indecente. Alguno ha traído a colación La escopeta nacional para tirar con bala contra el adversario. Pues bien: la opinión pública, que guarda en la retina aquella obra maestra de Luis García Berlanga y maneja los símiles con gran agudeza, no dejará de identificar esta melée judicial con aquel barullo franquista en que el tráfico de influencias se entrecruzaba frívolamente con la arbitrariedad de un poder desacreditado.… Seguir leyendo »