
¿Próspero año nuevo?
Uno. Durante toda mi niñez, en la casa de mis abuelos las jornadas de la Navidad se vivían como días de jolgorio. Sobre todo, era un tiempo intensamente familiar que se extendía al menos desde la Nochebuena hasta el Día de Reyes del año nuevo.
Cuando la conocí, esa casa, donde habían nacido mi padre y sus nueve hermanos, ya era de mampostería y placa. La construcción gozaba de un generoso portal abierto a la Calzada del barrio, con una mitad de su espacio ocupada por el portón de cristal de la quincalla de bisuterías que llevaban mis tías, todas excelentes costureras.… Seguir leyendo »