
¿Quién tiene miedo a una cuestión de confianza?
Aquí hay algo que no termina de encajar. El debate parlamentario sobre una cuestión de confianza, planteado por Carles Puigdemont y aceptado finalmente por Pedro Sánchez, ha adquirido una trascendencia que no termina de justificarse; no, al menos, si nos centramos en lo que se supone que se esta planteando. Al fin y al cabo, y como el Gobierno ha recordado hasta la saciedad, la convocatoria de una cuestión de confianza es prerrogativa del presidente, no de las Cortes. Lo máximo que puede hacer el Congreso es instar a Sánchez a que sea él quien plantee la moción. Y, si esto ocurriera, el líder del PSOE podría hacerle el mismo caso que el que ha prestado a las reprobaciones parlamentarias de sus ministros: ninguno.… Seguir leyendo »