Un premio justo y necesario
El 11 de septiembre de 1990, cuando la prestigiosa antropóloga guatemalteca Myrna Mack salía de su trabajo en la sede de Avancso (Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales), en el centro de la ciudad de Guatemala, fue repetidamente apuñalada en plena calle hasta morir. El autor, posteriormente identificado y capturado, resultó ser un suboficial del Ejército guatemalteco perteneciente a uno de los más mortíferos servicios militares de información. Servicio que también protagonizaría otros importantes crímenes, incluido el asesinato del obispo monseñor Juan Gerardi, ocho años después.
Myrna era autora de rigurosos trabajos de investigación sobre los sufrimientos y destrozos sociales padecidos por las comunidades mayas desplazadas, que se vieron obligadas a huir ante las atrocidades del genocidio (626 masacres registradas por el informe de la ONU) perpetradas por las tropas del Ejército en el curso de aquel trágico conflicto interior.… Seguir leyendo »