La desinformación como negocio
La desinformación es tan antigua como la información. La utilizó César Augusto como arma política en la antigua Roma. Se usó en la persecución de judíos con los libelos de sangre. Las innovaciones tecnológicas siempre han propiciado su expansión. Sucedió con el uso de la radio por el nazismo. Ahora se repite con la digitalización.
Se trata de un fenómeno complejo, en mutación constante, que nos cuesta caracterizar. Solemos destacar sus efectos domésticos a pesar de ser un fenómeno global. Su impacto en la política monopoliza el debate, aunque contamina todos los ámbitos de la sociedad. Las diferentes formas de negacionismo y el populismo punitivo son dos ejemplos.… Seguir leyendo »