Valiente mundo real
Tomamos a las novelas distópicas cual grandes parábolas de las sociedades tal como tememos que puedan llegar a ser, sometidas al dominio del Estado totalitario que se convierte en una máquina de control de las relaciones privadas, y aun de las conciencias.
Nuestro referente distópico más común es 1984, de George Orwell, donde la dictadura consigue la perfección de sus instrumentos de dominio, y el Gran Hermano, omnipresente líder supremo de Oceanía, nos vigila desde las pantallas. Se trata de un poder absoluto creador de una nueva realidad que puede ser borrada y vuelta a escribir de acuerdo a las necesidades de la ideología oficial.… Seguir leyendo »