Bolonia no quiere profesores Lidenbrock
Tacaño, irascible y colérico. Así se nos aparece el profesor Lidenbrock, protagonista de «Viaje al centro de la Tierra». El catedrático de Mineralogía del Johanneum acometía sus lecciones, según expresión de la filosofía alemana, «subjetivamente»: enseñaba para él y no para sus discípulos. Como sabio egoísta, era «un pozo de ciencia cuya garrucha rechinaba cuando de él se quería sacar algo».
Pese a que Julio Verne situaba a muchos docentes de esta clase en la Alemania de 1863, hacía ya medio siglo que se había fundado en Berlín la moderna Universidad. Su creador, Von Humboldt, había acudido a un sencillo principio: enseñar lo que se investiga e investigar lo que se enseña.… Seguir leyendo »