Zaragoza ya mira hacia el Ebro
Las relaciones de las ciudades con sus ríos son tan complicadas como las relaciones de pareja. La ciudad se asienta al lado del río, porque necesita su agua, pero a medida que la ciudad crece se olvida de su origen y el río queda como un pariente pobre, en una de las esquinas de la ciudad. Ahí está Roma, que al barrio que creció al otro lado del río lo llama Trastevere, o sea, al otro lado del Tíber, para que nadie dude de su lejanía del centro. Londres ha gastado ingentes cantidades de dinero, y ha establecido numerosos servicios públicos para que los londinenses no se quedaran en la orilla norte del Támesis, pero son muchos los que creen que la ciudad concluye cuando Westminster se topa con el río.… Seguir leyendo »