FARC (Continuación)

The most electrifying political moment I have witnessed came about a dozen years ago, when a young woman in a T-shirt adorned with the image of an elephant strode to the front of the Colombian Senate chamber and denounced the pervasive drug corruption rotting her nation from within.

For three hours, broadcast on national television, Sen. Ingrid Betancourt laid out the case against President Ernesto Samper for taking drug money. She demanded his impeachment. The image on her white shirt represented drug corruption, the elephant in the room that no one dared discuss.

Ingrid, who was a source when I covered Colombia for The Post and is also my friend, is still paying for her courageous action in June 1996, when most of Colombia was cowed by cocaine barons and their political surrogates.…  Seguir leyendo »

Fue Gabriel García Márquez quien hace ya más de una década expresó: en Colombia "tenemos un amor casi irracional por la vida, pero nos matamos unos a otros por las ansias de vivir". Tantos años después, esas palabras mantienen su terrible vigencia. Pasa el tiempo, pero las víctimas del conflicto eterno se acumulan en frías estadísticas que parecen impresionar a muy pocos. Los últimos datos facilitados en Bogotá por la prestigiosa Fundación País Libre, certifican que desde 1996 hasta hoy han sido secuestradas en Colombia, por las dos guerrillas o por la delincuencia común, 23.401 personas, de las que 1.288 murieron durante su cautiverio.…  Seguir leyendo »

Cuando comencé a conocer el conflicto colombiano me costó creer que los jefes de las FARC viajaban en vehículos con aire acondicionado y que sus campamentos tenían muchas comodidades; igual me sorprendió el evidente sobrepeso de algunos de sus comandantes. La guerra civil salvadoreña se explicaba por el exceso de poder del Estado, contrariamente, el conflicto colombiano se explica esencialmente por la debilidad del Estado en el control de su propio territorio. Colombia tiene lugares donde no hubo gobierno durante más de 40 años. Este vacío lo llenaron paramilitares, guerrilleros, narcotraficantes y bandidos que se convertían automáticamente en autoridad, bajo la indiferencia o anuencia de los gobiernos.…  Seguir leyendo »

La parte más conocida del drama del secuestro en Colombia es la que afrontan dirigentes políticos (como es el caso de la ex-candidata presidencial Ingrid Betancourt), miembros de las fuerzas armadas detenidos en combate, parlamentarios y otras personalidades secuestradas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En Colombia hay miles de secuestrados (algunas organizaciones hablan de más de 4.200 a día de hoy), muchos de los cuales están en poder de las guerrillas (el Gobierno afirma que las FARC tienen secuestradas a 774 personas), un porcentaje menor en manos de los paramilitares y hay incluso casos reportados de secuestros por miembros de la fuerza pública.…  Seguir leyendo »

Villavicencio, una ciudad de más de 300.000 habitantes, que ocupa los terrenos de lo que fue una floreciente misión de los jesuitas en el siglo XVIII --la hacienda Apiay--, capital del departamento del Meta, ha sido hoy protagonista geográfico de la operación Transparencia, denominada así por los servicios de inteligencia cubanos y el Gobierno venezolano.

No es la primera vez, no obstante, que adquiere protagonismo. El departamento, segundo en extensión de Colombia --86.000 kilómetros cuadrados-- está formado en un 80% por terrenos llanos y ondulados, surcados por ríos tributarios del Orinoco. Es la llamada Orinoquia colombiana. Pero el resto de su territorio está cubierto por las últimas estribaciones de la cordillera Oriental, uno de los tres espinazos andinos que conforman buena parte de Colombia, rasgándola de norte a sur, y por una sierra desgajada de ella, La Macarena, un bellísimo parque nacional rico en fauna, flora y geología.…  Seguir leyendo »

Conozco El Caguán, esa zona de Colombia en la que Ingrid Betancourt fue capturada, hace ya casi seis años, y donde se encuentra secuestrada en condiciones abominables. También conozco a Iván Ríos y a Joaquín Gómez, los jefes marxisto-mafiosos de las FARC, a los que, poco antes de su captura, había ido a entrevistar a su feudo, primero para Le Monde y, después, para mi libro sobre «las guerras olvidadas».

Tras haber pasado algún tiempo con estos auténticos secuestradores y falsos revolucionarios, tras haberme molestado en escuchar el discurso a la vez demente y, como suele ser habitual, de una lógica implacable y heladora de estos comunistas estilo escuadrones de la muerte, me perece tener una idea más o menos clara de aquello en que podría consistir el intento de la última oportunidad de liberar a Ingrid Betancourt.…  Seguir leyendo »

Por Plinio Apuleyo Mendoza, escritor, periodista colombiano y embajador de Colombia en Portugal (EL PAIS, 03/05/04):

En México, Venezuela y otros países de Hispanoamérica, los etarras suelen cubrir sus acciones con una piel de oveja. Definen la suya como una patriótica lucha por la independencia del País Vasco o se hacen llamar con toda inocencia movimiento separatista, y hay quienes en ese lado del Atlántico, tan lejano a sus sangrientas acciones, se tragan el cuento. Lo sé de sobra, pues alguna vez que escribí en varios diarios latinoamericanos un informe titulado España frente al terrorismo de ETA, no faltaron lectores extraviados que enviaron cartas de protesta.…  Seguir leyendo »