Francia (Continuación)

En todos los comentarios sobre la victoria de Nicolas Sarkozy en las elecciones francesas -y, por tanto, sobre la derrota de Ségolène Royal- puede advertirse, sobre todo cuando esos comentarios vienen del extranjero, un aroma de tristeza y pesar. Incluso cierta ternura. Ocurre hasta cuando los autores de esos artículos consideran que la elección del nuevo presidente es para Francia una posibilidad de acabar con este famoso "modelo" que constituye, se supone, el handicap que aísla a Francia de otras naciones europeas, aunque sean socialistas.

Esta tristeza y este pesar tienen una dimensión novelesca e incluso estética. Nos gustaba que un país como Francia estuviera dirigido por una mujer que se ajusta tanto a la imagen habitual de "la Marianne ideal".…  Seguir leyendo »

Es fácil minusvalorar a Jacques Chirac. El pasado domingo, los franceses eligieron a su nuevo presidente, Nicolas Sarkozy, y el actual, de 74 años, abandonará pronto la escena sin que nadie lamente su marcha. Tras una carrera política que ha durado casi 50 años, en los que fue alcalde de París, primer ministro (en dos ocasiones) y presidente durante los últimos 12 años, Chirac parece haber conseguido pocas cosas. Como alcalde (1977-1995) registró un aumento constante -aunque insignificante para los niveles de Estados Unidos- de la corrupción y los sobornos municipales. Como presidente, abandonó sus reiteradas promesas de ocuparse de los fallos en las leyes laborales y los servicios sociales ante las protestas callejeras.…  Seguir leyendo »

La elección de Nicolas Sarkozy como nuevo presidente de Francia tiene muchísimas lecturas, pero cabe destacar una: su victoria ha generado una enorme esperanza y perspectivas de cambio dentro y fuera de su país. La elevadísima participación demuestra que los ciudadanos franceses tenían hambre de cambio y que han votado con claridad, y creo que con acierto, por la opción política que consideran más seria para que ese cambio a mejor se haga realidad.

Estoy convencido de que Sarkozy triunfará, es decir, de que aplicará su programa electoral, porque tiene el suficiente coraje político y capacidad de liderazgo para hacerlo. De ello se beneficiará Francia, sí, pero también el cojunto de la Unión Europea.…  Seguir leyendo »

Hoy estamos tristes, pero no descargaremos nuestra frustración maldiciendo al pueblo francés ni deseando lo peor para nuestro país. Estamos tristes porque una inmensa esperanza ha quedado frustrada. Evidentemente, respetamos el veredicto del sufragio universal y esperamos que la borrachera de la victoria no conduzca al vencedor a poner en marcha una política de embrutecimiento de la sociedad.

Pero también somos conscientes de que nadie puede disculparse por la derrota de Ségolène Royal y convertir a la candidata en chivo expiatorio de sus propias insuficiencias. Sin duda, se han cometido errores. Pero las principales causas de la situación en que vive la izquierda francesa son su timidez ante la perspectiva de volver al Gobierno, la rigidez y la suficiencia socialista, así como la pusilanimidad del centro.…  Seguir leyendo »

La victoria de Nicolas Sarkozy tiene un interés especial para los europeos y particularmente para los españoles: la canciller alemana quiere desbloquear a toda costa la Unión, hacerla avanzar, recuperar una parte del tiempo perdido. Sarkozy se ha proclamado reiteradamente europeo. Tiene un problema de credibilidad. Nos referimos aquí a esa cuestión central, en dos países centrales, Alemania y Francia.

Tratamos de resumir en esta página una idea: Sarkozy será un defensor activo de Europa. No por fidelidad a los principios sino por el peso inesquivable de lo que hay. La Unión ha avanzado demasiado: no se puede ya dar marcha atrás sin provocar una catástrofe mundial.…  Seguir leyendo »

Hacía días que los institutos de opinión habían anunciado el resultado de las elecciones francesas, pero hay que decir que su nitidez constituye la primera lección de los comicios presidenciales en Francia. Y significa, en primer lugar, que Nicolas Sarkozy ha sabido dirigir una excelente campaña, aglutinar sus huestes y captar votos incluso más allá tanto a su derecha - entre el electorado de Jean-Marie Le Pen- como a su izquierda - entre los partidarios de François Bayrou-. Significa también, y de forma simétrica, la realidad del fracaso desabrido y áspero de Ségolène Royal, que ha sostenido relaciones delicadas con su propio partido permanentemente, sin saber conquistar nuevos segmentos de la población ni iniciar de verdad una política de acercamiento al centro.…  Seguir leyendo »

Por muchas razones, el ascenso al poder de Nicolas Sarkozy significa el final de un paréntesis abierto por el general De Gaulle, relativo a una supuesta excepción francesa en el ámbito político y económico que permitiría trascender las diferencias entre intervención del Estado y liberalismo. Tras la reconstrucción económica de los años 1940-1950, que requería una fuerte presencia de las estructuras públicas, y la posterior puesta en marcha de un 'Estado providencia' que ha permanecido inalterado bajo Pompidou, Giscard d'Estaing, Miterrand y Chirac, el candidato ganador de la UMP ha anunciado -ha proclamado a los cuatro vientos- un viraje liberal.

Sarkozy ha impuesto claramente a su partido -y por tanto, a Francia entera- la vía de una política inspirada en Thatcher y Reagan, que se despliega en sus tres dimensiones: socialmente conservadora, desreguladora en lo económico y nacionalista en política exterior.…  Seguir leyendo »

La imagen de Francia se ha deteriorado mucho durante la larguísima era Chirac (más de 10 años), probablemente el peor y más corrupto presidente de la V Republica. Con una economía maltrecha, una sociedad dividida y radicalizada, una extrema derecha poderosa, un Islam que avanza destruyendo la cultura republicana, Francia sería el arquetipo de «vieja Europa» moribunda y decadente. Los riots en la banlieu de París, más propios de Los Angeles o Washington que de Europa, y el No sonoro a la Constitución europea, confirmaban esa malaise cuya manifestación más rotunda sería el temor, casi miedo cerval, a la globalización y la apertura al mundo.…  Seguir leyendo »

Amar a un país es preocuparse por él. Yo amo a Francia por múltiples razones personales, políticas y profesionales. Por ello me permito, a veces, tomar partido como lo hago hoy a favor de la candidatura de Ségolène Royal, del partido socialista y del centro-izquierda francés.

Digo bien "centro izquierda", y esta es una relativa novedad en una nación tradicionalmente dividida, con rigidez mayor que en el resto de Europa, entre derecha e izquierda. En la práctica, como lo demostró François Mitterrand, se puede gobernar en el centro con el corazón en la izquierda. Ello tiene que ver con la epopeya golista: fue un militar patriota de derecha, Charles de Gaulle, quien salvó el honor de Francia en la Segunda Guerra Mundial y quien tuvo la sagacidad de liquidar el colonialismo francés, pasándole esa pesada carga a los norteamericanos que (Irak) no saben qué hacer con ella.…  Seguir leyendo »

Hace unos días, el diario conservador Le Figaro titulaba con una dolida expresión de Nicolas Sarkozy: «¿Por qué me odian?», se preguntaba el candidato de la derecha francesa a la presidencia de la República. La respuesta -tratándose de una izquierda como la gala, denunciada hoy en ABC por el economista y profesor Jacques Marseille- resulta fácil: Sarkozy representa todo lo que el anquilosado pensamiento seudo progresista detesta en Francia. La gauche divine -no podría definirse si no es en la lengua de Moli_re- se ha venido reflejando en una endogamia que ha practicado igualmente la derecha chiraquiana: burócrata, estatalista, centralizadora, hipócrita y perezosa.…  Seguir leyendo »

Esta noche Nicolas Sarkozy se convertirá en presidente de la República Francesa. Esta certeza no es ninguna apuesta y aún menos un deseo. Hace mucho tiempo que Francia anda por la senda de este hijo de inmigrantes húngaros que, a sus veinte años, alimentó la ambición de llegar a presidente. Nicolas Sarkozy ha trabajado a fondo para alcanzar esta meta. Acomplejado por su estatura, ha sabido superar todos los obstáculos, ha sabido traicionar a sus mentores y amigos, aplastar a sus enemigos, hacer fuego de todas las astillas guiado por una idea fija: llegar a esta meta por todos los medios a su alcance, incluidos los más detestables y odiosos.…  Seguir leyendo »

Las elecciones presidenciales francesas han experimentado su apogeo durante el debate, el miércoles pasado, entre los dos principales candidatos que han quedado en liza después de la primera vuelta: Nicolas Sarkozy y Ségolène Royal. Los telespectadores han podido así constatar, tanto por la duración del enfrentamiento como por la complejidad de las cuestiones abordadas, que en estas elecciones se operaba un choque frontal entre dos visiones de la sociedad y dos proyectos distintos.

Estos dos proyectos corresponden a dos estrategias diferentes para la conquista del poder político. Durante casi cinco años, Sarkozy ha ido tejiendo pacientemente su telaraña; ha emprendido las rupturas necesarias para aparecer como un candidato nuevo, aunque ha sido ministro hasta hace poco.…  Seguir leyendo »

París. Tres de la tarde. El metro está prácticamente vacío. Una joven acaba de sentarse enfrente de mí. Lleva un cochecito con un bebé precioso. El niño me sonríe. Le respondo. Una sonrisa, luego otra y otra. Cada uno en su turno. Entre nosotros se entabla toda una conversación; muda, pero apasionante. Algunas estaciones más tarde, la mujer se levanta. La criatura agita la mano: "adiós". En ese momento, un hombre de mediana edad se acerca y pregunta en un tono afable: "¿Es usted Glucksmann?". "Sí" -respondo-. "Le he estado observando -prosigue sin la menor agresividad-. ¿Cómo puede usted sonreír a un niño y votar a Sarkozy?".…  Seguir leyendo »

Las elecciones presidenciales francesas están resultando muy estimulantes, a juzgar por la incertidumbre que hay ante el inminente resultado del ballottage de Sarkozy. Y de entre las diversas lecciones que se desprenden de su desarrollo, sólo destacaré dos: la capacidad de rectificación del electorado francés y su posible realineamiento político superando la vieja distinción izquierda-derecha. Por lo que respecta al primer punto, la ciudadanía francesa ha demostrado con su muy elevada participación electoral que es capaz de aprender de la experiencia previa, pues lejos de recaer en el trágico error cometido en 2002, cuando la imprudente irresponsabilidad de los electores arrojó un resultado en la primera vuelta (que defenestraba al aspirante socialista Lionel Jospin) imposible de digerir en la segunda (al quedar el corrupto Chirac como única opción para detener al fascista Le Pen), en esta ocasión la elección ha sido modélica.…  Seguir leyendo »

It is a disturbing mark of our times that Ségolène Royal enjoys such little support from the media and politicians on this side of the Channel, notwithstanding her highly credible performance in Wednesday's TV debate. Nicolas Sarkozy seems to be their overwhelmingly preferred choice. Downing Street, unsurprisingly, is backing him: Tony Blair prefers the right as always - Silvio Berlusconi, José María Aznar, Angela Merkel, George Bush. David Cameron is supporting Sarkozy. So is the Economist. Matthew Parris, the Times columnist, is backing Royal, but only for the perverse reason that France is not yet ready for Sarkozy, but a Royal presidency will prepare the ground for his subsequent triumph.…  Seguir leyendo »

La normalidad de la disyuntiva derecha/izquierda ha vuelto a las presidenciales francesas. Nicolas Sarkozy y Ségolène Royal han obtenido juntos el doble de votos que Jacques Chirac y Lionel Jospin en el 2002. Es el resultado de una participación excepcional y de haber atraído el voto útil de sus respectivos extremos. Jean-Marie Le Pen pierde un millón de votos y retrocede a 20 años atrás. La izquierda no socialista, verdes incluidos, ha sido laminada. Salvo la LCR, ninguno de sus componentes llega al 2%, y entre todos suman el 10,5%, exactamente lo mismo que Le Pen. Royal ha igualado el resultado (porcentual) que obtuvo François Mitterrand en 1981.…  Seguir leyendo »

When Nicolas Sarkozy is criticised in France for being "too American", people mean both his foreign policy attitudes, which are similar to those of the Bush administration, and his admiration for the US social and economic model. But the rightwing favourite to win Sunday's French presidential election has drawn on the ideas and political tactics of the American right in other areas too.Since the 60s the most conservative wing of the Republican party has chosen to present itself as excluded from the US system, disdained by a business world preoccupied with domestic harmony, and ostracised by cultural and media institutions. It has been determined to establish its ideological hegemony, confident that this would serve as a prerequisite for its return to power.…  Seguir leyendo »

Los franceses saben usar su sistema político a fondo, aprovechando todos los resquicios posibles e imaginables. Por eso en la primera vuelta sobran los candidatos. Algunos se proponen ganar. Otros se contentan con defender un punto de vista, con imponer un nombre, con hacer un saludo a alguna bandera, por minoritaria o extravagante que ésta pueda ser. Según veo ahora, en la primera vuelta, la del domingo 22 de abril, hubo tres candidatos trotskistas. A mí no me extraña demasiado. Francia es el país de las facciones políticas, de las divisiones y las subdivisiones, sobre todo en la izquierda. Las ideologías, el abuso de las ideologías, el gusto por los debates teóricos, conducen a una curiosa y a veces abrumadora proliferación de tendencias.…  Seguir leyendo »

Durante casi dos años, desde el rechazo de la Constitución europea por los referendos francés y holandés en 2005, el análisis del proceso de integración de la Unión Europea ha girado alrededor de un puñado de temas y etapas que se deben cumplir para salir del 'impasse'. Una vez el Consejo Europeo decidió dejar en suspenso el proceso de ratificación, para irritación de los 18 países que ya han cumplido con su tarea, el 'muerto' fue traspasado a la mesa de una presidencia crucial de la UE, a la espera del resultado de unas elecciones ineludibles.

Coincide ahora la presidencia alemana con la primera ronda de las elecciones presidenciales en Francia.…  Seguir leyendo »

Queridos conciudadanos y conciudadanas, ante todo debo recordar que Francia no vive aislada ni en un mundo inmóvil.

Debemos ser conscientes de que vivimos en una comunidad de destino planetaria frente a las amenazas mundiales que suponen la proliferación de armas nucleares, el desencadenamiento de conflictos étnico-religiosos, la degradación de la biosfera, el rumbo ambivalente de una economía mundial descontrolada, la tiranía del dinero y la combinación de una barbarie que se remonta a la noche de los tiempos con la barbarie glacial del cálculo técnico y económico. El sistema planetario está condenado a transformarse o morir. Nuestra era de cambios se ha convertido en un cambio de era.…  Seguir leyendo »