Las dos Europas
En efecto, hay que evitar el alarmismo, que sólo genera alarma. Pero hay también que evitar el superoptimismo, el sustituir la realidad por nuestros deseos. Porque la realidad se venga de la forma más cruel y brutal, impidiéndonos reaccionar y salir del pozo. El superoptimista no engaña a los demás. Se engaña a sí mismo.
No estoy hablando de España, sino de Grecia. Grecia empezó engañando a la Comunidad Europea, presentando datos falsos para poder ingresar, y ha continuado engañándola maquillándolos. En realidad, estaba engañándose a sí misma, no cumpliendo los criterios económicos comunes y gastando más de lo que producía.… Seguir leyendo »