Industria cárnica

Se llaman Flor, Lucero, Rubia o Bonita. Las vacas españolas (o, al menos, las vacas gallegas, que son las que yo conozco) tienen nombre. Mi abuelo Pedro, que tenía vacas, distinguía perfectamente a unas de otras, y era capaz de saber, con sólo mirarlas a las ojos, que una estaba enferma o que había quedado preñada.

Usted, ministro Garzón, ha venido a decir a un diario inglés que gente como mi abuelo Pedro, que en gloria esté, son una especie de guardianes de campos de concentración para animales, a los que maltratan, cosificándolos como puros productos industriales, para luego exportar su carne torturada e indigerible por esos mundos de Dios.…  Seguir leyendo »

La ganadería y la industria cárnica española representan un sector de actividad con un profundo arraigo en nuestro país. Los trabajadores y sus familias, las asociaciones y las empresas están presentes a lo largo y ancho de la geografía española, con una especial participación en el tejido social y económico de las zonas rurales. Gracias al esfuerzo de miles de personas, desde pequeños ganaderos a empleados de grandes compañías, el sector ganadero-cárnico español ha internacionalizado su actividad hasta convertirse en el cuarto país con mayores exportaciones de carne del mundo (8.660 millones de euros en 2020).

Este resultado no es fruto de la casualidad sino de un ímprobo esfuerzo conjunto de las empresas del sector y de un decidido apoyo de las administraciones públicas españolas.…  Seguir leyendo »

Más de la mitad de las disposiciones, legislativas o ejecutivas, que han de sancionar o aprobar las administraciones públicas tienen que basarse en una ciencia sólidamente fundamentada. A estas alturas de la historia, el conocimiento científico es una referencia esencial para la gestión pública. No es la única, desde luego, la ética de los gobernantes para tomar decisiones; para elegir -acertando- el asesoramiento experto es igualmente esencial. Como muchas veces las propuestas de la ciencia no son definitivas ni inequívocas, el gobernante debe escoger y, desde luego, responsabilizarse de la elección efectuada.

Lo vemos continuamente con la evolución del Covid en estos días, pero ahora quiero referirme a otro episodio de actualidad: un ministro del Gobierno de España acude al Reino Unido para denunciar la calidad de las exportaciones alimentarias de su propio país.…  Seguir leyendo »

Carne es caos

El sistema de producción industrial de carne está fuera de control. Además de su aporte a la destrucción del clima, la biodiversidad, el suelo y los bosques, también es una amenaza directa a la salud de las personas. Antes de la pandemia de COVID‑19, casi nadie prestaba atención a las advertencias de la Organización Mundial de la Salud sobre las enfermedades zoonóticas (causadas por patógenos que se transmiten de animales a humanos). Lo mismo ocurre con la resistencia a antibióticos, otra amenaza sanitaria global muy vinculada con la producción de carne.

La Organización Mundial de Sanidad Animal calcula que el 60% de las enfermedades infecciosas en seres humanos son zoonóticas.…  Seguir leyendo »

El año pasado, tres de las mayores empresas cárnicas del mundo (JBS, Cargill y Tyson Foods) emitieron más gases de efecto invernadero que Francia, y casi tanto como algunas grandes petroleras. Sin embargo, mientras gigantes de la energía como Exxon y Shell fueron blanco de críticas por su responsabilidad en relación con el cambio climático, las corporaciones productoras de lácteos y carne han eludido el escrutinio. Para evitar un desastre medioambiental, esta disparidad de criterios debe cambiar.

En un intento de llamar la atención sobre el tema, el Instituto de Política Agrícola y Comercial, GRAIN y la Fundación Heinrich Böll (Alemania) se unieron para estudiar la “desmesurada huella climática” de la industria ganadera internacional.…  Seguir leyendo »