JJOO (Continuación)

Poor old Robert Mugabe. Do you know what that guy needs? An Olympics. Harare 2012, he really missed a trick there. A well-run Games and nothing else matters. Put on a show, throw up a couple of impressive buildings and the world is your friend.

The road home from Beijing is lined with wide-eyed converts who've seen the light on totalitarianism. “China has set the bar very high,” Jacques Rogge, the president of the International Olympic Committee, said. “There are some things that London will not be able to compare to, or equal - such as the ability to bring hundreds of thousands of volunteers to different sites.”…  Seguir leyendo »

"Closing ceremony of Beijing Olympics draws world attention, praise." That was how Xinhua, the Chinese press agency, described Sunday's final Olympic celebration, and for once it wasn't exaggerating. Just before they moved rapidly on to the next mass television event, in Denver, American headline writers did indeed pause to heap attention and praise on China's Olympics. The Post called the closing ceremony "China's Show of Power." These were "Truly Exceptional Games," trumpeted NBC's Olympic Web site (not exactly unexpectedly). The Los Angeles Times kept it simple: "Beijing's Olympic Triumph." But Americans were not unique: Xinhua quoted Mongolians, South Koreans, Pakistanis and Iraqis all saying more or less the same thing.…  Seguir leyendo »

Los Juegos de Pekín y un poquito de Shanghai y otro poquito de Hong Kong -no confundamos a estas tres ciudades con China, aunque China sea la madre que parió, crió y desarrolló todo el tinglado-, han sido un gran negocio. La propaganda expresa otras emociones, como el espíritu deportivo, la armonía, la cultura, el afecto y la unión de la gran familia universal. Eso también. No es nuevo. Llevo 11 Juegos a mis espaldas y, desde 1968 en México, el final siempre es el mismo y los lemas, todos iguales. Incluso cuando la incomprensión, las armas o el drama han extendido barnices negros sobre la historia olímpica o su propio desarrollo.…  Seguir leyendo »

Afirman algunos filósofos que siempre han sabido de casi todo, que el pasado únicamente existe en la memoria de cada uno. Y que es la propia memoria, asistida por gozos o desgracias, la que de pronto y sin pedir permiso alguno, nos presenta el ayer, cercano o lejano, dibujado con rasgos positivos o negativos. Y es bastante probable que de ahí provenga el absoluto aserto sobre lo mejor o peor de «cualquier tiempo pasado», que aparece tan bien pronto hasta en nuestra literatura y como conclusiones avaladas por prestigiosas plumas. Bien puede que todo sea así. Lejos de mí la pretensión de entrar en estos párrafos, no escritos precisamente para la discusión filosófica, en tema de tan alto rango.…  Seguir leyendo »

El balance final de la celebración de los Juegos Olímpicos (JJOO) de Pekín presenta un saldo complejo. Internamente, a priori, no cabe duda del éxito. Tanto el medallero como los elogios a la organización técnica del evento y a las facilidades otorgadas a la comunidad deportiva, llenan de orgullo a los responsables, cuya capacidad de gestión ha logrado hacer olvidar los muchos inconvenientes y temores previos por temas tan dispares como la seguridad, el clima, la calidad de la comida o la contaminación.

En lo político, por otra parte, se ha dado una nueva vuelta de tuerca a una cohesión excluyente, nucleada en torno a la exaltación del nacionalismo han, la nacionalidad mayoritaria en el país, que, a la inversa, refuerza la hostilidad de aquellas nacionalidades minoritarias que contemplan su alejamiento de dicho escenario como un mecanismo automático de preservación de su identidad.…  Seguir leyendo »

La celebración de los Juegos Olímpicos en China está provocando una curiosa serie de descubrimientos intelectuales. El primero, desde luego, el de la escasa correspondencia con la realidad del pensamiento cultural relativista tan difundido entre nosotros, ese pensamiento que proclama una radical diferencia e incomunicación de valores entre las diversas culturas del mundo. Si tal cosa fuera cierta resultaría difícil de entender el entusiasmo con que los chinos ponen en práctica un evento que fue 'inventado' en el corazón mismo de la cultura occidental, asumiendo sin dificultad alguna todo su significado, incluido el nacionalista y propagandístico, que conlleva. Parece que competir para exaltar el triunfo propio frente al otro es un universal antropológico (aquéllos a quienes repugna este término pueden poner aquí el de 'común'), una pauta en la que todos los grupos étnicos se expresan con idéntico sentido y similar eficacia.…  Seguir leyendo »

El circo olímpico que cada cuatro años ocupa la época boba mediática, la canicular, tiene sus aguafiestas. ¿A quién se le ocurre entrometerse en una fiesta de universal buena voluntad, deseos generales de paz y noble concurrencia entre los deportistas de todas partes? Esta vez, solo a Rusia y a Georgia, que inauguraron los Juegos con una guerra sanguinaria caucásica

Permítanseme, sin afán de incordiar, solamente algunas constataciones. El Comité Olímpico Internacional sostiene, como el Gobierno tiránico de China, que estos Juegos no son políticos. El apoliticismo olímpico de un Gobierno que aplasta la nación tibetana y niega toda autonomía a los pueblos turcomanos y musulmanes de Xinjiang --dos territorios enormes-- es una sublime entelequia.…  Seguir leyendo »

The Olympic Games are built on a series of fictions, but one myth towers above all others. It is that the four-yearly festival is a bastion of meritocracy, where success is determined by hard work and talent rather than privilege. This is central to the Games's global appeal and is particularly powerful because it chimes with common sense. Is not sport about the objective measurement of ability, leaving little room for entrenched privilege? Has not the Olympics been the traditional arena for the underdog?

Well, no.

Look beyond the propaganda and you will find that 58 per cent of Great Britain's gold-medal winners at Athens in 2004 went to independent schools.…  Seguir leyendo »

Billy Connolly doesn't really like the Olympic Games. “A bit Nuremberg,” he said. Well, it's true that there tends to be an awful lot of flagwaving going on at both an Olympic Games and a Nuremburg Rally.

But it's really quite easy to tell the difference. At the Nuremberg Rallies, all the flags were the same.

At the Olympic Games here in Beijing, at the lowest possible count there are 205 flags: those of the 204 nations taking part, and the Olympic flag, which was absurdly goose-stepped to its flag pole with a classic John Cleese silly walk by the People's Liberation Army at the opening ceremony, as if to prove that Billy was right.…  Seguir leyendo »

Los Juegos Olímpicos de 2008 tratan de ser la presentación en sociedad de la China moderna. La espectacular ceremonia de inauguración, de tres horas y media de duración, trató de exaltar los cinco mil años de cultura china. Ese fue el encargo a su director, el cineasta Zhang Yimou, en cuyas tres películas históricas puede preverse la imagen que los Juegos quieren transmitir al mundo. En 1991, Lámpara roja presentaba a un protagonista que se volvía loco a causa de la claustrofobia. Fluch de las flores doradas (2006) muestra, por otra parte, el protagonismo de la masa, de los movimientos coordinados, de la música y de las armas.…  Seguir leyendo »

Una de las cosas más raras -por lo inútil y por lo monstruosa- de que he tenido noticia en mi vida, fue un deporte al que tuvieron que dedicarse los chinos durante una semana, en aquellos años tristes de la Revolución Cultural del presidente Mao, que con tanta alegría celebraron los maoístas occidentales. Aquello se llamó "la guerra de los pájaros" y consistió en lo siguiente: como había carestía de alimentos y los funcionarios del régimen se dieron cuenta de que los pájaros se comían parte de la cosecha de arroz, en toda la China se impartió una orden terminante: todos los ciudadanos del campo y de la ciudad, al unísono, debían dedicarse el día entero a espantar con palos, ruidos, ollas, trapos, piedras, con lo que fuera, a todos los pájaros de la China.…  Seguir leyendo »

When China won the contract to host the Olympics, the official Xinhua press agency declared it “another milestone in China’s rising international status and a historical event in the great renaissance of the Chinese nation”. Nobody watching Friday’s start to $40 billion of public expenditure, in what is still one of the world’s poorest nations, could be in any doubt of that. Let us hear no more about the Olympics being about sport.

Ever since their refounding at the end of the 19th century the Olympics have been about politics, whether they were Hitler’s chauvinist parade of 1936 or the current International Olympic Committee’s wishy-washy vacuities about harmony and peace.…  Seguir leyendo »

La fastuosa ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín, que presenciamos ayer millones y millones de televidentes en todo el mundo, ha desempeñado el papel de un biombo chino -nunca mejor dicho-, con el que los dirigentes de ese inmenso país han querido ocultar la auténtica realidad política que sufren sus ciudadanos.

Nadie discute que en la China actual no se da ni siquiera un mínimo respeto a los derechos fundamentales, pues es bien sabido que en los últimos tiempos el régimen comunista ha llevado a cabo matanzas en el Tíbet, se producen constantemente detenciones irregulares de ciudadanos disidentes de la situación política, la contaminación ambiental en ciudades como Pekín es insoportable y, además, sus gobernantes ejercen una férrea censura sobre toda noticia -comunicada tanto por nacionales como por extranjeros- que pueda perturbar la necesaria paz olímpica que exige la celebración de los Juegos.…  Seguir leyendo »

El futuro de la democracia depende de China. Hasta hoy, la equivalencia entre economía de mercado, sociedad de clases medias y régimen constitucional no había fallado nunca. Al menos, eso imagina la mentalidad occidental con su historia de las ideas concebida al gusto de los comerciantes puritanos anglosajones. Libertad y propiedad nacen y viven juntas en una sociedad de individuos iguales ante la ley. Ya saben, la declaración de Filadelfia y otras similares. La prosperidad material genera una demanda de autonomía personal y de participación activa en la política. Cada uno a su manera y a su tiempo, en Occidente todos hemos llegado al mismo destino: democracia constitucional, derechos humanos, imperio de la ley.…  Seguir leyendo »

Después de tanto esfuerzo, el largo proceso que ha conducido a los Juegos de Pekín ha dejado en todo el mundo una doble sensación. En primer lugar, casi de repente, la convicción parcial de que China será uno de los poderes clave del nuevo siglo se ha convertido en una verdad prácticamente universal, pasando por alto las hipotecas y complejidades que aún penden sobre dicho proceso. Esa unanimidad, por otra parte, deja paso a un desacuerdo profundo: la incertidumbre pesa sobre la evolución de su sistema político, circunstancia que, en unos, suscita preocupación (especialmente por las reservas ante el ingrediente nacionalista y la falta de asunción efectiva de los valores globales), mientras que, para otros, esa preocupación es expresión de la desazón que experimentan los hipotéticos rivales, ante el temor de verse inevitablemente relegados, con un poder global notoriamente reducido ante una China que no se deja influenciar a la ligera.…  Seguir leyendo »

And so the Olympics are upon us ....

May God help us.

Since I have already gone on record with a Times Op-Ed article in April saying the games should be banned entirely because of their incontrovertible history of corruption and politicizing, I know I shouldn’t watch. But given my abiding interest in the bizarre spectacle that I call SportsWorld, I won’t be able to entirely ignore the endless soap operas.

I will pay close attention to the Beijing pollution index, waiting for that inevitable moment when the Chinese, with their very serious paranoia and their obsessive drive to create a perfect summer Olympiad, not only ban all cars, factory work, construction and outdoor breathing in the city, but simply move the entire population of 17.4 million temporarily to Queens.…  Seguir leyendo »

By the time you read this, world peace should have broken out. It should have broken out at precisely 8.08pm Beijing time yesterday, because International Olympic Committee President Jacques Rogge has made his traditional plea for a worldwide military truce for the duration of the games. Yet on the offchance that the Taliban are not laying in supplies of popcorn and preparing for a fortnight on the sofa, and US and British soldiers are not garlanding their tanks with flowers, now might be the time to question the IOC's preposterously idealised version of itself.

There's nothing wrong with calling for world peace, of course - beauty queens do it all the time.…  Seguir leyendo »

El mensaje implícito, y extraordinariamente eficaz, transmitido por los Juegos Olímpicos que hoy comienzan y por el renovado brillo que se deriva del prestigio nacional, es que todo el mérito le corresponde al inquebrantable régimen autoritario del Partido Comunista chino. La cita olímpica de Pekín asume así -irónicamente- un inmenso significado político interno: el evento simbólico por excelencia de la paz y de la cooperación internacional se vincula al renacimiento del nacionalismo.

El régimen chino actual se proponía transformar en realidad los ideales del comunismo -una ideología considerada en casi todo el mundo a estas alturas como fallida-. Sin embargo, lo único cierto es que el Gobierno de Pekín sigue pidiendo sacrificios a la inmensa mayoría de la población, sin ser capaz de ofrecer a cambio una futura sociedad comunista.…  Seguir leyendo »

Luego del conflicto sobre la censura de numerosos sitios de internet por el Gobierno de China, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, reconoció que "habían pecado de idealismo" al dar por buenas las promesas de libertad y respeto de los derechos humanos cuando hace siete años otorgaron a Pekín la organización de los Juegos Olímpicos. Esta reflexión tardía resume bien el ambiente creado por la falsa presunción de que el espíritu olímpico sería honrado por un régimen autocrático en el que el partido comunista chino (PCCh) mantiene el monopolio de la actividad política y la más absoluta intolerancia ante el menor atisbo de disidencia.…  Seguir leyendo »

When you put the Olympics in the hands of a dictatorship, the results are predictable. Yet the Chinese government still found a way to surprise even its critics -- not so much by behaving oppressively but by doing so in a foolish and entirely unnecessary way.

By revoking the visa of 2006 Olympian Joey Cheek at the very last moment because he had the nerve to speak out about Darfur and the Chinese government's support for Sudan's barbarous regime, Chinese authorities guaranteed that the opening of these Games would focus as much on politics as on sports. The burden now is not on China's critics but on its government.…  Seguir leyendo »