
Leer es un riesgo
Soy editora. El nombre de mi pequeña editorial responde a una idea que me regaló una persona a quien quiero mucho y que me hizo ver que lo imposible solo es miedo y que basta dar un paso para entrar, salir o borrar las cárceles mentales que construimos para sentirnos a salvo. A pesar de esta inyección de optimismo y de lo que digan las estadísticas, antes de empezar ya sabía que los libros interesan poco y a poca gente. Los dispositivos electrónicos se hacen más inteligentes a medida que los humanos nos hacemos más tontos. Y la adicción a la estupidez, lejos de revertir, mantiene una ascendencia imparable.… Seguir leyendo »