Lengua española (Continuación)

Los responsables de las políticas lingüísticas de las autonomías con lengua específica se las habían prometido muy felices mientras la opinión pública, la propia y la española en general, parecía dispuesta a aceptar todo tipo de medidas que a favor de la lengua minorizada fueran capaces de definir y aprobar. Hoy el viento empieza a virar, y ya aparecen contestaciones a cada medida que aprueban las administraciones en materia de promoción de las lenguas específicas. Y el debate al que hemos asistido en los últimos meses probablemente ha venido para quedarse.

Se puede aplaudir que sea así o se puede lamentar la nueva situación, pero lo importante es analizar los argumentos.…  Seguir leyendo »

El Manifiesto por la lengua común ha desencadenado un fuerte debate. En mi opinión, contiene quejas razonables y otras que no lo son tanto. Parece claro que los nacionalistas han cometido ciertos excesos, pues, en efecto, no se entiende que si algunos territorios aspiran al bilingüismo, la rotulación de las vías públicas se haga exclusivamente en la lengua local, o que las instituciones se dirijan a los ciudadanos sólo en la lengua local.

Los usuarios de estas lenguas locales tienen también sus agravios. Se quejan de que la justicia se desarrolle sólo en español, o de que haya muchas trabas al uso de las lenguas locales en las instituciones políticas españolas.…  Seguir leyendo »

Arthur Schnitzler dejó escrito que "el deporte favorito de ciertos políticos, periodistas y esnobs es coger una palabra inofensiva, honorable e incluso noble y mancharla de amarillo, igual que se hacía en el pasado con los judíos para que la chusma pudiera vejarlos, insultarlos o maltratarlos a placer e impunemente. En los últimos tiempos, las palabras que reciben más pedradas de los golfillos callejeros son tres: progreso, libertad y escepticismo".

Primero, lo copio de una selección hecha por Juan Parra de los Aphorismen und Betrachtugen, escritos por el dramaturgo, poeta y médico vienés, de cuya obra me confieso lector apasionado. Luego, me pregunto si, aunque de otra manera, no se sigue manchando de amarillo a los judíos, y cuáles serán las palabras que, así teñidas, a instancias de esnobs, periodistas y políticos, sirven hoy de blanco a esos golfillos callejeros a los que Schnitzler alude con agudeza.…  Seguir leyendo »

Desde hace algunos años hay crecientes razones para preocuparse en nuestro país por el silencio de los intelectuales. Pero, para general alivio, acaban de pronunciarse públicamente en un Manifiesto por la lengua común porque les preocupa el papel del castellano como lengua principal de comunicación democrática (sic). Si a Unamuno le dolía España, a ellos les duele la lengua.

El Manifiesto lo han firmado "espléndidos personajes", como dice don Gregorio Salvador, que es académico de la Lengua y sabe de estas cosas. Además de los personajes de don Gregorio, yo incluso conozco a personas que también lo han firmado. Otras se han echado a los papeles.…  Seguir leyendo »

Como el mío va a ser uno de los pocos artículos que se publiquen en este periódico a favor del Manifiesto por la Lengua Común, permítanme que empiece con algo de melancolía. El documento en cuestión derrocha miramientos y renuncia a cualquier denuncia o acusación: no contiene críticas contra el Gobierno, ni contra la oposición, ni contra ninguna de las Administraciones autonómicas. Como el poeta, está a punto de perder su vida por delicadeza. Tampoco incurre en un alarmismo exagerado (se limita a señalar lo que es una preocupación generalizada en nuestra sociedad, como demuestran las firmas obtenidas de personalidades ilustres de las letras, las ciencias, el arte, el comercio o el deporte, muchas de las cuales no han firmado ningún manifiesto en su vida), y se centra en recomendar medidas preventivas antes de que lo peor sea además irremediable.…  Seguir leyendo »

No resulta sorprendente que los «críticos» con el Manifiesto por la Lengua Común nos reprochen algo que el texto en cuestión no dice en ninguna parte: que el español esté en peligro y requiera de una defensa política. Pero ya es sabido que, en España, la forma más habitual de «criticar» una idea es tergiversarla todo lo posible. Repitamos algo que han entendido sin ninguna dificultad los más de ciento cincuenta mil ciudadanos que ya han firmado el Manifiesto, eso que Iker Casillas expresó mejor que docenas de supuestos «intelectuales críticos»: lo que el Manifiesto defiende es la libertad de elección de lengua en las comunidades españolas bilingües -y, por tanto, el bilingüismo voluntario-, y el valor insustituible de la disposición de una lengua común que saben -o sabían- la práctica totalidad de los ciudadanos de España.…  Seguir leyendo »

Pueden existir, en un país democrático, zonas de su territorio en que gobiernen partidos totalitarios que impongan a todos los residentes políticas totalitarias? La respuesta, desde la perspectiva de la Ciencia Política y del Derecho Constitucional, no podría ser más que negativa. Un país no puede ser en parte democrático y en parte no, no puede haber unos derechos para algunos de sus nacionales y para otros no. La cuestión es tan clara que ningún jurista o científico de la política la pondría en duda. Pero como la realidad supera cualquier teoría, no hay más remedio que contestar finalmente que sí, que es posible, en razón del ejemplo aberrante que constituye hoy la España constitucional.…  Seguir leyendo »

La noticia más sobresaliente de los últimos días es la presentación del Manifiesto por la Lengua Común en el Ateneo de Madrid. Una acción avalada por una pléyade de destacados intelectuales de las más variadas ramas del conocimiento. Una pertinente proclama en defensa del derecho de todo español al uso del castellano como lengua común. Un ejemplo de lo que se echa en falta en esta languideciente España constitucional: la participación decidida de una diletante sociedad civil y un compromiso comprometido de sus intelectuales, al que se han ido adhiriendo, paulatina pero imparablemente, personas de toda condición. Por más que, como era tristemente previsible, lo que debía ser una «política de Estado», ha terminado, por razones partidistas, por politizarse.…  Seguir leyendo »

Cuando Jordi Pujol ideó, impulsó y aplicó la llamada inmersión lingüística para la enseñanza obligatoria en lengua catalana generó gran polémica, que se mitigó poco después en cuanto se percibió la potencialidad integradora del modelo. Los argumentos eran tan sólidos que muy difícilmente se podía rechazar tal propuesta. Partiendo de la base de que catalán es todo aquel que vive y trabaja en Catalunya, la forma más fácil de sortear el escollo del bilingüismo y por lo tanto la formación de dos comunidades separadas y compartimentadas en Catalunya (la catalanohablante y la castellanohablante) era aculturar a todos en la lengua materna de la inmensa mayoría de los catalanes, garantizando la correcta enseñanza del castellano, lengua que, además de ser el común denominador de la sociedad española, es una herramienta de cultura insustituible en el mundo globalizado (se acaba de traspasar la barrera de los 100 millones de internautas en castellano, lo que coloca a este idioma en el tercer lugar del mundo).…  Seguir leyendo »

España es un país plurilingüe. La mayoría de españoles tiene el castellano como lengua materna o lo ha elegido como vehículo preferente de expresión, comprensión y comunicación, pero existen también otros españoles que tienen o han elegido otra lengua. Ésta es la realidad que la Constitución de 1978, los estatutos de autonomía y las llamadas leyes "de normalización lingüística" han pretendido acomodar en los últimos 30 años. Y he aquí la realidad que el Manifiesto por la lengua común no acierta a reconocer en su empeño por encumbrar el concepto de "lengua común" y dar marcha atrás en el camino iniciado hace seis lustros.…  Seguir leyendo »

Si hace 30 años se hubiera preguntado a los españoles qué costes estaban dispuestos a asumir por la descentralización política del Estado, es probable que muy pocos hubieran aceptado que ésta se tradujera en menos oportunidades de ascenso social para sus hijos. Pero lo que primaba en aquel contexto no era el lenguaje de los costes sino el de las oportunidades: casi todos tenían una visión esperanzada y positiva de la descentralización. En plena transición a la democracia y con la presencia indubitable de una conciencia histórica común sobre la tragedia de la guerra civil, no eran bienvenidas, por tremendistas y antidemocráticas, las voces que advertían sobre el riesgo que comportaba prescindir de lo mejor de la herencia liberal: un Estado centralizado que, mejor o peor, había construido un único espacio jurídico para todos los españoles, con independencia de la lengua que hablaran, las costumbres que les agradaran, las tradiciones a las que rindieran culto y la religión que profesaran.…  Seguir leyendo »

La ministra Aído se ha ido un poco de la lengua con ese invento de «las miembras». Es parte del invento feminista, que hasta apoyan algunos hombres: intentan, y a veces lo consiguen, suplantar al verdadero creador y mantenedor de la lengua, el pueblo español.

El invento es más o menos esto: todo nombre substantivo tiene o debe tener, creen las promotoras del invento, una variante masculina en -o y una femenina en -a; y esas marcas de género son interpretadas como marcas de sexo. De macho y hembra, hablemos claro.

Esta es la teoría, bien diferente, muchas veces, de la lengua común, la que hablamos.…  Seguir leyendo »

Entre la extemporaneidad y la obviedad, el Manifiesto por la lengua común surge como tormenta de verano agitada por un texto de una singular levedad conceptual, pero asentado, eso sí, en la pesantez de los grandes nombres que lo firman y en el fervor de los medios de comunicación que avivan la débil llama. No conviene, sin embargo, que las ramas no dejen ver el bosque, o que se haga de la anécdota categoría. El Manifiesto es ponderado en sus términos, pero trae consigo implicaciones y sugerencias de un cierto riesgo: ¿está discriminado el castellano en algunas comunidades autónomas por el hecho de que se haya adoptado -desde hace tiempo- un determinado modelo de bilingüismo?…  Seguir leyendo »

Muchos son ignorantes. Algunos, sectarios. También los hay oportunistas, tal vez la gran mayoría. En casos patológicos, coinciden las tres condiciones. Los peores, no obstante, son los resentidos. Lo mismo que en otras facetas de la vida, no cabe con ellos un debate racional. Me refiero, ya saben, a los que deciden, impulsan, promueven, alientan o consienten en algunas Comunidades Autónomas una política de discriminación hacia la lengua común de todos los españoles. Somos 440 millones de hablantes. Tenemos un tesoro: la segunda lengua de comunicación internacional; una asignatura optativa que gana créditos en los planes de estudios; un idioma útil para la relación -fugaz, pero significativa- entre el turista agobiado por la intendencia y su interlocutor en la recepción del hotel o en el aeropuerto de destino.…  Seguir leyendo »

A quienes llevamos ya bastantes años en estas batallas, el revuelo causado por la aparición del llamado «Manifiesto por la lengua común» no ha podido por menos de sorprendernos. No por el revuelo en sí, que constituye, al cabo, un objetivo inherente a cualquier manifiesto que se precie, sino por la magnitud alcanzada en esta ocasión. Jamás un texto de esta naturaleza había recabado tantos apoyos. Jamás había habido entre estos apoyos tantas firmas ilustres de escritores y artistas, tantas palmas y tantos laureles. Jamás se habían sumado a la iniciativa, en primera o en segunda instancia, partidos políticos en pleno, desde la cúpula hasta el último de los militantes.…  Seguir leyendo »

En estos días, la publicación de un manifiesto en defensa del castellano ha suscitado debates apasionados. Y ha provocado un alud de adhesiones particulares e institucionales, a pesar de la ligereza con que el documento trata cuestiones que han sido objeto de acuerdos difíciles y laboriosos. Tal vez no debería sorprendernos: las alegaciones identitarias están tan profundamente imbricadas en creencias y sentimientos que a menudo argumentos que se alzan como verdades irrefutables no son sino reflexiones superficiales. Por ejemplo, la afirmación de que son los ciudadanos quienes tienen derechos lingüísticos y no los territorios, frase que revela inmediatamente su inconsistencia si pensamos en qué quedan los derechos individuales de los castellanohablantes con sólo atravesar las fronteras del reino de España.…  Seguir leyendo »

Excepción en mis costumbres. Hoy, día canicular, quiero asomar mi opinión -y las modulaciones que puedan haberse producido en ella- al balconaje, también de la opinión, pero pública. Me gustaría que este asomo (cursiva para la polisemia) fuese breve, pero no, no voy a conseguirlo, ya que se dará acompañado de numerosos entrecomillados que llevarán en cercanía alguna admiración o extrañeza.

El Mundo, siendo el 26 de junio, dedica el 50% de su primera página al inicio de un artículo cuya negrita titular en cuerpo respetable dice: "Grandes nombres de la cultura se suman al Manifiesto (sic para la eme mayúscula) del castellano", y, encima de los titulares, va un mosaico de cabezas, cuatro con cuatro, que, visto de izquierda a derecha, otorga el primer lugar a la mía, aun siendo (y esto es referencia al texto que sigue) más "insignes" las cabezas que suceden a la que a mí me concierne.…  Seguir leyendo »

El manifiesto a favor de la lengua común española es una advertencia para quienes viven insensibles a lo que sucede en su entorno. Personas de gran prestigio están preocupadas por lo que ocurre con el castellano en Cataluña, en el País Vasco, en Baleares y en Galicia. Tenemos todos que despertar y, especialmente, los que han de vigilar la aplicación de las normas constitucionales, porque lo que se afirma en el texto de la Gran Carta no permite las interpretaciones torticeras de ciertos personajes de la escena política: «El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho de usarla» (art.…  Seguir leyendo »

Podría ser el manifiesto marxista, porque la mayoría de los que han firmado este enésimo manifiesto a favor del castellano tuvieron sus coqueteos adolescentes con el viejo comunismo. Pero los tiempos han cambiado tanto, que cuando Jordi González le preguntó en televisión a Rosa Díez si era de derechas o de izquierdas, ella navegó por los procelosos mares de la indefinición críptica. Ni lo uno, ni lo otro, sino todo lo contrario, es decir, una buena patriota. ¿Recuerdan la vieja yenka de los azucarados Enrique y Ana? "Izquierda, izquierda, derecha, derecha y...", pues nada, ¡viva España!, ese práctico comodín que acomoda a todos los salvapatrias de la historia.…  Seguir leyendo »

Tema: Este ARI describe la dinámica del sector de la enseñanza del español como lengua extranjera en Argentina, indaga en las condiciones que están favoreciendo su rápida estructuración y expansión y discute algunas perspectivas hacia el futuro.

Resumen: Un conjunto de factores confluyentes, entre los que se cuentan el incremento de la movilidad de los estudiantes universitarios y el de la demanda de aprendizaje de español como lengua extranjera (ELE) en el plano internacional, la relación cambiaria favorable desde la devaluación del peso argentino ocurrida en 2002, la existencia en el país de una oferta educativa amplia y de calidad, así como de una tradición secular de enseñanza de idiomas, ha contribuido a consolidar en pocos años la enseñanza de ELE como un nuevo sector productivo.…  Seguir leyendo »