Ley de Partidos

«Fue una obra de éxito hecha por personas de distinto signo». Así definía Ignacio Astarloa la Ley de Partidos aprobada en 2002 que permitió la ilegalización de Batasuna. El que fue uno de sus principales artífices concluía en un reciente debate: «La democracia española acabó con algo aberrante: que un grupo terrorista tuviese un partido político». Destacó su relevancia «no solo para la lucha antiterrorista, sino como elemento de dignidad de la democracia». Al cumplirse ahora veinte años de aquel hito y once del cese de ETA, debemos hacer memoria. Hoy, Bildu, parte de la estrategia de ETA y su testaferro, como el Tribunal Supremo demostró, ha sido normalizado como un partido democrático legítimo.…  Seguir leyendo »

El pasado 9 de octubre el vicesecretario de Comunicación del Partido Popular, Pablo Casado, defendió "la ilegalización de los partidos que reclaman la independencia"; una semana después, Xavier García Albiol, presidente del Partido Popular en Catalunya, abogó por "ilegalizar programas electorales independentistas". ¿Son viables, constitucionalmente, estas pretensiones?

Antes de responder a esta cuestión es oportuno recordar que la Constitución española (CE) lleva a cabo un reconocimiento expreso (art. 6) del papel que cumplen los partidos -"expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política"- y les impone la obligación de mantener una estructura interna y un funcionamiento democráticos.…  Seguir leyendo »

En las pasadas elecciones europeas, los ciudadanos nos han mandado un claro mensaje a los dos grandes partidos nacionales. Y lo han hecho cuando España atraviesa hoy no sólo una crisis económica, sino sobre todo una profunda crisis política e institucional, en medio de un escenario que encaja a la perfección en la ya clásica definición de crisis: «Cuando lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer».

Nuestro sistema político, nacido de la Transición y consagrado en la Constitución de 1978 se diseñó sobre la base de unos partidos fuertes y cohesionados que dieran estabilidad a nuestra joven democracia.…  Seguir leyendo »

El editorial de Financial Times del 4 de febrero decía sobre España: “Sus instituciones, desde la Monarquía hasta el Poder Judicial, muestran signos de putrefacción”. Así nos ven. Los casos Bárcenas, Amy Martín-Fundación Ideas, ITV de Oriol Pujol, Palau, ponen al desnudo que los aparatos centrales de los partidos desarrollan tumores sin que sus dirigentes sepan/puedan/quieran controlarlos.

No son casos individuales de alcaldes o concejales que se forran con un plan urbanístico o una licencia; presidentes de diputación o alcaldes que colocan decenas de clientes para garantizarse su apoyo; desaprensivos (Gürtel) o financiación ilegal del partido (Filesa o Naseiro). Son metástasis en las sedes centrales abonadas por el descontrol del dinero, utilizado para “engrasar la maquinaria” o llevárselo.…  Seguir leyendo »

Cuando el debate sobre la legalización de Bildu estaba más candente, los que apoyaban una sentencia judicial favorable a la misma recurrieron a un argumento jurídico sólido: las reformas que habían aprobado en el Congreso el PSOE y el PP en la ley de partidos políticos, que permitían dejar sin acta a los electos de dicha formación que mostrasen alguna connivencia con el terrorismo de ETA, eran una salvaguarda en el caso de que el rechazo de la violencia fuera un engaño.

Lo malo del argumento es que cuando parece que va llegando la hora de ponerlo a prueba muchos de quienes lo defendían dicen que es impracticable.…  Seguir leyendo »

La Constitución, base fundamental de nuestro Estado de Derecho, se convertiría en mero papel mojado, si no hubiese un órgano jurisdiccional encargado de cumplirla y de hacerla cumplir. Este órgano en España es, como es sabido, el Tribunal Constitucional, que se ha convertido, a causa de la irresponsabilidad de los políticos, en un órgano politizado, porque no se respetan los plazos para su renovación y porque se le someten cuestiones que no han sabido solucionar los gobernantes, con lo cual se le ha ido debilitando cada vez más.

En efecto, tras haber pasado, mal que bien, la disparatada prueba del enjuiciamiento de la constitucionalidad del Estatuto de Cataluña, le llega ahora una nueva prueba decisiva, de la que no basta con juzgar si existen violaciones de derechos fundamentales o no, tras la sentencia del Tribunal Supremo sobre la coalición Bildu, sino que además deberá resolver algo que el Gobierno ha embarullado con su política antiterrorista, pues no sabemos si está en la ceca o en la meca, con respecto a la banda terrorista ETA.…  Seguir leyendo »

Pasemos por alto aspectos de la sentencia del Tribunal Constitucional que permite a la coalición Bildu presentarse a las elecciones que aun no siendo menores ya han sido profusamente comentados, tales como que el TC -que no forma parte, técnica y constitucionalmente, del Poder Judicial- se haya excedido en sus funciones; o que un partido condicionase al resultado de la sentencia su apoyo parlamentario al Gobierno, hecho harto revelador del estado de la división de poderes en España.

Aproximémonos a lo que nos interesa. El TC restablece en su sentencia el derecho a la participación de Bildu. Cuando el amparo llega al Constitucional, éste debe dilucidar entre el derecho -o los derechos- que el Tribunal Supremo estima proteger en detrimento del que el demandante pretende hacer valer.…  Seguir leyendo »

Mi primera reacción al ver cómo el huevo podrido de la foto del criminal desafiante exhibiendo la pancarta de Bildu con la firma de ETA impactaba contra la recién almidonada toga de la dignidad herida de Pascual Sala fue de regocijo. Lo dije en mi videoblog: dentro de la mezcla de indignación y desánimo que provocaba el recochineo etarra tras su victoria sobre el Estado de Derecho y la dignidad nacional, al menos quedaba un resquicio para celebrar que hubiera dejado en ridículo la casi simultánea comparencencia del presidente del Constitucional, haciéndose el ofendido con aires de doncella mancillada por las críticas recibidas.…  Seguir leyendo »

Cuando comencé a escribir este artículo, se conocía el fallo pero no se había publicado todavía la sentencia del Tribunal Constitucional que ha dado luz verde a la presentación en las próximas elecciones de la coalición Bildu, formada por independientes y por los partidos Eusko-Alkartasuna (EA) y Alternatiba Eraikitzen.

Como es sabido, Bildu fue considerada por el Tribunal Supremo, en una reciente sentencia, como una coalición con peso determinante de la antigua Batasuna, en su momento un partido ilegalizado por formar parte del entramado de ETA. Ningún problema de legalidad ofrecía EA, durante largos años aliado del PNV, ni Alternatiba, una reciente escisión de Esker Batua, la rama vasca de Izquierda Unida.…  Seguir leyendo »

La Constitución, base fundamental de nuestro Estado de Derecho, se convertiría en mero papel mojado, si no hubiese un órgano jurisdiccional encargado de cumplirla y de hacerla cumplir. Este órgano en España es, como es sabido, el Tribunal Constitucional, que se ha convertido, a causa de la irresponsabilidad de los políticos, en un órgano politizado, porque no se respetan los plazos para su renovación y porque se le someten cuestiones que no han sabido solucionar los gobernantes, con lo cual se le ha ido debilitando cada vez más.

En efecto, tras haber pasado, mal que bien, la disparatada prueba del enjuiciamiento de la constitucionalidad del Estatuto de Cataluña, le llega ahora una nueva prueba decisiva, de la que no basta con juzgar si existen violaciones de derechos fundamentales o no, tras la sentencia del Tribunal Supremo sobre la coalición Bildu, sino que además deberá resolver algo que el Gobierno ha embarullado con su política antiterrorista, pues no sabemos si está en la ceca o en la meca, con respecto a la banda terrorista ETA.…  Seguir leyendo »

Después de la negativa a Sortu, negativa a Bildu. Rodeado de serias dudas sobre si en esta cuestión pesan estrictamente, como debieran, los argumentos jurídicos y las pruebas, y no los recelos políticos, el Tribunal Supremo ha dejado fuera de las elecciones municipales del 22 de mayo a la izquierda aberzale. Seis de los magistrados de la Sala Especial que ha examinado el tema, frente a una mayoría de nueve, no están de acuerdo con la negativa. Eso indica que no estamos ante una cuestión clara y meridiana. Pero lo claro y meridiano es que todo lo que ha dicho y hecho la izquierda aberzale en los últimos meses para desmarcarse de ETA y de la violencia, y para subrayar que su apuesta exclusiva es por los procedimientos democráticos, no le ha servido para nada.…  Seguir leyendo »

Las franquicias de ETA

¿Qué es mejor: no tener Gobierno, como ocurre en Bélgica desde hace 300 días, o, por el contrario, tener un Gobierno que gobierna, desde hace más de 300 días, contra los intereses nacionales? No creo que haga falta pensar mucho para decidir que cuando hay que elegir entre dos males, siempre hay que escoger el que sea menor. Lo que pasa es que mientras no haya elecciones generales, tendremos que seguir soportando las tropelías que comete un Gobierno que ha perdido la legitimidad.

Y la ha perdido tanto en la forma como en el fondo. En la forma, porque, en primer lugar, el presidente del Gobierno ya no ejerce de tal, sino que ha delegado en el vicepresidente primero Pérez Rubalcaba, que es quien toma las decisiones; en segundo lugar, porque el vicepresidente tercero, después de lo que está saliendo cada día sobre sus arbitrariedades y nepotismo en el pasado, no está dispuesto a dimitir de un cargo que no se merece en absoluto y en el que no tiene ninguna competencia para ejercerlo; y, para no agotar el tema, en tercer lugar, porque el ministro de Justicia o no sabe suficiente Derecho o nos toma el pelo a los que nos dedicamos a este menester y, por extensión, a todos los ciudadanos.…  Seguir leyendo »

La lucha contra el terrorismo se libra a veces con una mano atada a la espalda para evitar que loables fines se persigan con medios ilegales. Sin embargo, las democracias no deben renunciar a aplicar todos los recursos posibles dentro de la legalidad al enfrentarse a amenazas que explotan los límites que el marco legal impone. Esta premisa sirve para oponer argumentos jurídicos y políticos a la interpretación de los magistrados partidarios de la legalización de Sortu a pesar de que esta formación no ha roto con ETA, como demuestra la reciente sentencia del Supremo.

Sorprende el rechazo a una «ilegalización preventiva» que los magistrados discrepantes consideran injustificada.…  Seguir leyendo »

De todas las frases espantosas que las actas de Thierry ponen en labios del Gobierno la más tremenda es, en efecto, la pronunciada el 27 de octubre de 2006 durante la discusión suscitada por el robo etarra de las 350 pistolas de Vauvert en plena tregua: «Antes de iniciar el proceso estábamos en guerra, vosotros hacíais unas acciones y nosotros otras. Vosotros matabais y secuestrabais, nosotros deteníamos y abríamos procedimientos judiciales».

No es difícil imaginar la satisfacción con la que debió de escuchar esto el portavoz de la banda y la euforia que debió de cundir entre los pistoleros que lo leyeron después.…  Seguir leyendo »

Tras la sentencia del Tribunal Supremo denegando la inscripción registral del nuevo partido abertzale Sortu, todas las noticias y comentarios dieron por supuesta la interposición inminente de un recurso ante el Tribunal Constitucional. A ello se añadieron tanto las dudas sobre si la sentencia se dictará con el tiempo suficiente para que el partido vasco pueda presentarse a las próximas elecciones locales, como las especulaciones sobre si el TC retrasará su sentencia con el único fin de que la nueva formación política no esté a tiempo de formalizar su candidatura.

Una vez más, la ignorancia del derecho induce a la confusión y, con el río ya revuelto, es fácil aprovechar la ocasión para acusar al TC de estar politizado.…  Seguir leyendo »

"Nos hemos vuelto todos locos". Esa es la desoladora sensación que irresistiblemente me invade ante la sentencia del Tribunal Supremo sobre la ilegalización de Sortu y ante los argumentos de unos y otros, antes y después de la misma, a favor y en contra.

No quiero entrar aquí en el debate acerca de la retórica distinción entre argumentos jurídicos y argumentos políticos, pues como la propia práctica judicial muestra y la sentencia del Supremo corrobora, el inevitable fracaso del proyecto utópico del derecho de construir un lenguaje perfecto de significado inequívoco que permita tomar decisiones judiciales basadas en un simple cálculo obediente a la lógica deóntica hace inevitable que la aplicación de la ley esté siempre mediada por la divergente y muy subjetiva interpretación de los jueces, y esas divergentes interpretaciones suelen estar motivadas -en el mejor de los casos- por consideraciones políticas, y -en el peor y más frecuente de los casos en nuestro país- por consideraciones morales y religiosas, por intereses económicos, profesionales y gremiales, o por simples motivos o síndromes psicológicos, entre los cuales la vanidad y la megalomanía suelen ser los más abundantes entre los jueces y juristas.…  Seguir leyendo »

«Otra victoria como esta y todo estará perdido». La frase se atribuye a Pirro, rey de Epiro, tras derrotar a los romanos sufriendo graves pérdidas en sus propias fuerzas en la batalla de Asculum en el año 279 AC en el marco de una guerra de cinco años que acabó perdiendo. Me resulta difícil huir de esta idea mientras se suceden las reacciones de satisfacción por la decisión de la Sala del 61 del Tribunal Supremo, que ha rehusado la inscripción de Sortu en el registro de partidos políticos, asumiendo los argumentos de la Abogacía y la Fiscalía General del Estado.…  Seguir leyendo »

Hace unas semanas se presentó el partido vasco Sortu y, entre los asistentes, ocuparon la primera fila conocidos políticos de la antigua Batasuna. No obstante, tanto quienes encabezaban la dirección de dicho partido como, muy especialmente, el contenido de sus estatutos, eran significativamente distintos al ilegalizado partido abertzale. Con buen criterio, el Ministerio del Interior procedió a no inscribirlo en el Registro de Partidos Políticos y, de acuerdo con la ley de Partidos, remitió el asunto al Tribunal Supremo para comprobar si la nueva formación era una mera sucesora del partido ilegalizado y, por tanto, no cabía su inscripción. Como es obvio, hay sospechas más que sobradas de que ello sea así, pero, en todo caso, hay que probarlo en el curso de un proceso con las debidas garantías judiciales.…  Seguir leyendo »

Las malas películas son predecibles y repetitivas y, en la de la violencia en Euskadi, el caballo del malo dejó de correr hace tiempo. Sin montura, sin agua, sin una mano amiga, a la izquierda aberzale ilegalizada no le queda otra que soltar lastre, digerir un fracaso de 30 años de silencio ante la violencia de ETA y buscar, ahora, la empatía de otros para sobrevivir políticamente. Es comprensible la tentación de mirar para otro lado, de dejar que sigan macerando en un caldo en el que hasta la fecha creyeron afianzar la cohesión de su propio entorno sociopolítico. Que sigan practicando la endogamia intelectual y expulsando al disidente hasta quedar reducidos a la nada.…  Seguir leyendo »

Pocas veces ha sido tan llamativo el desorden en nuestro debate sobre el terrorismo como en las últimas semanas, cuando se ha asentado la idea de que lo decisivo para determinar si ETA-Batasuna sigue siendo una banda terrorista es lo que ETA-Batasuna diga al respecto en sus propios estatutos. Algo así como preguntar al delincuente si sigue siendo o no un delincuente, con la advertencia de que si responde que sí seguirá padeciendo la pena a la que fue condenado, pero si responde que no quedará libre. Sólo como terrible efecto de una visión romántica del terrorismo etarra es comprensible que se dé por buena la idea de que quien es capaz de asesinar no será capaz de faltar a la verdad o de jugar con las palabras para crear confusión a aquellos a los que ha venido asesinando.…  Seguir leyendo »