VII. Del 'Yo acuso' a la victoria judicial
En 2009 seguía sintiéndome personalmente implicado en la investigación del 11-M. La sentencia llena de lagunas y contradicciones que el juez Bermúdez y sus compañeros habían dictado en 2007, eximiendo a los acusados por la fiscalía como cerebros de la masacre, había sido podada aún más en 2008 por el Tribunal Supremo, cuando absolvió en la casación a otros tres de los islamistas condenados.
Al final sólo quedaba Jamal Zougam como autor material de la colocación de los explosivos en los trenes. Algo aparentemente incomprensible, teniendo en cuenta que se daba por probado que era también quien había vendido a otros miembros del comando las tarjetas utilizadas en los teléfonos que habrían hecho estallar las bombas.… Seguir leyendo »