La reforma laboral como problema
Tenemos muchos problemas, pero uno de ellos es particularmente grave, humano, social, económico y político: el paro. Una sociedad mínimamente responsable no puede permitirse tener al 21% de su población que puede y desea trabajar sin una ocupación, viviendo de la escasa e insegura sopa boba del Estado del bienestar, sin desarrollar su capital humano, sin la autoestima que da saberse útil.
«No exageres -me dice el lector-. La tasa de paro es mucho menor». Sí, claro. Pero esto no hace sino añadir nuevos calificativos al problema. La economía sumergida es ineficiente e injusta; es muestra de la falta de calidad humana y profesional de algunos empresarios (los que están permanentemente sumergidos); es una prueba del fracaso de nuestro mercado de trabajo, que no es capaz de crear empleos eficientes para todos.… Seguir leyendo »