Música (Continuación)

There were many strange tragedies to Michael Jackson's life, but an ­unexpected sadness is that, in death, this huge global celebrity makes me think, not of Thriller, not even of the Jackson 5, but of a 47-year-old Scottish woman who was allegedly last seen in a hotel in Liverpool crying for her cat, ­Pebbles. Jackson's death and Susan Boyle's all too obvious unhappiness both stem from the same source: fame.

I have never believed, and nothing in the past few weeks has altered my certainty, that one can be famous in today's world of mass media and 24-hour paparazzi and lead a happy, mentally healthy life.…  Seguir leyendo »

Outside UCLA hospital they gather with their candles and their teddies, spooky lookalikes in full Thriller garb, wan teenagers wearing a single lace glove. They sway and sing I’ll Be There with sad faces to disguise the serotonin buzz from their frenzied collective mourn-in. Fans cry now for Michael Jackson, but they killed him. They always do.

I met Pete Doherty’s mother a few years back when he was at his most vulnerable, flicking between rehab and jail, just one misjudged fix from extinction. And she told me about his fans, who’d slip him gear when he was struggling to quit, tell her they went to every gig he ever performed “just in case, you know, it happens to be his last”.…  Seguir leyendo »

Beethoven no consiguió que ninguno de sus arrebatados amores le quisiera lo suficiente como para casarse con él. No tuvo hijos, por tanto, y cuando trató de superar esta carencia afectiva adoptando a un niño, su sobrino, le salió un badulaque. De Beethoven se puede decir como sentencia que era feo, sordo y sentimental, y pobre, muy pobre. No conozco un solo caso de músico - me refiero a la música de verdad-a quien una madre considere un buen partido para su hija. Y así ocurrió siempre. Por si fuera poco, tenía un carácter violento y era sumamente grosero con la gente en general y con los intérpretes en particular, hasta tal punto que estos se negaban a que presenciara los ensayos.…  Seguir leyendo »

El timo del tocomocho consiste en coger un billete de lotería falso y venderlo como si fuera premiado, pero a un precio inferior. Pues lo de la SGAE y el 10% que se lleva (¡legalmente!) de la recaudación de los conciertos se ampara en una forma de funcionar muy parecida. Les cuento (y se lo cuento por haberlo vivido en primera persona, como promotor, road manager o regidor de sala, decenas de veces a lo largo y ancho de la geografía española, tanto en el siglo pasado como en el presente: el factor empírico está de mi lado).

Imaginemos que en una sala de Barcelona (por decir una ciudad que nos suena a todos) un grupo realiza pruebas de sonido.…  Seguir leyendo »

En una reciente entrevista, Bob Dylan ha dicho que el aire del sur estadounidense está lleno de fantasmas sin rumbo y espíritus atormentados, todos dando alaridos, desamparados. Como si estuvieran atrapados en algún tipo de red extraña, en un purgatorio entre el cielo y la tierra, y no pudieran descansar en paz. Y eso, afirma el bardo de Duluth, se siente por todas partes. Esa entrevista la ha concedido Dylan para promocionar su nuevo disco, Together Through Life. En una de las nuevas canciones de ese LP, Feel A Change Comin' On, dice: "Estoy escuchando a Billy Joe Shaver y leyendo a James Joyce.…  Seguir leyendo »

El alma del universo está ensamblada con el número y la armonía, decía Platón en el Timeo. Durante la Edad Media el quadrivium se organizaba en cuatro disciplinas que giraban sobre la cantidad: la aritmética, que estudiaba la cantidad discreta en sí misma; la música, la cantidad comparada con otras, como proporción; la geometría, la cantidad continua fija; y la astronomía, la magnitud en movimiento. El papel nuclear de la música se reforzó en el Renacimiento con el neoplatonismo y la tradición hermética. La armonía no era sólo el nombre de la consonancia, sino expresión del orden de los cuerpos celestes, las esferas, y, por extensión, del universo.…  Seguir leyendo »

Uno de los acontecimientos musicales más interesantes de este año en Madrid tiene lugar en la programación de Musicadhoy 2009, dirigida por Xavier Güell, y consagrada a un músico italiano todavía poco conocido, Giacinto Scelsi, Conde de Ayala-Valva, cuya vida se prolongó a través de todo el siglo XX (1905-1988). El ciclo se titula El universo Scelsi.

En vida fue sencillamente ignorado y hasta despreciado por el club de la música contemporánea, por utilizar la apropiada expresión de Tomás Marco. Murió sin haber recibido el reconocimiento que su obra merecía. Se hizo verdad una vez más que la época de la información y la comunicación es también la que hace posible que se produzcan, en ocasiones, las más llamativas carencias de reconocimiento de lo que es valioso.…  Seguir leyendo »

Últimamente hemos asistido a dos manifestaciones, aparentemente opuestas, de una idéntica situación: me estoy refiriendo al silencio al que fuimos sometidas las mujeres compositoras en el extra de Babelia dedicado a la música contemporánea del pasado 27 de septiembre, así como la media página que, en este mismo periódico se nos concedió, el jueves 23 de octubre, a raíz del concierto Fémina Clásica organizado por Fundación Autor. Tanto un caso -el silencio- como el otro -la fuerza de la imagen con siete compositoras en torno a un piano y el acertado titular ¿Discriminadas? Rotundamente, sí-, obedecen a la misma situación: las mujeres en la música y más concretamente en el territorio patriarcal por excelencia, la composición, continuamos siendo pájaros exóticos, mitad temidos, mitad mimados paternalistamente, como "nenitas", en ningún caso en igualdad de condiciones con nuestros colegas varones, sin la mayoría de edad necesaria, y a los hechos me remito.…  Seguir leyendo »

Ese hombre menudo, con aire de anticuario retirado, que mira tras unas gafas de culo de vaso y que luce una sonrisa que parece una mueca, fue un titán. Ahora tiene setenta y siete años y se notan, aunque sólo sea porque todo en él respira esa tranquilidad del que es consciente de que no hay vuelta atrás, que uno está metido en ese último tramo de la vida en el que las cosas han de afrontarse a solas y sin otra ayuda que los íntimos.

Debe de ser difícil apuntar un día, o una semana, o un mes, para decir lo dejo y no volveré a subir a un escenario.…  Seguir leyendo »

Vive el mundo de la ópera prisionero de su propia historia, con sus complejos elitistas, sus ansias de democratización o el peso de la tradición a sus espaldas. En el verano se siente, en cualquier caso, más libre, y hasta echa una canita al aire al hilo de algunos festivales. Rejuvenece, por así decirlo. La separación entre la estación estival y el resto del año a la hora de afrontar aventuras estéticas no es tan acusada como hace unos años, donde los festivales marcaban las tendencias artísticas y las temporadas de invierno las imitaban. Ahora, las transiciones son más suaves y la cuestión es puramente psicoanalítica o, dicho de otra manera, el problema radica en que cada protagonista se acepte como es, sin querer jugar papeles extraños.…  Seguir leyendo »

1. La gran música de las últimas décadas del siglo XX sabe siempre conjugar la dimensión más material del sonido, o la energía y fuerza que encierra, con formas propias de una inteligencia potenciada al máximo de sus posibilidades.

La música es una gnosis sensorial. Por gnosis debe entenderse un conocimiento que nos cura de la infirmitas. Salud, salvación: ese es el don que puede acogerse -como dice Hölderlin- «cuando arrecia el peligro». La música es un don que proporciona conocimiento, reconocimiento de uno mismo, y promesa de salvación. Musica Dei donum (como se reconoce en el hermoso motete al que puso música, entre otros, Orlando di Lasso).…  Seguir leyendo »

En qué se han convertido los festivales de rock o de música hortera? La respuesta es humillante, ácida y descorazonadora. Las nuevas generaciones son aplastadas por las marcas comerciales, la publicidad, el nihilismo de las multinacionales de organización de conciertos -casi dueños de los artistas- y la rendición de las grandes estrellas ante el estado del deprimido negocio discográfico. Un festival de hoy puede parecerse más a una verbena de pueblo o, lo que es peor, a un centro comercial, un supermercado o un carnaval de marcas

¿Qué queda de los festivales de Monterrey, Woodstock o Wight? Todo aquello empezó como magníficas manifestaciones contraculturales, como el equivalente cultural de una posición política.…  Seguir leyendo »

La música es la más ubicua de las expresiones pertenecientes a las artes y a las industrias culturales. Se escucha no sólo en la radio, el cine, la televisión, los videojuegos y los equipos de sonido, sino en ascensores, lectores portátiles y teléfonos móviles, ordenadores, publicidad, restaurantes y por doquier en la calle. Desde luego, para la gran mayoría también son ubicuos visión, tacto, gusto y olfato, pero en ninguno de estos casos nos acompañamos continuamente de obras artísticamente organizadas, como hacemos cuando pasamos de una música a otra. Si bien vemos publicidad por doquier, no nos sometemos a ver una película tras otra, ni seguimos comiendo sin parar.…  Seguir leyendo »

People always ask me, “What comes first, the music or the lyrics?” I don’t know why people are so fascinated with the answer to that question, and the question always makes me slightly nervous, as if I should have an expert opinion or a backlog of statistics on my own songwriting to give a definitive answer. I can’t.

Often, it’s true for me that the lyrics come first. I seldom find just melodies on the guitar that come out fully fleshed and add the lyrics afterward. If I start on the piano, it often happens that the melody will come first, of a piece.…  Seguir leyendo »

Todos hemos visto las imágenes. Un tipo espigado con un tupé que es al de un rocker lo que la Harley-Davidson a una Vespino. Unas gafas desproporcionadas que esconden la cara chupada, un chaleco de lentejuelas y una guitarra de juguete. Las letras son un popurrí de la culturilla callejera más reciente y efímera (¿efímera?). «El chiki-chiki mola mogollón, lo bailan en la China y lo bailan en Alcorcón. Dale chiki-chiki a esa morenita; que el chiki chiki la pone muy tontita. Lo baila Rajoy, lo baila Hugo Chávez, lo baila Zapatero, mi amor, ya lo sabes...» Por si la televisión no bastara, mete uno en internet su nombre y lo encuentra en la Wikipedia junto con una publicidad de «Exito de Buenafuente, ahora en el móvil», y apuesto a que funciona.…  Seguir leyendo »

North Korea is one of the world's most oppressive and closed dictatorships. It is perhaps the last living example of pure totalitarianism - control of the state over every aspect of human life. Is such a place the right venue for a western orchestra? Can one imagine the New York Philharmonic, which performed to great acclaim in Pyongyang, entertaining Stalin or Hitler?

All totalitarian systems have one thing in common: by crushing all forms of political expression except adulation of the regime, they make everything political. There is no such thing in North Korea as non-political sports or culture. So there is no question that the invitation to the New York Philharmonic was meant to burnish the prestige of a regime, ruled by the Dear Leader, Kim Jong-il, whose standing is so low - even in neighbouring China - that it needs all the burnishing it can get.…  Seguir leyendo »

For the past six decades, North Korean music lovers have had little to sing about. Like everything else in that dark and shuttered country, music is part of the system of communist oppression presided over by Kim Jong Il: “Dear Leader”, tyrant and, inevitably, musical expert.

Mr Kim is said to compose his own music, of a spectacularly dreary and self-idolising sort. Back in 1968 he set down the inviolable principles of North Korean music: there should be no “uproarious Western music”, but only “lively and militant marches” celebrating his father, Kim Il Sung.

The last concert that Kim Jong Il attended included such catchy hits as No Motherland without You, with the lyrics: “Even if the world changes hundreds of times, people believe in you, Comrade Kim Jong Il!…  Seguir leyendo »

Hace poco asistí a un concierto inusual. Fue en el pequeño auditorio de Santa Coloma de Gramanet, una población del cinturón barcelonés. En el transcurso del concierto la violinista ucraniana Ala Voronkova interpretó, seguidos, los 24 caprichos de Niccolò Paganini, algo completamente excepcional dada la extrema dificultad de muchos de ellos. Fueron dos horas de música difícil y magnética en las que Voronkova, plantada en el centro de un escenario de madera desnudo y sin ornamentación alguna, hacía luchar el arco con las cuerdas en una equilibrada combinación de virtuosismo y furia. Aparte de la habilidad técnica, el esfuerzo físico de la interpretación era tan grande que los espectadores permanecíamos en vilo, temerosos de que algo interrumpiera aquel derroche sonoro.…  Seguir leyendo »

El rock'n'roll dorado de The Rolling Stones se llevaba bien con la diversión, lo impredecible y la anarquía, cierto, pero porque se trabajaba la inocencia buscando puntos de apoyo en la realidad. Que era una música muy útil para escapar de la convencional realidad cotidiana, también, pero porque tenía un muy intuitivo sentido de esa realidad de la que pretendía escapar (un ejemplo, Gimme shelter, una de sus tres mejores canciones). Eso ya es historia: hace lustros que sus nuevas composiciones no son útiles para vivir. Más o menos, los mismos que hace que se convirtieron en linces, o en ratas, de los negocios.…  Seguir leyendo »

Dicen los diarios que los expertos aseguran que el principal enemigo del cine actual --se refieren al ingreso de dinero en las taquillas, no a su calidad-- es la piratería. No se sabe a qué clase de expertos se refieren, pero a buen seguro se trata de personas que saben mucho de cine y de piratas, pero poco de sueldos españoles, para los cuales el cine --y la cultura en general-- es caro. Asumamos, por aquello de que hoy en día todo es mercado, que la cultura no deba ser gratuita y, por lo tanto, igual de accesible para todos los ciudadanos --afirmación con la que de ninguna manera podría estar de acuerdo quien firma este artículo--.…  Seguir leyendo »