Negociación terroristas

Guerrilla fighters from the Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC) are preparing to be demobilized in December 2016, just after the signing of a peace agreement that guarantees that the vast majority of them will not be tried before the special tribunal set up by the peace accord, in exchange for their contribution to truth and reparations. Photo: © Raul Arboleda / STR / AFP

The 2016 Peace Agreement between the Government of Colombia and the FARC guerrilla recognized previous institutional developments, including the multiple transitional justice mechanisms. An example of this is that the transitional justice system that was agreed upon is based on lessons learned from the past that led to the adoption of a model that, through the joint action of different entities, sought to better satisfy the rights of victims. This also took into account that the massive nature of human rights violations required not only judicial, but also extrajudicial and administrative measures in order to maximize the response to the victims.…  Seguir leyendo »

FARC officials at the signing of part of the peace agreement, in December 2015 in Cuba. Colombian judiciary now seems under pressure to implement a sanctions regime more lenient than considered in the agreement. Photo : © Adalberto Roque / AFP

Demobilized former top commanders of the Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC) guerrillas recently criticized publicly the Special Jurisdiction for Peace (JEP), the judicial branch of the country’s transitional justice system, claiming that judges were departing from the 2016 peace accord.

Among other critiques listed in two letters sent to President Gustavo Petro and former FARC members between February 7th and 19th, the former commanders raised seemingly preemptive concerns about the “sanctions” that the Special Jurisdiction has yet to impose. Putting in place these sanctions, that is, the penalties that will attach to individual admissions of responsibility, will be a critical test for the credibility of the transitional court system.…  Seguir leyendo »

Colombia: ¿la paz contra la paz?

Por lo que hemos sabido, los cuatro indígenas eran menores de edad que habían sido reclutados a la fuerza por la guerrilla, y fueron asesinados a sangre fría cuando trataron de escapar. La columna guerrillera que los asesinó —y que ha negado, cómo no, haberlos asesinado— es parte de lo que se ha llamado Estado Mayor Central, uno de los grupos que salieron como esquirlas de las FARC desmovilizadas, traicionaron los Acuerdos de Paz de 2016, volvieron a tomar las armas y ahora parecen dispuestos a regresarnos a todos a los escenarios de sangre de antes de los acuerdos. El Gobierno de Gustavo Petro, que había acordado un cese al fuego bilateral con estas estructuras, ahora se ha visto obligado a ponerle fin a la tregua.…  Seguir leyendo »

En espacio de pocos días, los colombianos recibimos las visitas del rey Felipe VI y de António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas. Los dos manifestaron su apoyo irrestricto a los Acuerdos de Paz, para satisfacción de muchos de nosotros, pero la visita de Guterres tuvo además otras aristas que hablan bien de los problemas que enfrentamos. El secretario general participó en un acto de conmemoración de la firma del Acuerdo final, celebró el compromiso de los desmovilizados, escuchó cantar a un coro conformado por hijos de los firmantes y visitó el espacio Fragmentos, cuyo suelo está hecho con el material de los fusiles fundidos de las guerrillas.…  Seguir leyendo »

Un retrato de la excombatiente Doris Suárez.Camilo Rozo

No tuve que perder la libertad para valorarla en su total magnitud. El Che decía que la cárcel era un accidente de trabajo, y así lo asumí. Visto así, permanecí en “incapacidad laboral” durante 14 años y un día. Decirlo obviamente tiene una dimensión diferente a la vivida. Llegué a la cárcel untada de montaña y de camaradería, la tenía más allá de la piel, ese fue mi caparazón.

Durante ese pocotón de años me pasearon por cinco prisiones del país. Tuve como bastión la literatura, el buen ejemplo que nos han dejado tantos luchadores sociales radiantes de dignidad y de coraje, y quizás también esos traslados arbitrarios me ayudaron a sobrevivir sin desmoronarme ni dejarme untar de los vicios públicos y secretos que proliferan en todas las prisiones.…  Seguir leyendo »

Murales de las FARC es un espacio de reintegración de excombatientes, este octubre en Tolima.RAUL ARBOLEDA (AFP)

Colombia está al filo de la navaja. A cinco años de la firma del Acuerdo de Paz entre el Estado y la guerrilla de las FARC–EP para terminar con el conflicto armado, hay avances incuestionables, pero también preocupantes señales de deterioro que pueden malograr el objetivo superior de lograr esa paz grande que los colombianos anhelamos.

Desde el punto de vista de los avances, hay por lo menos tres asuntos para destacar: el primero es que el conflicto armado, tal como lo conocimos sobre todo en las últimas tres décadas, terminó. El fin del principal grupo guerrillero que puso en vilo la estabilidad nacional y ocasionó innumerables atrocidades y afectaciones humanitarias, es un hecho.…  Seguir leyendo »

Iván Duque (izquierda), junto a Álvaro Uribe en la campaña de 2019.Nacho Doce

Escribo en la madrugada del 2 de octubre, cinco años después del día en que los colombianos fuimos a las urnas para votar sobre los Acuerdos de Paz de La Habana. Los acuerdos eran el fruto de largas negociaciones que habían dejado una fractura visible en la sociedad colombiana, y así llegábamos a ese domingo: divididos, enfrentados, peleados con nosotros mismos como no lo habíamos estado desde los 300.000 muertos de la violencia partidista de los años 50. Los enemigos del Proceso de Paz, liderados por el expresidente Álvaro Uribe, habían lanzado en los últimos meses una campaña grotesca de mentiras y distorsiones que calaron en una ciudadanía adolorida, vulnerable y crédula; y así llegaron miles a votar, convencidos de que los acuerdos convertirían a Colombia en la nueva Venezuela, le quitarían a la gente sus pensiones para dárselas a los guerrilleros y buscarían secretamente —mediante un arma temible llamada ideología de género— la destrucción de la familia cristiana.…  Seguir leyendo »

Resumen 1

El siguiente trabajo describe las dinámicas de la violencia guerrillera en Colombia por parte de las FARC-EP y el ELN antes, durante y después del Acuerdo de Paz suscrito con la primera de las guerrillas en 2016. De este modo, se trata de poner en valor cómo la presencia territorial de ambos grupos armados se redefinió bajo una fuerte impronta periférica y una mayor dependencia cocalera, características que responden a un paulatino proceso de debilitamiento acontecido, sobre todo, entre 2002 y 2012. Asimismo, se muestra la resignificación y la intensificación de la violencia en la actualidad, resultado de un proceso de implementación del Acuerdo de Paz con muchas dificultades, en donde los nuevos protagonistas en el fondo responden a las mismas lógicas tradicionales, operando en los mismos territorios que cuando existían las FARC-EP.…  Seguir leyendo »

Colombia parece no estar preparada para la reconciliación. Incluso en medio de la pandemia —que supondría una tregua frente a un escenario catastrófico—, las tensiones políticas no ceden. Los vendajes que cubren las heridas del pasado se deshacen con una facilidad sorprendente. La semana pasada, esa fragilidad volvió a quedar en evidencia con el nombramiento de Jorge Rodrigo Tovar Vélez en un cargo público.

El joven abogado fue designado como coordinador del Grupo de Articulación Interna para la Política de Víctimas del Conflicto Armado: una posición que, como su nombre lo indica, lidia con los rezagos de la guerra. Tovar Vélez conoce el tema y nunca ha sido cuestionado por su conducta.…  Seguir leyendo »

It’s no secret that Colombia’s president, Iván Duque, and his ruling party have never been fond of the peace agreement signed with the Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC) guerrillas in 2016. The deal has come under enormous pressure over the years, but the pandemic has provided the perfect pretext to avoid its implementation.

The government recently called for the exclusion of former FARC commanders from politics, a critical element of the negotiations, while killings of demobilized combatants and human rights defenders have risen during the quarantine. Meanwhile, plans to restart fumigation of illicit crops, discouraged by the deal, are moving forward, and money allocated to peace programs is being used to promote the president.…  Seguir leyendo »

Les fausses nouvelles nous rappellent tous les jours que la santé mentale d’une société est fragile

La deuxième décennie de ce siècle tourmenté a commencé deux ans plus tard pour les Colombiens : lorsque, en 2012, le gouvernement a annoncé l’ouverture d’un dialogue de paix avec la guérilla des FARC. Il s’agissait d’aboutir à la sortie négociée d’une guerre qui, remontant à plus d’un demi-siècle, avait laissé sur son chemin près d’un quart de million de morts, et dont le nombre des autres victimes – blessés, individus enlevés ou contraints de partir ailleurs en raison de la violence multiforme – s’élevait au chiffre effroyable de plus de sept millions.

Par le passé, des négociations similaires avaient été initiées à plusieurs reprises avant de se solder par des échecs retentissants.…  Seguir leyendo »

Un manifestante a favor de los Acuerdos de Paz de Colombia en una marcha en Medellín en marzo de 2019. Credit Luis Eduardo Noriega/EPA vía Shutterstock

Alexander Parra, un exguerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), se convirtió en gestor de paz cuando ese grupo dejó los fusiles para involucrarse en la vida política. La noche del 24 de octubre, a las afueras de Mesetas, un pueblo ubicado en los Llanos Orientales de este país, Parra jugaba ajedrez cuando varios hombres encapuchados interrumpieron la partida a balazos. Durante muchos años sobrevivió a la guerra, para morir abaleado en supuestos tiempos pacíficos.

Su muerte confirma que Colombia aún no supera el conflicto y revela el enorme riesgo que corre la construcción de la paz.

Hay algo de ironía en el asesinato de Parra.…  Seguir leyendo »

La historia de la humanidad ha demostrado que la mejor guerra es la que no se hace, pero, una vez hecha —por más de medio siglo cómo ocurre en Colombia—, todos los procesos de superación de la violencia son complejos, imperfectos y tienden a crisis permanentes, cuando no al fracaso. Prueba de ello es que todos los procesos de paz ensayados en ese país —casi uno por Gobierno— no han sido capaces de consolidar un acuerdo escrito, y el actual, considerado modélico sobre el papel, puede estar herido de muerte cuando los verdaderos artífices por parte del Secretariado de las FARC, los de mayor influencia y predicamento, voceros en la pasada negociación, lo dan por finiquitado.…  Seguir leyendo »

Gente en Colombia prende velas en un memorial por el asesinato de la candidata a alcaldesa Karina Garcia, el 2 de septiembre de 2019 en la región de Cauca. (Ernesto Guzmán para JR/EPA-EFE/REX).

¿Cuál paz? Eso preguntan algunos críticos del proceso de paz en Colombia. Hace cerca de tres años se firmó el acuerdo que puso fin al conflicto armado con la guerrilla de las FARC, la más grande y antigua del hemisferio occidental. Sin embargo, persisten varias fuentes de violencia: el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el último grupo guerrillero remanente; organizaciones dedicadas al negocio del narcotráfico; y un pequeño porcentaje —menos del 10%— de guerrilleros de las FARC que no se acogieron al acuerdo, sumados a un puñado de excomandantes que recientemente anunciaron su decisión de retomar la lucha armada.

¿Cuál paz, entonces?…  Seguir leyendo »

Un grupo de ciudadanos se manifestó en apoyo al acuerdo de paz en el centro de Bogotá, el 24 de noviembre de 2019. Credit Iván Valencia/Associated Press

Las imágenes circularon en la mañana del jueves 29 de agosto: Iván Márquez, uno de los jefes guerrilleros que negociaron con el gobierno colombiano el final a medio siglo de guerra incruenta, anunciaba su decisión de retomar las armas. Explicó que la nueva guerrilla no practicaría “retenciones con fines económicos”, que es como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) hablaron durante años del crimen cruel y deleznable del secuestro; explicó que dialogarían con “gentes pudientes del país para buscar por esa vía su contribución”, lo cual no es más que una extorsión anunciada. Y luego avisó que no atacarán a policías y soldados, sino que su objetivo, en esta nueva guerra, será la oligarquía.…  Seguir leyendo »

Iván Márquez, al centro, anunció en un video que un grupo de antiguos miembros de las Farc volverían a las armas. Credit Agence France-Presse — Getty Images

“Aproximadamente la mitad de los países que salen de una guerra vuelven a caer en la violencia en un plazo de menos de cinco años”, escribió el exsecretario general de las Naciones Unidas Kofi Annan en 2015. En Colombia, donde ya transcurrió más de la mitad de ese periodo, la paz permanente no está garantizada. Un acuerdo de noviembre de 2016 puso fin a medio siglo de conflicto entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), un grupo guerrillero de izquierda. Pero cada vez hay más motivos para preocuparnos.

Iván Márquez, el segundo al mando de las Farc y quien encabezó al grupo de negociación de la guerrilla en La Habana, anunció que tomaría de nuevo las armas.…  Seguir leyendo »

Dos miembros disidentes de las Farc patrullan una región en Colombia en 2018. Credit Federico Rios for The New York Times

En un video publicado el miércoles 29 de agosto, un antiguo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) emitió un nuevo llamado a las armas. Luciano Marín —conocido como Iván Márquez—, quien fue el negociador principal del grupo armado durante los diálogos de paz, apareció frente a una veintena de exguerrilleros de las Farc ataviados en sus uniformes y explicó por qué él y su grupo de insurgentes regresaban a la selva. Habló de una “oligarquía corrupta” y de la traición de un gobierno que no cumplió con el acuerdo de paz firmado en 2016.

Estas son malas noticias para los colombianos.…  Seguir leyendo »

Two FARC dissident rebels in 2018, on patrol in Colombia. Credit Federico Rios for The New York Times

In a video released on Wednesday, a former top commander of the Revolutionary Armed Forces of Colombia issued a new call to arms. Luciano Marín, who is known by the alias Iván Márquez and was the lead negotiator during the peace talks, stood before a group of 20 ex-FARC guerrillas dressed in fatigues and explained why he and his dissident band of insurgents were heading back to the mountains and jungles. He spoke of the corrupt oligarchy and cited the Colombian government’s betrayal of the 2016 peace agreement.

This is bad news for Colombians.

A return to violence would be the culmination of many factors, chiefly a lack of political support in Washington and Bogotá for the 2016 peace accord since Donald Trump was sworn in as president of the United States in 2017, and Iván Duque came to power as Colombia’s president in 2018.…  Seguir leyendo »

Cuando el gobierno de Colombia firmó el acuerdo de paz en 2016 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), una guerrilla de inspiración marxista, parecía un milagro poder finalizar el conflicto de medio siglo que mató al menos a 220.000 personas y devastó las zonas rurales.

El expresidente Juan Manuel Santos recibió un Premio Nobel de la Paz por negociar el complejo acuerdo con las Farc. Sin embargo, desde antes de que se firmara muchos ya se oponían al pacto, furiosos ante la perspectiva de que rebeldes o militares fueran a quedar impunes o escépticos de que el gobierno pudiera darle seguimiento a sus promesas de ayuda al campo.…  Seguir leyendo »

Colombian security forces stand guard at the site of an explosion at a police academy in Bogota on Jan. 17. Nine people were killed and more than 50 wounded in the car bomb attack. (AFP/Getty Images)

Has the Colombian peace process lost its momentum? President Iván Duque, elected last June, has been openly critical of the peace agreement with the Revolutionary Armed Forces (FARC), which was pushed through by President Juan Manuel Santos in 2016.

Duque was conspicuously absent at November’s formal launch of the Colombian Truth Commission, which has a three-year mandate to answer questions about the atrocities committed during more than five decades of war. This could prove an important impediment to the success of the peace agreement — my research demonstrates that concrete support of the commission’s work is necessary for significant efforts at postwar reconstruction to establish sustainable peace.…  Seguir leyendo »