La culpa de la vieja política
Durante 40 años tuvimos un sistema imperfecto, pero al menos funcionaba razonablemente bien; entonces llegó la nueva política, hizo un destrozo enorme y arrastró al país hacia una deriva corrosiva, polarizada, esclerótica y profundamente desagradable.
La frase anterior resume una tesis que ha tomado vuelo en los últimos años, y que se reactiva cuando se hacen ejercicios de cómo hemos llegado hasta aquí -por ejemplo, tras las elecciones del 23-J- o cuando se cumplen efemérides como los diez años de la fundación de Podemos. Según esta lectura, la aparición tras el 15-M de nuevas formaciones y de nuevas maneras de relacionarse con la política no cumplió con los vaticinios de sus defensores: no generó una competición virtuosa entre los distintos partidos, no creó una política más limpia y transparente, y no resolvió los problemas que España arrastraba desde hacía décadas.… Seguir leyendo »