Patriotas de parte
La machacona invocación del patriotismo suele ser santo y seña de todo movimiento populista, a derecha e izquierda. Pero la patria populista tiene algo de divinidad mutilada, porque los llamamientos hechos en su nombre reclutan seguidores irreconciliables con los compatriotas remisos; y porque sus voceros no albergan ninguna intención de dar voz a quienes no les votan. El populismo, como los nacionalismos fraccionarios, viene a ser, en política, lo que la sinécdoque en retórica: un discurso que toma la parte por el todo. El principio regulador de la democracia –la minoría se somete a las decisiones de la mayoría– no puede prevalecer sobre el principio de la indivisibilidad nacional; un sistema de competición pacífica implica una premisa: la existencia de la nación, terreno común donde competir.… Seguir leyendo »