Camba antes de Camba
Quizá sea cierto, como afirmaba cínicamente Flaubert, que el destino de todo escritor es la traición a sus principios y no la fidelidad a los mismos. Es un dictamen equivalente al popular aserto de que se empieza de incendiario y se acaba de bombero.
El 28 de este febrerillo crecido y loco se cumple medio siglo de la muerte de Julio Camba, para quien parece hecha como de molde esa regla que pretende atribuir la condición de ineluctable a la deslealtad con las primeras convicciones. La trayectoria de Camba, articulista brillante, escritor de éxito y gastrónomo experto y exigente, sus manías y su anecdotario (su intemperancia, su carácter destemplado, su egoísmo, la protección de March, su visera verde, su afición farmacológica, su retraimiento en la habitación 383 de hotel Palace) son cosa conocida y mil veces contada.… Seguir leyendo »