Premio Órdenes Españolas

«Este es el camino. Recordad que los prestigiosos nombres de las Órdenes Españolas -Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa- son un patrimonio de España y de su historia que debéis administrar con rigor y generosidad, saber renovarlo, y actualizarlo permanentemente al servicio de nuestra sociedad y del mejor nombre de España […] adelante: seguid manteniendo el pulso y la vitalidad de nuestras Órdenes casi milenarias».

Así cerró S.M. el Rey la ceremonia de entrega a Sir John Elliott, en mayo del pasado año, del premio Órdenes Españolas en El Escorial. Ciertos rasgos significativos aparecen en las palabras del Monarca, que, no se olvide, es Gran Maestre de las cuatro Órdenes desde Fernando el Católico y Carlos I: el uso de las palabras renovar y actualizar como deber de las Órdenes, el calificarlas de casi milenarias y el felicitar por el premio recibido al eminente historiador británico Sir John Elliott, que por cierto había sido veinticinco años antes nombrado caballero por la soberana británica, en la categoría de Knight Bachelor existente desde el siglo XIII.…  Seguir leyendo »

En estos días ha tenido lugar un trascendente acto cultural, con amplio eco en el mundo académico e intelectual, esa esfera del espíritu en la que la verdad es reina. En El Escorial, en las salas Capitulares y bajo la mirada del San Mauricio de El Greco, presidiendo Su Majestad el Rey y con un público del mayor nivel en muchos aspectos, se entregaba el Premio Órdenes Españolas al historiador inglés John Elliott.

En su primera edición, todo han sido sumandos. El Premio Órdenes Españolas consta de cuatro columnas sobre las que se asienta y que anuncian la excelencia con la que se ha concebido.…  Seguir leyendo »

Ha nacido un premio nuevo y muy singular, un galardón destinado a distinguir al historiador de cualquier parte del mundo cuyo trabajo de investigación haya alcanzado general reconocimiento por la importancia de sus estudios, el rigor de la documentación y el alcance de sus conclusiones, tres condiciones que constituyen la mejor garantía de que, quienes lo reciban, tendrán la máxima consideración científica.

A pesar de que se llame a la Historia maestra de la vida, no existía ningún premio para reconocer a quienes dedican a ella su ser y actuar. Clío, la musa de la Historia, ha estado postergada y resulta hasta extravagante que esa situación se mantuviera en pleno siglo XXI, cuando tantas recompensas se han dedicado a multitud de actividades diferentes.…  Seguir leyendo »