Vocación docente
Descubrir mi vocación docente –hace ya tres décadas– fue una de las experiencias más bellas y decisivas de mi vida. Quien así se siente, jamás piensa que lo conoce ya todo, ni se ve mejor que sus colegas, porque sabe que la cumplida realización de esa tarea excede sus propias fuerzas. Conozco las deficiencias del sistema universitario, así como las carencias de los estudiantes de hoy, consecuencia de una educación que no fomenta el gusto por la lectura y la escritura, ni enseña a pensar por uno mismo y a expresarse en público, ni potencia la memoria, imprescindible para argumentar, razonar y relacionar realidades e ideas diversas.… Seguir leyendo »