¿Volverá a confiar Europa en Estados Unidos?
En 1991 llegué a Detroit para realizar mi primera visita a Estados Unidos. Mis anfitriones, de la ya extinta Agencia de Información de EE UU, estaban decididos a mostrarme a mí y a los demás búlgaros del grupo no solo el sueño americano, sino sus puntos débiles. Antes de recorrer la ciudad, nos dieron instrucciones sobre cómo conducirnos en lugares supuestamente peligrosos. Nuestros anfitriones dejaron claro que, si no queríamos convertirnos en víctimas, no debíamos actuar como tales. Caminar por en medio de la calle y mirar nerviosamente a nuestro alrededor con la esperanza de encontrar un policía solo aumentaría la probabilidad de un atraco.… Seguir leyendo »