En defensa de lo laico
Existe un debate recurrente en torno a las religiones. ¿Qué papel deben tener en la vida institucional de los Estados aconfesionales o laicos? ¿Podemos satirizarlas a todas —los viñetistas de Charlie Hebdo así lo pensaban— o, por el contrario, todas ellas deben ser igualmente respetadas? ¿Podemos hacer humor con algunas y con otras no? ¿Queda más progresista e irreverente si te ríes de la religión mayoritaria de tu sociedad y no de las otras?
Está claro que la diversificación de las creencias religiosas no ha aparcado el debate sobre la necesidad de un Estado laico que respete todas las confesiones. Es evidente que la religión no solo no ha desaparecido de nuestras sociedades, sino que está vivita y coleando, como pudimos comprobar en el debate que generó la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, cuyo uso de la iconografía cristiana fue interpretado como una burla.… Seguir leyendo »