Mili, de entrada, no
Solo los que se dejan llevar por la nostalgia, convencidos de que cualquier tiempo pasado fue mejor, o, peor aún, los que carecen de imaginación para encontrar respuestas a los desafíos de hoy pueden creer que la reimplantación del servicio militar obligatorio (la mili) es una respuesta adecuada a las amenazas que afectan a nuestra seguridad. Sea como sea, arrastrados por la ola militarista que se va imponiendo en la Unión Europea, España va entrando también en un debate que hasta hace muy poco era inexistente.
Es evidente que el clima de seguridad continental se ha deteriorado notablemente —entre la amenaza que representa Rusia, las dudas sobre la cobertura estadounidense y el inquietante auge de opciones abiertamente antidemocráticas—, lo que nos obliga a replantear nuestros propios sistemas de seguridad y defensa.… Seguir leyendo »