
II. Fulgor y muerte de la comisión parlamentaria
Meses después, España seguía partida por la mitad tras el trauma del 11-M y las múltiples incógnitas que persistían sobre la autoría, el propósito y los medios utilizados en la matanza. Mientras el juez Juan del Olmo, con problemas de visión -en todos los sentidos de la palabra- y siempre desbordado por la presión, dejaba en la práctica la instrucción del sumario a la Policía y la Fiscalía, todas las expectativas sobre el esclarecimiento de los hechos estaban puestas en la Comisión de Investigación Parlamentaria constituida en el Congreso.
Sobre todo, desde que nuestro periódico había divulgado una serie de inquietantes revelaciones que vinculaban a varios de los acusados de colaborar con los presuntos autores de la masacre con diversos cuerpos de las fuerzas de seguridad.… Seguir leyendo »