Transición (Continuación)

El sábado pasado fui a ver a Adolfo Suárez y me encontré conmigo mismo 33 años atrás. Desgraciadamente no me refiero a que le visitara en su casa de La Florida -dejé de hacerlo cuando la enfermedad bloqueó su memoria- sino a que le vi, le escuché y le noté en plena forma en el escenario del María Guerrero como protagonista de la obra Transición, de los autores Alfonso Plou y Julio Salvatierra.

Como ocurre con casi toda creación colectiva -hay también dos directores escénicos-, se trata de una función desigual, en la que los momentos geniales coexisten con simples desvaríos.…  Seguir leyendo »

En 2015 se cumplirán cien años del nacimiento de Torcuato Fernández-Miranda y Hevia, catedrático de Derecho Constitucional, presidente de las Cortes y del Consejo del Reino, primer duque de Fernández-Miranda y caballero de la Orden del Toisón de Oro.

Su independencia, su no pertenencia a ningún partido político y su trabajo en la sombra, como inevitablemente aquellos tiempos imponían, han hecho que su figura sea apenas recordada.

Creo que llega el momento, cercano el centenario de su nacimiento, de poner en valor públicamente lo mucho que contribuyó, bajo la dirección de S. M. el Rey, a conformar la sociedad democrática en la que hoy vivimos los españoles.…  Seguir leyendo »

No todo el mundo sabe que Torcuato Fernández-Miranda no firmó, se negó a firmar la Constitución. Siguieron su ejemplo algunos protagonistas de aquel momento de nuestra historia reciente; otros, a veces por los diferentes grupos que iban imponiéndose, sólo inicialmente. La Transición fue aún más complicada de lo que tradicionalmente se ha creído. Fue motivo de distanciamiento entre Torcuato, Adolfo Suárez, sus respectivos seguidores y otros personajes de la época, aunque la relación entre Abril y Suárez merece un especial comentario.

No todo se sabe del posfranquismo, de la Transición, o de si esta es la democracia que queríamos la mayoría de los españoles.…  Seguir leyendo »

Estamos conmemorando el centenario del nacimiento del general Gutiérrez Mellado. Para las generaciones que vivieron la Transición supone la ocasión de recordar el protagonismo de un gran servidor del Estado. Pero muchos españoles, jóvenes y no tan jóvenes, apenas tienen más que un recuerdo aproximado de la significación del general. No está de más poner en valor sus méritos. Primero, como ejemplo de compromiso y, segundo, hacer presente un modo de enfrentarse a la situación convulsa y dinámica que nuestra sociedad transitó en los años posteriores a la muerte de Franco, una situación en la que de verdad nos jugábamos el futuro de España.…  Seguir leyendo »

La reciente celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812 da pie a analizar el ciclo histórico que arranca en Cádiz y culmina en la Transición. Dos biografías ligadas a la consecución de la concordia entre los españoles lo explican. Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811), arquetipo del político ilustrado, ha merecido una copiosa bibliografía. Contrasta, de hecho, con la pacata atención a la figura de Torcuato Fernández-Miranda (1915-1980), arquitecto de la reforma política que, sin ruptura legal ni convulsiones sociales, condujo a España de la dictadura franquista a la democracia vigente. La fotografía del preceptor del entonces Príncipe de España es, con la del Papa, la única excepción a lo familiar en el despacho regio de la Zarzuela.…  Seguir leyendo »

Debo comenzar diciendo que no he leído el nuevo libro de Pilar Urbano El precio del trono. He leído y releído, sin embargo, la entrevista que sobre el mismo le hizo Ana Tagarro para el XL Semanal de ABC. Conclusión: no voy a leer el libro. Lo que dice del Rey y la Reina ya lo conocíamos al haberlo contado, entre otros muchos, la propia Pilar Urbano. A lo que añadiría algo clave, que ella omite: Don Juan Carlos es, humanamente, más que ninguna otra cosa, un militar. Sus años de formación los pasó en las Academias Militares y donde se siente más a gusto es en la cabina de un avión, montado en un tanque o al timón de un barco.…  Seguir leyendo »

La Universidad de Salamanca rindió, el pasado 29 de abril, un homenaje institucional al ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez González, descubriendo un vítor en el Claustro del Edificio Histórico, con la inscripción de su nombre y recogiendo las palabras «La concordia fue posible», que él mismo ha reconocido como base de su pensamiento. La idea de realizar este homenaje surgió hace meses en el ámbito de la representación estudiantil, y la propuesta inicial fue hecha por el presidente del Consejo de Asociaciones de Estudiantes.

Antes de presentar el contenido del homenaje es preciso comentar la singular ubicación del vítor dedicado a Suárez.…  Seguir leyendo »

La buena prensa -incluida la académica- de la que disfrutó la Transición está siendo sometida últimamente a duras críticas. Mientras que las valoraciones positivas del proceso culminado con la Constitución de 1978 subrayaban la utilización óptima o cuando menos satisfactoria de las posibilidades reales existentes para la democracia a la muerte de Franco, la drástica revisión a la baja posterior sostiene que la izquierda y el nacionalismo moderado bajaron las manos ante los herederos del régimen y desperdiciaron la oportunidad de enlazar institucionalmente el recuperado sistema de libertades con la legitimidad republicana derrotada en 1939. Esos lodos serían los responsables de la baja calidad de la democracia española actual.…  Seguir leyendo »

La reciente conmemoración del treinta aniversario del golpe de Estado del 23-F debiera haber hecho resurgir en la memoria de los españoles la importante y decisiva actuación de Adolfo Suárez en la transición de la dictadura a la democracia, que tuvo su punto culminante en el arrojo y la valentía con que encaró aquel desgraciado y absurdo suceso acaecido en la tarde del 23 de febrero de 1981 en el Congreso de los Diputados.

Cuando el agónico mantenimiento del antiguo régimen que había protagonizado el general Franco tocó a su fin con el relevo en la presidencia del Gobierno de Carlos Arias Navarro, nadie podía suponer que un hombre joven, a primera vista no dotado de las cualidades imprescindibles para encauzar un cambio político como el que requería España en aquel momento y que, además, se había destacado por el desempeño de diversos puestos en el, entonces, ya fenecido Movimiento Nacional de marcado carácter falangista, iba a ser, sin embargo, la persona que llevara a término la difícil tarea de pasar del régimen autocrático que había venido rigiendo los destinos de España durante cuatro largas décadas a la democracia que el pueblo español, mayoritariamente, ansiaba y que conllevaba la reconciliación nacional rota por la desafortunada guerra desatada en el año 1936.…  Seguir leyendo »

A base de repetirlo una y otra vez, al final se convertirá en verdad aceptable y volveremos a enredarnos. Pero no hay caso: reflexionar críticamente sobre la Transición no equivale a deslegitimarla ni a rechazar su evidente eficacia histórica. Pero tampoco hay caso en lo que hace a la ruptura del orden democrático que impuso la conspiración golpista en julio de 1936 para corregir por las armas la victoria en las urnas del Frente Popular. Pese a que insistan Intereconomía y sus socios -fieles discípulos de la explicación franquista de la guerra como salvapatrias redentora del diablo comunista- la República seguirá siendo el precedente inmediato de nuestro sistema democrático, sin duda con políticos en activo peligrosos, pero fundamentalmente reventado por la alianza entre espadones militares y algunos políticos que se deslegitimaron como tales al animar a las armas: convirtieron el controlado desorden de 1935 y 1936 en desorden de sangre ingobernable e irreversible.…  Seguir leyendo »

La verdad resulta, a veces, puñetera, pero es siempre insobornable, y reaparece, una y otra vez, entre el oleaje levantado por los mitos, las leyendas y las fábulas. Con esta convicción me animo a terciar en la polémica que ha suscitado el lúcido artículo de Joaquín Leguina, y al que, entre otros, ha respondido ese excelente escritor que es Javier Cercas, reiterando una tesis que defiende desde hace tiempo. No voy a referirme al indiscutible derecho que tenemos todos a enterrar a nuestros muertos, ni al deber, que ha de terminar de cumplirse íntegramente, de honrar y reparar jurídicamente a los perseguidos injustamente por la dictadura, ni a la mal llamada Ley de Memoria Histórica, que tantos atacan y defienden sin haber leído.…  Seguir leyendo »

A la muerte de Franco, la gran preocupación de la inmensa mayoría de los ciudadanos –demócratas conscientes o simples gentes de buena voluntad, deseosas de que España saliera de la excepcionalidad de la dictadura– podía resumirse en el designio de instaurar pacíficamente un sistema pluralista, acogedor e integrador, sin convertir el tránsito en un desquite. Acertadamente, el Rey, apoyado en la audacia política de Adolfo Suárez y con la creciente aquiescencia de todos los grupos políticos del momento, resurgidos de las catacumbas o recién engendrados, planteó aquel proceso como una evolución jurídica del sistema anterior hasta provocar una verdadera mutación, una auténtica ruptura.…  Seguir leyendo »

Te recuerdo como eras -esbelta, elegante y generosa- en aquel otoño del 77 en que nos visitaste. Había oído hablar de ti desde hacía un par de años. Primero vagamente en los círculos semiclandestinos de la izquierda. Luego a través de las proclamas de la Junta Democrática. Eran el PCE, el Partido de los Trabajadores, Comisiones y el PSP de Tierno -ahí es nada- los que pedían que vinieras. Según uno de sus portavoces, «la Junta hizo suya esa aspiración y la proclamó a los cuatro vientos». Al final se te llamaba a grito pelado por las calles, en los estadios y en las plazas.…  Seguir leyendo »

A las dos y cuarto de la tarde del domingo 23 de noviembre de 1975, una losa de granito de 1.500 kilos cubrió la tumba que se había preparado para Francisco Franco en la basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. La losa que selló el sepulcro era tan pesada como el legado que Franco dejaba, después de cuatro décadas de guerra de exterminio y paz incivil. De eso han pasado ya casi 35 años y los españoles seguimos opinando -aunque con mucho grito, poco debate y menos fundamento- sobre las virtudes y defectos de la democracia que construimos sin necesidad de derribar el armazón de la dictadura.…  Seguir leyendo »

A diferencia de muchos, en particular de quienes han sucumbido a una psicología verbosa, yo no estoy convencido de que haya que torturar, dejar o extorsionar al recuerdo, ni tampoco exponerlo a la acción de alicientes bien calculados. Me inclino ante el recuerdo, ante el recuerdo de cada ser humano. Quiero dejarlo tan intacto como le pertenece al hombre que existe para bien de su libertad, y no oculto mi aversión por quienes se permiten someterlo a prolongadas intervenciones quirúrgicas hasta igualarlo al recuerdo de todos los demás. Que operen a su antojo narices, labios, orejas, piel y cabellos, que trasplanten ojos de otro color si no hay más remedio, o corazones ajenos que palpiten un añito más, que ausculten, amputen, alisen o igualen, pero que dejen en paz al recuerdo".…  Seguir leyendo »

"El yo, ese monstruo preferible a todo" al que apostaban como emblema de la contemporaneidad, dos personalidades tan distintas y eminentes como Gide y Malraux, era una apuesta que, fueran cuales fuesen las condiciones que la acompañaban, confirmaba el imperialismo del yo en la escena de su tiempo, y culminaba el proceso de afirmación del individuo en la estructura ideológica de aquel panorama político. Lo que se tradujo en una dominación casi sin límites del individualismo, que señoreó el mundo contemporáneo, con sus contrapartidas negativas, que las tuvo e importantes, pero a cuyo ímpetu creador debemos las grandes conquistas de la modernidad y las principales realizaciones del mundo actual.…  Seguir leyendo »

Algunos sostienen que la transición política española a la democracia comenzó en julio de 1959, hace poco más de cincuenta años, cuando se aprobó el Plan de Estabilización. No les faltan razones.

Estas últimas semanas, Eduardo Martín de Pozuelo está publicando en La Vanguardia los resultados de su investigación sobre la transición española examinada a través de los documentos desclasificados de los gobiernos occidentales. De estas interesantísimas crónicas puede deducirse la especial atención que estos gobiernos prestaban a España, el alto grado de fiabilidad de sus informaciones y su decidida apuesta para que España se encaminara definitivamente hacia la democracia. En cada artículo Martín de Pozuelo confirma datos ya conocidos, revela otros y, en todo caso, siempre aporta nuevos matices.…  Seguir leyendo »

Compré Anatomía de un instante, de Javier Cercas, tan pronto se publicó, pero me dio pereza leerlo. No obstante en agosto, tras comenzarlo, no lo he dejado. Es honrado y valiente. Un buen libro. Un excelente libro.

La primera frase que me llamó la atención dice que «todo esto [se refiere a la algarabía político-mediática anterior al 23-F, en la que participó con ahínco el PSOE] no significa desde luego que durante el otoño y el invierno de 1980 los socialistas conspiraran a favor de un golpe militar contra la democracia; significa solo que una fuerte dosis de aturullamiento irresponsable provocada por la comezón del poder les llevó a apurar hasta lo temerario el asedio al presidente legítimo del país y que, creyendo maniobrar contra Adolfo Suárez, acabaron maniobrando sin saberlo a favor de los enemigos de la democracia».…  Seguir leyendo »

Uno de los estigmas, en los últimos años, asignados a la transición política española de la dictadura a la democracia y reiterados hasta el tópico, ha sido el del presunto pacto de silencio u olvido que la transición institucionalizó y que estaría generado por los miedos de una izquierda débil y alicorta en sus expectativas y de una derecha, presuntamente torticera, que quiso reproducirse en el poder pagando los menores costes posibles. En el marco del miedo escénico, de unos a las amenazas que representaban los restos del régimen agónico, de otros, al radicalismo nacionalista o al conflicto social, habría habido un acuerdo para la desmemoria de la historia reciente, un convenio lampedusista salpicado de prudencia y autocontroles a la hora de mirar atrás.…  Seguir leyendo »

Una es la moral del ciudadano y otra la del político, dijo el filósofo. En la noche del 30 de julio de 1812, Simón Bolívar, entonces joven coronel de la I República venezolana, detiene al generalísimo Francisco de Miranda, su superior máximo, por traición a la patria. Miranda había llegado a un pacto con el jefe realista Domingo de Monteverde: entregaba el ejército de Venezuela a cambio de que el español no hiciera matazón alguna contra el republicano y derrotado. Bolívar sostiene que Miranda es un traidor. Quiere hacerle juicio sumarísimo y fusilarlo. El dueño de la mansión de La Guaira donde suceden los hechos, De las Casas, convence a Bolívar y entrega a Miranda a los españoles a cambio de un salvoconducto para que Bolívar pueda salir de Venezuela rumbo a Curazao.…  Seguir leyendo »