Una Universidad de toda la ciudadanía
Uno de los grandes valores de la Universidad pública como institución es mantenerse autónoma ante el proceloso mundo de la política partidaria. Si conserva la neutralidad, sirve a todos los ciudadanos; si toma partido, solo sirve a una parte. La premisa fundamental es que las autoridades académicas son representantes institucionales de todos los miembros de la comunidad universitaria, y no lo son de ninguna opción política concreta, puesto que no son cargos políticos representativos. Y es precisamente por eso que, en el marco de una sociedad democrática, tienen la inexorable obligación de mantener la independencia y la neutralidad institucional de la Universidad como uno de sus principales ethos.… Seguir leyendo »