Universidad (Continuación)

Jesús Navarro y Víctor M. Molina son profesores ayudantes de Filosofía y Química, respectivamente, en la Universidad de Sevilla y representantes en el claustro de la misma (EL PAÍS, 18/04/06):

Hace ya más de cuatro años que la Ley de Reforma Universitaria (LRU) fue substituida por la actual Ley Orgánica de Universidades (LOU). Con la antigua LRU, un profesor no funcionario mantenía siempre una cierta inseguridad laboral, pues cada año la Universidad podía reconsiderar su contrato en función de las necesidades docentes; pero existía la posibilidad de prórroga automática de forma indefinida, en algunos casos con independencia de las capacidades, el esfuerzo y el rendimiento demostrados por el profesor en cuestión.…  Seguir leyendo »

Por Anthony Giddens, sociólogo británico y autor, entre otros libros, de La tercera vía: la renovación de la socialdemocracia (EL PAÍS, 10/04/06):

Yo empecé a impartir clases en la universidad hace muchos años. En aquella época, comenzábamos muy jóvenes. Sólo tenía 22 años cuando conseguí mi primer empleo en la universidad, en un pequeño colegio universitario de Inglaterra. No podía imaginarme unos mejores inicios en la vida. El trabajar en la universidad -la vida de un académico- me parecía lo mejor. ¿Cómo podía alguien querer trabajar en los negocios o como abogado o funcionario con su rutina diaria fija? En el ámbito académico, uno no vivía en el mundo cotidiano (o eso me parecía a mí).…  Seguir leyendo »

Por Antoni Garrell i Guiu, presidente del Cercle per al Coneixement (EL PAÍS, 14/03/06):

El pasado 24 de febrero se presentó el informe La contribución de las universidades españolas al desarrollo, elaborado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo, en el que se alerta del relativo agotamiento de la capacidad del sistema universitario para contribuir al desarrollo económico.

Este es un hecho que no nos debería dejar indiferentes ya que el papel de las universidades es crucial para evolucionar hacia la economía del conocimiento. En esta línea, no se puede olvidar que las universidades, con unos 51.000 investigadores equivalentes a jornada completa, desarrollan casi un tercio del total de I+D del Estado.…  Seguir leyendo »

Por Tomás Ortín Miguel, investigador científico del Instituto de Física Teórica de la Universidad Autónoma de Madrid/CSIC (EL PAÍS, 06/02/06):

La Universidad es una institución muy antigua pero goza globalmente de muy buena salud ya que todas las sociedades del mundo siguen atribuyéndola un papel crucial en el progreso basado en el binomio investigación-enseñanza. España es uno de los países más ricos del mundo y cuenta con un gran número de universidades, pero ninguna de ellas se encuentra entre las 50 primeras de Europa o las 100 primeras del mundo. Esto es un auténtico fracaso, sin paliativos, y un muy mal augurio para nuestro futuro.…  Seguir leyendo »

Por Juan Antonio Rodríguez Tous, escritor y columnista de EL MUNDO de CATALUNYA (EL MUNDO, 30/01/06):

En las universidades catalanas, como ocurre en toda Cataluña, no existe un conflicto lingüístico; se habla una u otra lenguas oficiales con naturalidad. Algo conflictiva ha sido, sin embargo, la reciente introducción, en muchas facultades universitarias, del inglés como tercera lengua de uso docente: no es infrecuente la inclusión de cláusulas lingüísticas en contratos a profesores extranjeros que exoneran al contratado de la obligación de hablar cualquier otra lengua distinta al inglés. El derecho a hablarlo implica, obviamente, la obligación a ser atendidos en la misma lengua, algo que no está al alcance de muchos funcionarios.…  Seguir leyendo »

Por José Eugenio Soriano. Catedrático de Derecho Administrativo y doctor por la Universidad de Bolonia (ABC, 18/01/06):

LAMENTABLEMENTE, cada vez que se cambia el Gobierno se produce un vaivén de la legislación universitaria. La Ley de Reforma Universitaria (LRU) del Gobierno González, en lo que toca al acceso a los cuerpos universitarios, tenía un solo pero grave defecto: el excesivo control local de los tribunales al otorgar a la universidad convocante dos miembros sobre cinco, con lo cual «ligar el trío», en un recíproco do ut des, era sencillo y provocó una fuerte y criticada endogamia.

Ahora bien, en el resto, la LRU era un modelo de racionalidad científica y académica.…  Seguir leyendo »

Por Gonzalo León, vicerrector de Investigación de la Universidad Politécnica de Madrid (EL PAÍS, 16/01/06):

Vivimos un proceso de reflexión y cambio profundo en el papel exigido a las universidades en la construcción de la sociedad del conocimiento. Se les exige simultáneamente la adaptación y mejora de su actividad docente, el incremento en la generación de conocimiento científico y tecnológico, y el fortalecimiento de la cooperación con el sector empresarial. Todo ello en un contexto de fuerte competencia internacional y tecnológica, que obligará a adaptar sus estructuras y modos de actuación.

Aunque estos aspectos no son independientes, me referiré expresamente a la situación de la cooperación entre la universidad y la empresa en investigación, porque considero que debe emerger como un objetivo esencial en el futuro para nuestro país.…  Seguir leyendo »

Por Alberto Acereda, catedrático universitario, escritor y analista político, especialista en temas culturales transatlánticos (GEES, 08/11/05).

La acción y efecto de adoctrinar, es decir, instruir a alguien en el conoci­miento o enseñanzas de una doctrina ha venido siendo lamentablemente una práctica común en buena parte de las universidades públicas del mun­do. Ese adoctrinamiento como modo de inculcar determinadas ideas o creencias ideológicas, políticas o reli­giosas jamás puede aceptarse como misión de una verdadera universidad democrática, y menos aún si se trata de una universidad pública y finan­ciada con dinero de los contribuyen­tes. Por lo mismo, resulta inaceptable que tales ideas se planteen desde un sectarismo ideológico ligado a parti­culares activismos políticos.…  Seguir leyendo »

Por Andrés de la Oliva Santos, catedrático Universidad Complutense (ABC, 05/11/05):

Una vez más, se plantea una pugna sobre la cuestión del servicio de las universidades a la sociedad. La ocasión de esta nueva pugna es la configuración del denominado «espacio europeo de educación superior». Se trata de que, en el ámbito de la Unión Europea, se armonicen las titulaciones y los estudios universitarios de modo que proporcionen resultados parejos y, a ser posible, claro está, mejores que los actuales.

No sé de nadie que se oponga a una convergencia europea de esfuerzos educativos, que, desde luego, requiere cambios. Pero no somos pocos los que cuestionamos, no ya el calendario (quizá excesivamente acelerado) y ciertas bases estructurales marcados por las autoridades políticas, sino el sentido de algunos de los cambios que se quieren imponer.…  Seguir leyendo »