Haraganería y desfachatez
Hace apenas unos días, supimos que los diputados de nuestras derechitas –lo mismo la cobarde que la valiente, por una vez hermanadas en su común destino ancilar y bardaje– votaron a favor de una reforma legal pactada por el doctor Sánchez con sus compañeros de viaje batasunos, que rebaja las condenas de algunos de los más sanguinarios y recalcitrantes asesinos etarras. En apenas un par de días, como por arte birlibirloque, el escándalo ha sido sepultado por otros escándalos sobrevenidos (en esta fase terminal del Régimen del 78, la vida política española se ha convertido en una sucesión ininterrumpida de escándalos, hasta crear callo en una sociedad zombificada); y se ha aceptado con naturalidad que la descomunal pifia fue consecuencia de un engaño cocinado entre bambalinas por el astuto doctor Sánchez y sus mariachis, o bien fruto de un «lamentable error» provocado por el candor de los diputados derechosos, que así quedan retratados como hombres (si se quiere un poco lelos, pero en cualquier caso irreprochablemente probos) que se guían por la buena fe, frente a la jarca izquierdista de bellacos taimados y maquiavélicos.… Seguir leyendo »