Exijamos más independencia

Por José Guirao. Director del MNCARS entre 1994 y 2000 (ABC, 13/04/06):

En 1997, con motivo de la inminente inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao, su director realizó formalmente la petición del «Guernica» para exhibirlo temporalmente en sus nuevas salas. El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) actuó en este caso como en todos los demás en que se solicita una obra de su colección: encargó al departamento de conservación y restauración un informe técnico sobre la conveniencia de dicho préstamo. Dicho informe estableció la inamovilidad del cuadro debido a su delicado estado de conservación. El Pleno del Patronato del museo, a la vista del mismo, denegó la solicitud de préstamo por unanimidad.

Ante las protestas de carácter político que surgieron por parte del Gobierno vasco y del presidente del PNV por aquel entonces, que sentenció: «Para nosotros las bombas, para Madrid el arte», una frase de imborrable memoria y consiguiente estupefacción para los que trabajábamos entonces en el museo, se decidió someter el informe al escrutinio y valoración de otros expertos internacionales de la conservación de obras de arte. Se convocó a los 35 responsables de conservación de los mejores museos del mundo a un simposium científico celebrado en Madrid en 1998, cuyas sesiones de debate fueron abiertas al público y a la prensa, que reflejó verazmente y con profusión todo lo que allí se dijo. Desde el MoMA de nueva York hasta el Pompidou o el Louvre de París, pasando por la Tate de Londres, la opinión de sus responsables fue unánime: el cuadro no debía moverse. Ni siquiera la representante del museo Guggenheim de Nueva York, que también fue invitada, se atrevió a negar la validez científica del informe técnico.

La reciente petición del Gobierno vasco y la moción aprobada en el el Senado piden otro informe, ahora «independiente», dicen. ¿Acaso alguien tiene motivos para poner en duda la independencia y la ética profesional de los técnicos de nuestro Museo Nacional?, ¿acaso alguien cree que los 35 expertos internacionales que examinaron el cuadro y los estudios técnicos no actuaron con criterio científico y espíritu independiente?, ¿cabe mayor falta de respeto hacia los profesionales del mundo del arte?

Los políticos lamentablemente ahora, como hace casi una década, siguen equivocándose. Los problemas de conservación del «Guernica» no son políticos, sino técnicos. En consecuencia este tema hay que tratarlo con criterios técnicos y no políticos. Las causas técnicas que motivaron la denegación del préstamo del cuadro siguen en vigor y los estudios que las avalan también. Dichos estudios fueron publicados junto con las actas del simposium hace ahora ocho años. ¿Serían tan amables los que ahora dudan de su independencia de dedicar un poco de su valioso tiempo a leérselos y, una vez leídos, opinar de manera independiente, sin seguidismos de estrategias políticas partidistas? Cuando se reclama independencia de criterio a los demás es exigible, en justa reciprocidad, ofrecer los mismo.