Existen soluciones para las ciudades más afectadas por el cambio climático

Las ciudades son las grandes responsables del cambio climático, pero también tienen el poder necesario para cambiar el mundo. En este sentido, constituyen un factor clave para afrontar la crisis global del cambio climático y algunas de ellas ya lo están haciendo, con fundamentos científicos. Es necesario que cada vez más ciudades sigan los pasos de las que ya están actuando.

Tanto la voluntad como la capacidad de cambio a nivel internacional son elevadas. Este llamado a la acción es la idea principal de la COP25. Esta importante reunión anual convoca a la comunidad internacional para compartir soluciones, generar impactos y supervisar el progreso hacia el cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París.

Es necesario que aprovechemos estas oportunidades de colaboración e intercambio de soluciones, a medida que continúan en ascenso la escala y la frecuencia de las crisis relacionadas con el cambio climático.

La devastación provocada por eventos climáticos extremos está contribuyendo a una demanda creciente de acciones climáticas. La inundación de Venecia dejó a tres cuartas partes de la ciudad bajo el agua. La Ciudad de México se queda sin agua frecuentemente. En Mozambique, el ciclón Idai destruyó el 90 % de Beira, una de las ciudades más importantes del país, con un saldo de más de mil muertos y 400.000 personas que quedaron sin hogar. El cambio climático es un asunto apremiante, con implicaciones para todos los habitantes de la Tierra. Ha llegado la hora de actuar.

¿Por qué debemos enfocarnos en las ciudades y por qué debemos hacerlo en este momento? Debido al ritmo acelerado del proceso de urbanización. Para 2050, dos tercios de la población mundial estarán viviendo en ciudades. Más de la mitad ya vive en ellas, donde también se encuentra la mayor parte de la infraestructura, los activos y la actividad económica. Consumen el 78 % de la energía mundial y representan más del 60 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. No obstante, abarcan solo el 2 % de la superficie mundial.

Se dispone de evidencia sólida para ofrecer información a los gobiernos locales y nacionales a fin de que puedan diseñar ciudades resilientes y mitigar el impacto. Para las personas vulnerables que viven en las ciudades y en sus alrededores, especialmente en el caso de mujeres y niñas, esto puede ser un tema de vida o muerte.

Soluciones locales y localizadas

Los Ayuntamientos deben invertir en investigación para comprender los desafíos particulares a los que se enfrentan, la manera en que se ven afectados los ciudadanos y qué soluciones localizadas son las que mejor se adaptan a su contexto.

En los barrios marginados de Acra, la capital de Ghana, las inundaciones han provocado muertes, han destruido hogares y han aumentado el riesgo de contraer malaria y enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera. En este lugar, Dorinda Grant dirige un jardín de infancia que se ubica a unos pocos pasos de un canal de drenaje. Cuando llueve, el canal se inunda y el agua sucia se filtra a través de las paredes. Dorinda dice que, en los últimos años, esto ha empeorado debido a los cambios de los patrones climáticos.

Un grupo de investigadores del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá trabajó con ella y sus vecinos para estudiar los modelos globales y regionales sobre el cambio climático, y desarrollaron posibles escenarios climáticos para ofrecer información a los formuladores de políticas de Ghana y ayudarlos a diseñar y presupuestar una mejor infraestructura hídrica, que incluya puentes, desagües y saneamiento, suministro de agua y sistemas de irrigación.

Muchas de las soluciones para la adaptación al clima urbano son de bajo costo, requieren tecnología básica y se basan en la naturaleza. En la pequeña ciudad industrial de Yumbo, en Colombia, se ha recurrido a la infraestructura ecológica para mitigar las inundaciones. Las calles pavimentadas se reemplazan por calles ecológicas porosas que permiten la filtración del agua y reducen el efecto de isla térmica urbana. Los resultados han demostrado que estas calles reducen en gran medida el riesgo de inundaciones localizadas.

Existen soluciones probadas, respaldadas por fundamentos científicos rigurosos, para muchos de los impactos y tensiones climáticas que enfrentan las ciudades que están en riesgo. En todo el Sur Global, los planificadores urbanos y los líderes regionales han trabajado durante años para desarrollar su capacidad de anticipar, adaptar y persistir.

Además de estos esfuerzos, se requiere un financiamiento seguro, a nivel de la ciudad, para abordar el cambio climático. La resiliencia y la adaptabilidad de las ciudades frente al cambio climático influirán en la posibilidad de alcanzar los objetivos globales respecto del cambio climático y el desarrollo sostenible.

Cuando una ciudad padece los efectos de inundaciones, un récord de precipitaciones y otros eventos meteorológicos extremos y perjudiciales, el hecho de enfocarse en buscar respuestas a la crisis puede nublar el panorama más amplio, y esto revela los puntos de coincidencia que existen entre los desafíos y las soluciones a nivel mundial.

Si queremos cumplir con el compromiso global de “no dejar a nadie atrás”, debemos abordar las diversas dimensiones que contribuyen a la pobreza urbana, la vulnerabilidad y la desigualdad. Esto significa ampliar el compromiso con nuestro clima a nivel mundial, que se exhibirá en COP25 en Madrid, y tendrá como objetivo promover la imperiosa necesidad de acción mediante su incorporación en las agendas política, de investigación y de inversión de todo el mundo.

Santiago Alba-Corral es director de Agricultura y Medio Ambiente del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá.

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