Frente Polisario, ¿Quién traicionó a quién?

Hace 42 años, las últimas tropas españolas abandonaban el Sahara Occidental y acto seguido los dirigentes del Frente Polisario proclamaban la República Árabe Saharaui Democrática. En los diferentes círculos de opinión, se habla de la «traición» que España hizo al pueblo saharaui, sin embargo, se debe recordar el importante papel que jugó la, tan callada hoy en día, posible «traición» que el propio Frente Polisario le hizo a España e, incluso, y sin quererlo, a su pueblo. A lo largo de 1974 y a principios de 1975, el futuro del Sahara Occidental, como territorio autónomo e independiente, se estaba gestionando por parte de la política y la diplomacia españolas; no obstante una serie de factores hicieron dar al Gobierno un giro de 180 grados que culminó el 14 de noviembre de 1975, con la firma de los Acuerdos Tripartitos de Madrid, refrendados por el entonces Príncipe Don Juan Carlos, Jefe de Estado en funciones, por los que España cedía a Marruecos y a Mauritania la administración, que no la soberanía, del territorio del Sahara Occidental.

Muchos fueron los factores que intervinieron en este fatal desenlace: la gravísima enfermedad de Franco, que frenó la prometida autonomía del pueblo saharaui y abría en España un período de transición muy incierto que no aconsejaba hacer frente a una posible guerra contra Marruecos y Mauritania; la presión ejercida por Marruecos en los planos político, diplomático y militar, aprovechando esa situación de inestabilidad en España; la aparición en escena del Frente Polisario (FP); el apoyo de potencias como EE.UU. y Francia a las tesis marroquíes como contrapeso al respaldo que Argelia (dentro de la órbita comunista) estaba otorgando a las tesis independentistas del FP, y, por último, la demostrada incompetencia de la ONU para resolver el conflicto y hacer acatar sus decisiones, incompetencia que perdura hasta hoy.

Merece una reflexión el papel jugado por el Polisario en este proceso. Según los documentos investigados, el Frente Popular para la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro surgió en mayo de 1973 como movimiento independentista revolucionario, que siguió el ejemplo de la revolución argelina. Su tendencia era marxista, antifascista y antiespañola, contaba con el apoyo (entre otros) del FRAP y tenía una ideología opuesta no sólo a España sino al resto de las potencias occidentales, que, en plena Guerra Fría, le negaron su apoyo.

En este clima de incertidumbre, el FP abrió dos frentes en contra de España: por un lado, con su dialéctica e intensa propaganda a modo de pasquines, octavillas y panfletos publicitarios. Por otro, encontramos sus congresos y su manifiesto fundacional («El FP ha nacido como expresión única de las masas y la lucha armada como medio por el que el Pueblo Árabe Saharaui, africano, pueda encontrar su libertad total y hacer fracasar las maniobras del colonialismo español...»). Así quedó claro en su II Congreso, celebrado en agosto de 1974 en Ain Ben Tili, donde establecía como condición indispensable para la celebración del referéndum la retirada del ejército y de la administración españolas… Sus comunicados, en fin, terminaban arengando «contra el fascismo opresor español».

Estas acciones propagandísticas revolucionarias del FP iban acompañadas de ataques armados contra las fuerzas españolas allí desplegadas. Son numerosas las emboscadas y los actos de sabotaje de pequeña envergadura. Pero otros fueron realmente importantes, como el ocurrido el 17 de diciembre de 1974, cuando el puesto de Tifariti recibió numerosos disparos. Al ser perseguidos los atacantes, la vanguardia de dos vehículos del Ejército fue atrapada por el fuego de los guerrilleros polisarios. El combate se prolongó durante dos días más hasta que se logró reducir a los atacantes, pero con un balance demasiado elevado: seis muertos y once heridos entre las tropas españolas y un muerto, tres heridos y cinco prisioneros entre los guerrilleros.

Sin embargo, los hechos que hicieron al Gobierno replantearse su política con respecto al territorio y dejarse llevar por las recomendaciones de la ONU, fueron las deserciones, dirigidas por el FP, de las llamadas patrullas «Pedro y Domingo», durante los días 10 y 11 de mayo de 1975: dos actos de sedición en los que la mayor parte de la tropa saharaui se levantó en armas contra el resto, asesinando al soldado Ángel del Moral, causando dos heridos graves y secuestrando a quince españoles no saharauis hasta septiembre de 1975, cautiverio durante el cual fueron sometidos a maltrato físico y psicológico, bajo el consentimiento de la autoridad argelina. En este contexto se recibió a la Misión de Visita de Naciones Unidas, que recorrió el territorio del 12 al 20 mayo bajo los gritos de «fuera España, fuera el Ejército, viva el Frente Polisario». Paralelamente a estos hechos concretos, el FP no dejó de hostigar a las tropas españolas, continuando con sus ataques armados a los puestos y posiciones, provocando sabotajes a los intereses españoles (la cinta transportadora de fosfatos) o llevando a cabo nuevos secuestros como el del industrial canario Antonio Martín. ¿Quién traicionó a quién?

Gemma Esteban Dorronzoro, profesora de Historia.

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