Fuerzas armadas y pueblo español

Nuestras Fuerzas Armadas son nuestro Pueblo; y nuestro Pueblo es nuestras Fuerzas Armadas. En el cuarenta aniversario de nuestra Carta Magna es muy bello sentir cómo esta identidad de Fuerzas Armadas y Pueblo español forja en nuestra sociedad sus valores y convivencia, su progreso y libertad. Valores recogidos en el discurso del Rey Felipe VI ante el Consejo del Atlántico Norte el pasado mes de noviembre, cuando afirma nuestro Jefe del Estado que nuestra Constitución «supone un avance democrático, plural, marco de referencia de libertad y justicia para todos los españoles». Así, en el referéndum de 6 de diciembre de 1978 los ciudadanos ratificamos nuestro Texto Fundamental para avanzar como una sociedad libre, justa y democrática. Y ayer, como hoy, esta meta es garantizada por las mujeres y hombres de nuestros Ejércitos y Armada, bajo cuyos uniformes laten estos ideales por los que un día como ciudadanos decidieron entregarse a la vocación castrense de servir a España.

Han pasado cuarenta años desde la promulgación de nuestra Constitución, y nuestras Fuerzas Armadas son un espejo que refleja la evolución de nuestra sociedad por la defensa de su soberanía, independencia, integridad territorial y Ordenamiento orientados al bien común mundial. Estos nobles valores palpitan en cada militar desplegado en misiones en peligrosos y remotos lugares de África, Oriente Medio, en otras zonas del mundo o por los mares del orbe. Comprometidos con la Justicia, bajo nuestra Bandera nuestros soldados combaten el terrorismo universal y los conflictos asimétricos, las crisis geopolíticas y diplomáticas que afectan la seguridad mundial, el drama del tráfico ilegal de personas y de la inmigración donde siempre las víctimas son los desheredados de la tierra, los desastres naturales y las crisis humanitarias. Operaciones internacionales y misiones de paz de nuestras unidades y barcos donde el ondear de nuestra Bandera ampara a las familias y amigos, vecinos y ciudades en los hijos del Pueblo español consagrados a su custodia: nuestros soldados.

En las ceremonias castrenses, incluidos nuestros dolorosos funerales, siempre los soldados nombramos nuestras familias como el pilar del equilibrio y la fuerza interior para servir a España. Porque ser militar no es un trabajo sino que es una vocación que necesita la cooperación necesaria de la familia en la asunción de sus sacrificios por España. Y, unidos el militar y sus seres amados, superar las separaciones, riesgos y lejanía de las misiones internacionales, los horarios y movilizaciones urgentes, las mudanzas y cambios de destino, y las angustias y preocupaciones cuando en zona de guerra y terrorismo las mujeres y hombres de nuestras Fuerzas Armadas plantan cara a la muerte en el cumplimiento de las órdenes y tareas encomendadas. Soldados de España que son hijos del Pueblo español que les ve nacer, y morir si es menester, como ciudadanos y como militares por nuestra Patria.

Sin nuestras Fuerzas Armadas no existiría nuestro orden constitucional interno ni nuestra sociedad como la conocemos. Una entrega generosa, profesional y virtuosa al Pueblo español que tiene la satisfacción de sentir el amor con el que cada año el Día de las Fuerzas Armadas nuestro país se vuelca con sus soldados, las encuestas que confirman la institución militar como la más valorada de los españoles, su prestigio intelectual en la comunidad académica y científica o la gratitud y el apoyo social en su labor no sólo de la defensa de nuestra soberanía e integridad territorial sino en su cuidado de la convivencia democrática. Este siglo XXI es testigo de cómo las mujeres y hombres de nuestras Fuerzas Armadas han ampliado su ejemplar operatividad frente a conflictos y guerras que puedan amenazar nuestra soberanía y territorio sumando la protección del medio ambiente y del patrimonio cultural e histórico, sus aportaciones al avance científico, humanista, técnico y operativo al servicio de los recursos sociales y geopolíticos, y su trabajo contra incendios, nevadas, terremotos y cataclismos naturales. Un campo de cooperación con la sociedad civil y sus instituciones en el que nuestras Fuerzas Armadas son pioneras entre los ejércitos del mundo en la protección y auxilio de personas y bienes humanos y ecológicos dentro de sus fronteras.

Evolución personal y colectiva desde 1978 de nuestras Fuerzas Armadas que, con profesional eficacia, humilde sacrificio y firmes valores, perfeccionan los ideales de nuestra Carta Magna de seguridad y libertad de España, su soberanía y territorio, y su Ordenamiento democrático con el bien común del Pueblo español. Este cuarenta aniversario de nuestra Constitución, a las mujeres y hombres de nuestras Fuerzas Armadas, Pueblo hecho Bandera, la gratitud de España.

Alberto Gatón Lasheras, capellán militar.

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