Google toma la delantera

El pasado 10 de octubre, Google anunció la compra de Youtube mediante un canje de acciones por valor de 1.650 millones de dólares. Este portal de intercambio de vídeos es una empresa de tan solo 20 meses de antigüedad que, a pesar de su inmenso tráfico, todavía no tiene beneficios. Así pues, ¿es una inversión digna de los tiempos de la burbuja de internet, que estalló de forma espectacular en marzo del 2001? Aunque nadie puede excluir de antemano esta posibilidad, y a pesar de que hoy por hoy resulta imposible conocer cuál es el valor real de Youtube, algunos elementos permiten pensar que nos encontramos ante una operación que tiene bases más sólidas.

En primer lugar, Google no entra en un campo desconocido, ya que a principios de este año lanzó Google Video. Este servicio en línea de búsqueda de vídeos permite visualizar contenidos, entre ellos, tráileres de películas, videoclips o incluso fragmentos de programas de televisión. Además, también ofrece a los internautas la posibilidad de comprar contenidos de televisión, como episodios de la exitosa serie CSI, por ejemplo. Con Google Video, el rey de los buscadores se propuso hacer frente a su rival Apple, cuya tienda iTunes comercializa también vídeos que los usuarios pueden ver en su famoso reproductor iPod Video.

Sin embargo, Youtube se ha hecho con el protagonismo mundial en esta actividad. El portal creado en el 2005 por Chad Hurley y Steve Chen (el tercer fundador, Jawed Karim, abandonó la compañía), permite a cualquier usuario colgar sus vídeos caseros o clips y visionar los contenidos que han colgado otros usuarios. Al enviar su vídeo, el usuario renuncia a sus derechos de propiedad intelectual, sin recibir ninguna compensación económica a cambio.

El pasado mes de agosto servía 72 millones de vídeos diarios, que en la actualidad se han convertido en 100 millones. También los actuales 65.000 envíos diarios de nuevo material dan fe del éxito de esta fórmula. Hay canales de televisión tradicionales que en sus programas de ví- deos caseros emiten contenidos de Youtube. Y cadenas de televisión y discográficas como NBC, CBS, Universal Music Group, Sony BMG y Warner Music Group han establecido acuerdos con Youtube para incluir en el portal algunos de sus contenidos, siempre de forma gratuita para los usuarios. En España, donde Youtube es líder en la categoría de ocio y entretenimiento, el portal recibió la visita de 4,2 millones de personas solo en los meses de junio, julio y agosto de este año.

Al sumar Google Video, que cuenta con el 10% de cuota del mercado norteamericano de descarga de ví- deos, con Youtube, que acapara el 45%, Google se adelanta a Microsoft y Yahoo, sus rivales directos en internet. La red social para jóvenes My-

Space, propiedad de News Corp., ostenta un 20% de este mercado, y tanto Yahoo Video como MSN Video, de Microsoft, rondan el 6%.

En la nueva web 2.0, en la que los recursos multimedia ganan protagonismo, el know-how en la gestión de vídeo cobra cada vez mayor importancia y se vislumbra como una de las herramientas clave para el futuro. Previsiones como las de eMarketer estiman que la publicidad basada en el vídeo alcanzará los 640 millones de dólares este año y los 1.500 millones de dólares en el 2009. Si Google consigue una parte importante de este mercado, sin duda la inversión realizada habrá sido rentable.

Junto a estos elementos que juegan a favor de este nuevo e importante paso hacia la concentración del mercado, existen otros que cuestionan la oportunidad de la operación. Uno es que la disponibilidad de efectivo convertirá a Youtube en el objetivo de futuras demandas, derivadas de las potenciales infracciones de la ley de propiedad intelectual. Y es que no resulta fácil evitar que algunos usuarios utilicen el portal para publicar contenidos sujetos a copyright de terceros. Con todo, el riesgo clave proviene de que, a pesar de ser el líder del vídeo en línea, los ingresos publicitarios no hacen de Youtube un negocio rentable, al menos no por ahora.

Ahora bien, esta debilidad puede convertirse en fortaleza gracias a la complementariedad entre ambos actores. Para encontrar su modelo de negocio, Youtube necesitará un tiempo de experimentación, y Google puede darle este tiempo, ade- más de proporcionarle la infraestructura necesaria hasta que el negocio sea rentable.

Además, mientras que Youtube aporta los contenidos --generados por usuarios individuales o por empresas de medios--, Google contribuye con la tecnología y la experiencia necesarias para indexar y realizar búsquedas de esos mismos contenidos. Ambas empresas coinciden aún en otro punto clave: una misma concepción de la publicidad, basada en la nítida separación entre contenidos y anuncios. Los resultados de las búsquedas hechas en Google están separados por una frontera bien definida que los separa del campo de los mensajes que insertan los anunciantes, relacionados con los conceptos de dichas búsquedas. Tampoco Youtube cede ante las peticiones publicitarias, que querrían añadir sus espots al principio o al final de los vídeos, tal como están acostumbrados a hacer en otras sedes.

Esta complementariedad entre ambos actores es la mejor baza para justificar los 1.650 millones de dólares pagados para hacerse con Youtube, un precio que resulta probablemente de la renuencia a vender o de una puja directa con Yahoo y Microsoft. ¿Recuperará algún día Google esta enorme inversión? Básicamente, dependerá de qué porcentaje de negocio del mercado quede finalmente en manos de las sedes de descarga de vídeos generalistas, como Youtube, y qué porción corresponda a los portales especializados, como CNN, Bloomberg o go.com, el portal de Disney.

Josep Valor, profesor del IESE y miembro del e-business Center PwC&IESE.