Gunilla von Sánchez

Querido J:

Una muy popular presentadora de las mañanas se disponía a entrevistar el otro día a un portavoz de Podéis. Respirando profundamente abrió brecha preguntándole por el rechazo que había sufrido Tania en una asamblea del citado movimiento nacional. El interrogado se atusó la calva, se irguió y mirando a cámara iba ya a responder cuando uno interrumpió el aire preguntando:

- ¿Tania...? ¿Y quién es Tania?

El tipo se hacía retóricamente el tonto, pero la pregunta me dejó pensativo. La gente con experiencia de la vida, que es mi preciso estado actual, debemos tener cuidado en lo que respecta a los jóvenes y al paso del tiempo. Ahora me voy a apartar relativamente del asunto, gracias a este género nuestro tan proteico, pero tengo que hablarte del instructivo caso que se produjo esta semana cuando un cincuentón llamado Hernando, portavoz del PP, llamó naranjitos a los de Ciudadanos con ánimo de reírse de ellos. Deduzco que para Hernando Naranjito es el símbolo del último ridículo español. También para nosotros. Lo mejor de lo que ha pasado en España se explica en el camino que va de Naranjito a Cobi y yo me habría apuntado al sarcasmo de Hernando sin dudar. Sin embargo, hete aquí, para decirlo con giro carcamal, que el joven Rivera, lejos de sentirse avergonzado encaró al cincuentón y en una clásica maniobra judoka lo tumbó fotografiándose orgulloso con la irredimible mascota y convirtiéndose al poco en trending topic mundial, lo que no será nada, pero bien lo habría querido para sí el agrio cincuentón. Es decir que los jóvenes hacen lo que les da la gana con nuestras consagradas metáforas: con el Naranjito y hasta con la cruz gamada.

Gunilla von SánchezPero consejos vendo que para mí no tengo y es por eso que, desafiando la posibilidad de que Tania me abofetee con su conversión en trending rubia platino, tengo la respuesta para nuestro retórico televisivo: «Tania es la Gunilla de nuestro tiempo». Como pierdes memoria te recordaré quién era Gunilla, claveteada von Bismarck por su bisabuelo, nacida, dicen, en 1950 y que daba fiestas en Marbella. Hasta su llegada al mundo, que debió de ocurrir en la época aproximada de Naranjito, las revistas del corazón describían las epopeyas de gente famosa por su cuna o por su trabajo. La experta Encarnación Pérez Salicio expone con claridad el momento seminal en que la prensa de amenidades se muta en prensa de personajes: «En la segunda mitad de los años cuarenta se produce un hecho de tal significación que diferenciará hasta el presente la prensa para mujeres: muchas de las revistas de amenidades se van transformando en revistas de personajes (estrellas, famosos y populares) y curiosidades; surge así la prensa del corazón». Los personajes de las revistas del corazón desarrollaban otra actividad aparte de la de salir en las revistas. Sin embargo, a partir de un cierto momento aparece gente en las revistas cuya actividad, descontada la puramente fisiológica, es aparecer en las revistas. El arquetipo es nuestra Gunilla. Estoy seguro de que en aquellos primeros ochentas algún retórico levantó algún día la cabeza:

- ¿Gunilla...? ¿Y quién es Gunilla?

La primera aparición de Tania en un titular de este periódico donde te echo las cartas se produjo el 16 de noviembre de 2014. Es una aparición elíptica y significativa: «La hembra alfa de Pablo Iglesias». A lo largo de unos meses trepidantes que llegan hasta hoy mismo se han ido conociendo los detalles restantes de la actividad de nuestra Tania: su presunta implicación en la adjudicación ilegal de unos contratos mientras era concejal de Izquierda Unida en el municipio de Rivas Vaciamadrid, su candidatura frustrada a la presidencia de la comunidad madrileña, su frustrada admisión en Podéis, la supuesta crisis de su noviazgo con Pablo Iglesias. He dicho Gunilla, querido amigo, pero repaso y veo que tal cúmulo de sinsabores hacen pensar más bien en cómo arrastró su vida por el couché la repudiada Soraya.

La constante presencia de Tania en las televisiones y la inexistencia de cualquier otra actividad política real que no sea su constante presencia en las televisiones simbolizan, como en el caso de Gunilla, el momento, extraño y febril, en el que la prensa del corazón (la televisión tout court más La Otra Crónica) incluye la política entre los principales temas de su oferta. La política sentimental se profesionaliza y es inevitable que eche mano de personajes que viven por y para su profesión: una suerte de nuevos liberados de la tarea de hacer política al modo convencional, dedicados a la ardua tarea de hacer funcionar el sindicato de los sentimientos.

Las vidas paralelas de Gunilla y Tania, de la prensa del corazón clásica y de la prensa del corazón politizada, son calcadas excepto en un punto: Gunilla jamás pasaba del couché a las columnas grises. Por el contrario, en el formidable caso de nuestra Tania ha sido el couché lo que la ha llevado en volandas a las columnas grises, ejem. Es, justamente, este viaje lo que invalida nuestras indolentes costumbres ancestrales y lo que nos obliga a saber y a escribir de Tania, hipótesis jamás contemplada en nuestra vida, como tantas otras, dicho sea al paso y al trote. Nunca pudo contemplarse la hipótesis de votar a Gunilla, pero es perfectamente plausible la de que puedan hacerlo con su igual Tania. Te lo diré en refrán libre. Hay que hozar, porque habrá que votar: cuando la televisión basura se convierte en política basura ya no solo están en peligro los espíritus.

El día anterior a la interrupción del tipo retórico, Tania ocupó un lugar en el mismo programa. El share subió hasta los 23 puntos, unos 700 mil. No tengo mayores dudas sobre la correlación entre share y encuestas. Pero conservo una ligerísima esperanza de que la traducción entre share y urnas no sea automática. Ligerísima. Porque llevado al parlamento, y como ya te dije una vez, el share es la sharia.

Sigue con salud,

Arcadi Espada

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