Investidura imaginativa, 17 nombres

Todo problema complejo tiene una solución difícil, sobre todo, si es importante como la elección del presidente del Gobierno y más si afecta a mucha gente, como es el caso de los millones de electores y ciudadanos afectados.

Soros siempre parte de la human fallability, es decir, la posibilidad de equivocarse al tomar una decisión, pero lo completa hablando de la «inelubility of action», la necesidad de actuar aunque nos podamos equivocar. Steve Jobs, cuando pensaba que en algo estaba atascado o se había quedado atrás, buscaba la solución dando un paso hacia delante.

La investidura para la Presidencia del Gobierno está estancada y todo parece indicar que no tiene solución, ya que hay al menos cuatro partidos involucrados, y salvo en el caso de una gran coalición (Partido Popular-Partido Socialista) son necesarios al menos tres partidos que, a través de un voto favorable o la abstención, estén coordinados para facilitar la investidura. Este es el momento de dar un salto adelante.

Investidura imaginativa 17 nombresEn estas circunstancias, y después de las declaraciones de los partidos, todo parece indicar que Rajoy, Sánchez o Iglesias están vetados por al menos dos partidos. Así pues, quien sea vetado por PP o PSOE y otro partido, queda fuera de la carrera, y si es cierto que los cuatro líderes están vetados para poder ser investidos, hay que buscar otros nombres. El mejor candidato de cada partido sería aquel que no produjera rechazos, o al menos no fuera vetado por dos partidos. Así le sería posible tras la negociación ser elegido, pero también podría ser rechazado (vetado por dos partidos con la misma lógica en la que se ha rechazado a cada candidato natural de los partidos).

Pero hay otra posibilidad, elegir a un candidato que no fuera el natural, ni el segundo o tercero de la lista de cada partido, y que por sus valores personales y su actitud pública no fueran vetados por los cuatro partidos, y que por su gran posición frente a los grandes temas a solucionar (Cataluña, paro, presencia de España en el mundo, corrupción...) pudiera alcanzar el favor de al menos tres partidos.

En junio de 1977, y antes de que se celebrasen las elecciones del 15 de junio, a petición de Adolfo Suárez realizamos un ejercicio en el que debíamos nombrar a personas ministrables. No se trataba de una quiniela, sino de una propuesta seria de nombres que luego debía ser evaluada y decidir de su factibilidad o no.

Anson, Aza, Del Rey, Galdón, Roca, Planas y Caso fuimos algunos de los que elaboramos la lista para Suárez a través del «método científico» que utilizó Kennedy y otros presidentes y que dio lugar a un informe titulado Punto Gama. Este informe dio fe de la excelencia del procedimiento y de la bondad de los resultados. No fue una quiniela, fue un modelo que ayudó a la toma de una decisión difícil.

Un primer ensayo de este modelo hecho entre el 20 y el 26 de diciembre de 2015 nos da una lista de candidatos (no una quiniela) que deberían no ser vetados por dos partidos en una primera vuelta y gozar del favor de tres o cuatro partidos que luego deberían de pactar y apostar por el más idóneo.

Estos nombres pueden ser considerados o no (y ser vetados) pero lo que hoy queda claro es que el tema no es irresoluble, sino que los políticos votados por los ciudadanos tienen una gran lista de personalidades sobre la que escoger.

Aunque estas personas han sido elegidas de acuerdo a unos criterios objetivos, basados en su capacidad y experiencia para resolver los problemas que tendrían que afrontar, los listamos por orden alfabético de su primer apellido para eliminar cualquier posible favoritismo. Ni están todos los que son, ni son todos los que están, pero al menos todos dan la talla y podrían ser un buen presidente: Almunia, Botín, Brufau, Díaz, Espinosa de los Montes, Fainé, Fidalgo, Galán, Garmendia, González, Leguina, Margallo, Roig, Rosell, Sáenz de Santamaría, Tecerina, Vargas Llosa.

Puede que estos nombre no gusten, pero seguramente para los españoles será mejor opción que la celebración de unas nuevas elecciones. Se trataría de llenar un espacio de un período de entre uno y dos años por una persona que no tuviera aspiraciones para seguir y que hubiera demostrado capacidad en la política o en otras actividades y que no produjera rechazos entre sus colegas.

José Luis Sanchis es ex presidente de la Asociación Mundial de Consultores Políticos.

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