Investigación longitudinal sobre la segunda generación en España: reporte de avance

Tema: La segunda generación de inmigrantes en España se asemeja cada vez más a los nativos españoles de su edad.

Resumen: La integración de la segunda generación de inmigrantes está aumentando en España: mejoran sus aspiraciones y expectativas, aumenta su identificación con el país y son muy pocos los que se sienten discriminados. Menos aún son los que se encuentran en situaciones que dificultan su futuro, como la paternidad adolescente o el paso por la cárcel. En conjunto, y pese a la peor situación económica en que vive la media de las familias inmigrantes en comparación con las autóctonas, puede decirse que el grueso de las segundas generaciones se está integrando a buen ritmo y que sus diferencias con los jóvenes autóctonos están disminuyendo, aunque sean aún importantes.

Análisis

Introducción

Los flujos migratorios que, a partir de 1990, convirtieron a España en un país de inmigración tuvieron una consecuencia importante en el surgimiento de una nueva población de niños y jóvenes de origen extranjero. Los inmigrantes, que llegaron a representar el 12% de la población del país, constituyen de sí un fenómeno significativo. Más importante aún, sin embargo, es el proceso de integración de sus hijos. Los inmigrantes adultos constituyen una población inestable –hoy aquí y mañana no–. Sin embargo, los hijos –nacidos en España o traídos al país a temprana edad– tienden a echar raíces y quedarse. Son “los nuevos españoles” y su situación, logros y actitudes pueden modificar y dar una nueva tónica a las ciudades y regiones donde se concentran.

Poco o nada se sabía sobre este tema salvo algunos estudios puntuales basados en pequeñas muestras de poca representatividad estadística. Para subsanar esta situación, un consorcio formado por el Centro de Migraciones y Desarrollo de la Universidad de Princeton y el Instituto de Estudios Migratorios de la Universidad de Comillas en Madrid se propuso llevar a cabo una encuesta representativa de la segunda generación –jóvenes nacidos en España de padres extranjeros o traídos al país antes de los 12 años– en las dos principales ciudades que concentran el grueso de la población extranjera en el país: Madrid y Barcelona. Esta encuesta se llevó a cabo en base a una muestra aleatoria de centros de segunda enseñanza en las dos áreas metropolitanas en 2007-2008. En cada centro seleccionado, se entrevistaron a todos los alumnos que cumplían la definición de “segunda generación”, creando una muestra estadísticamente representativa de esta población en las dos ciudades.

En total se entrevistaron 6.905 hijos de inmigrantes en 180 colegios públicos y concertados. La edad promedio de los entrevistados era de 14 años en 2008, con una división equitativa entre los sexos. Los resultados del estudio, denominado Investigación Longitudinal de la Segunda Generación (ILSEG) fueron dados a conocer oportunamente en conferencias de prensa en las dos ciudades y en varias publicaciones académicas posteriores. El tamaño de la muestra hace del ILSEG el estudio más importante sobre hijos de inmigrantes en España y aún en Europa Occidental. El diseño de la investigación se propuso seguir a esta muestra en el tiempo para conocer todas las facetas del proceso de integración de estos jóvenes a España y sus causas principales.

En 2010, el consorcio cambió de afiliación institucional de la Universidad de Comillas al Instituto Universitario Ortega y Gasset, siempre con la co-participación de la Universidad de Princeton. En el otoño de 2011, comenzó la encuesta de seguimiento con el apoyo económico de la Fundación Spencer de Chicago y el Ministerio de Economía y Competitividad de España (Plan Nacional). Utilizando una serie de técnicas, los equipos del ILSEG lograron identificar y re-entrevistar al 73% de la muestra original para la que existían datos personales al cabo de 3-4 años. Esta proporción se considera muy satisfactoria para estudios de grandes muestras de población a través del tiempo. A este número se añadió una muestra de reemplazo constituida por jóvenes de segunda generación de la misma edad y entrevistados en los mismos centros escolares que la muestra original en 2011-2012.

En total, la nueva muestra ha producido datos sobre 5.345 adolescentes de segunda generación de edad promedio de 17-18 años y distribuidos equitativamente entre varones y hembras. Una serie de pruebas estadísticas han demostrado la ausencia de sesgos estadísticos entre la encuesta de seguimiento y la original, así como la similitud de resultados entre la muestra de seguimiento y la de reemplazo. Como prueba parcial de ello, la Tabla 1 presenta la distribución por país de nacimiento de la encuesta original de 2007-2008 y la de seguimiento (2011-2012) y la Tabla 2 hace otro tanto con las encuestas de seguimiento y la de reemplazo. Otras pruebas estadísticas omitidas en este reporte arrojan los mismos resultados: la muestra de seguimiento es por tanto estadísticamente representativa de la original y las dos muestras, original y de reemplazo, no muestran diferencias significativas. Por ello, es posible utilizar estos datos para obtener perfiles confiables y válidos de la integración de los hijos de inmigrantes en España. Como punto de comparación, se añadió al estudio una nueva muestra de hijos de nativos de la misma edad y sexo, entrevistados en los mismos centros escolares seleccionados para la muestra original. Esta nueva muestra suma 1.905 casos adicionales. Las secciones que siguen presentan los principales resultados del estudio.

Tabla 1. País de nacimiento de los encuestados, estudio ILSEG, 2007-2012
País de nacimiento

Muestra original, 2007-2008 (%)

Muestra de seguimiento, 2011-2012

España

14,8

17,2

Argentina

2,7

2,4

Bolivia

4,6

4,4

Bulgaria

1,3

1,4

Chile

1,2

1,4

China

3,5

2,1

Colombia

7,9

7,5

Cuba

0,5

0,3

Ecuador

26,3

27,3

Filipinas

1,6

1,8

Guinea Ecuatorial

0,8

1,0

Marruecos

6,7

6,4

Perú

5,8

5,8

Polonia

0,6

0,6

República Dominicana

4,9

4,5

Rumania

4,7

4,7

Ucrania

0,9

0,9

Venezuela

1,2

1,2

Europa Oriental, otros

0,5

0,6

Europa Occidental, otros

2,1

2,1

Asia, otros

3,1

2,8

América Central, otros

3,9

3,5

Otros

0,4

1,0

Total

100,0 (N = 6.872)

100,0 (N = 3.805)

Tabla 2. País de nacimiento de los encuestados, estudio ILSEG (2011-2012)
País de nacimiento

Encuesta de seguimiento (%)

Encuesta de reemplazo (%)

España

17,2

24,5

Argentina

2,4

1,7

Bolivia

4,4

4,2

Chile

1,4

0,7

China

2,1

2,3

Colombia

7,5

5,9

Cuba

0,3

0,5

Ecuador

27,3

24,9

Filipinas

1,8

0,6

Guinea Ecuatorial

1,0

0,0

Marruecos

6,4

5,8

Perú

5,8

7,1

Polonia

0,6

0,5

República Dominicana

4,5

3,8

Rumania

4,7

4,8

Ucrania

0,9

0,3

Venezuela

1,2

1,1

Europa Oriental, otros

2,0

1,8

Europa Occidental, otros

2,1

1,6

Asia, otros

2,8

2,7

América Central, otros

3,5

2,8

Otros

3,1

2,4

Sexo (hombres)

49,4

51,9

Edad

17,4

17,2

Total

100,0 (N = 3.805)

100,0 (N = 1.528)

La Educación

Contrariamente a los artículos de prensa y la opinión generalizada, la mayoría de las familias que forman parte de nuestra muestra han optado por permanecer en el país: de los 3.805 re-encuestados en 2011-2012, menos del 2% (1.76%) fue localizado fuera de España. La mayoría de estas encuestas, hechas a través de Internet, indicaron que los encuestados habían dejado el país para obtener acceso a educación universitaria en sus países de origen o terceros y no por necesidad económica. Aunque sería posible argumentar que la pérdida del 27% de los casos originales se debió a que la mayoría abandonaron España, esto no es plausible dado que la encuesta de seguimiento es representativa de la original, como acabamos de ver. No es probable que ambas muestras se parezcan en todos los aspectos, menos en la decisión de quedarse en el país o abandonarlo. Por ello, concluimos que la gran mayoría de la segunda generación creada por las olas inmigratorias de años anteriores permanece en España.

Otro resultado positivo que arroja la nueva encuesta es que las cuatro quintas partes de los hijos de inmigrantes que formaron parte de la muestra original continúa en el sistema escolar. Entre los nacidos en España (la segunda generación propiamente dicha), la cifra se eleva al 90%. Entre los nacidos en el exterior y llegados al país en la infancia (la llamada “generación 1.5”), los hijos de argentinos, chilenos y europeos occidentales exhiben niveles de retención escolar similares. Como muestra la Tabla 3, los niveles inferiores se concentran entre hijos de inmigrantes chinos y dominicanos, un cuarto o más de los cuales abandonaron sus estudios.

Tabla 3. Proporción que continúa sus estudios al cabo de cuatro años (2007-2008 a 2011-2012)
País de nacimiento:

%

N

Altas frecuencias:
   España (de padres inmigrantes)

90,6

590

   Argentina

90,1

91

   Chile

92,3

52

   Filipinos

89,9

69

   Perú

89,5

218

Bajas frecuencias:
China

68,3

79

República Dominicana

77,2

171

Sexo:
   Varones

82,7

1.852

   Hembras

86,3

1.955

Ciudad:
   Madrid

81,5

1.910

   Barcelona

87,7

1.897

Tipo de escuela:
   Publica

830

2.001

   Privada (concertada)

86,1

1.779

Total (1)

84,6

3.780

(1) Número de casos en la encuesta de seguimiento. Se omiten casos sin datos.

Como también muestra esta Tabla, no existen diferencias significativas entre sexos, ciudad de residencia o tipo de escuela (pública o concertada) en niveles de retención escolar. Tan importante o más que esta dimensión, es el tipo de educación que los hijos de inmigrantes reciben. Como muestra la Tabla 4, más de un tercio de ellos se encuentran aún luchando por completar la secundaria básica o en programas compensatorios (PCPI). Dos quintas partes de la muestra original se hallan, sin embargo, completando el bachillerato o la formación profesional de nivel superior y un privilegiado 5% ha logrado acceso a la universidad.

Tabla 4. Tipo de educación que cursan los hijos de inmigrantes (1)

ESO (%)

PCPI (%)

Formación prof. de nivel medio

Bachillerato y formación prof. superior

Universidad

N

País de nacimiento (seleccionados):
   España (de padres inmigrantes)

30,2

2,0

12,8

45,5

8,1

602

   Colombia

30,3

2,1

12,4

50,2

4,3

261

   Rumania

25,9

0,7

16,1

48,2

8,1

143

   Argentina

30,1

1,2

10,8

55,4

2,4

83

   China

25,9

0,0

11,1

57,4

5,6

54

   Venezuela

22,6

2,3

2,3

53,5

11,6

43

   Marruecos

42,9

6,9

15,3

31,2

3,5

189

   Bolivia

40,7

1,4

16,4

37,8

2,1

140

   Chile

45,8

2,1

12,5

33,3

4,2

48

Sexo:
   Varones

35,7

4,6

15,1

39,3

3,9

1.532

   Hembras

29,6

1,1

13,2

49,6

6,0

1.700

   Total

32,5

2,7

14,1

44,7

4,8

1.051

88

456

1.446

155

3.232

(1) Encuesta de seguimiento. Los porcentajes no suman 100.0 porque se omite la categoría de “otros” más casos sin información.

Las cifras son similares cuando se combinan la muestra original y la de reemplazo. Como muestra la Tabla 4, las nacionalidades más aventajadas educacionalmente son los nacidos en España y varias nacionalidades sudamericanas, incluyendo argentinos, venezolanos y colombianos, más los chinos que han persistido en sus estudios. Al otro extremo, las concentraciones más notables cursando aún secundaria básica se encuentran entre jóvenes marroquíes, bolivianos y chilenos. Como también muestra la Tabla 4, existen diferencias significativas por sexo. Las jóvenes tienden a concentrarse en los niveles más avanzados, a diferencia de los varones. Solo un 1% de niñas de la muestra original cursa programas compensatorios (PCPI), cantidad que se quintuplica entre los varones. La cifra entre estos últimos alcanza el 16% en la encuesta de reemplazo.

Aspiraciones y expectativas

La ambición es importante. Toda la literatura científica indica que las aspiraciones de los adolescentes son uno de los principales determinantes de sus logros futuros. Las aspiraciones son condiciones necesarias. Dicho de otro modo, si un adolecente aspira a alcanzar un título universitario puede que lo obtenga o no; sin embargo, si carece de aspiraciones a esta edad, de seguro que no llegara a alcanzar ese título. En nuestros datos, disponemos de dos medidas de ambición: aspiraciones (que son metas ideales) y expectativas (que son metas realistas). Las primeras se miden con una pregunta sobre el nivel de educación que el o la joven querrían alcanzar; las segundas por el nivel al que piensan realmente llegar.

En la Tabla 5 vemos que el 68% de jóvenes de segunda generación aspiran a un título universitario o más. Tales aspiraciones crecen entre los nacidos en España al 70% y entre las mujeres al 77%. Sin embargo, cuando consideramos expectativas realistas, los niveles caen en un 10% aproximadamente para todos. No se registran diferencias notables con los autóctonos, entre los cuales el 71% aspira a un título universitario, pero solo un 54% espera alcanzarlo. Nuevamente, las mujeres exhiben ventaja considerable sobre los varones.

Tabla 5. La ambición en términos comparativos
Muestra

Aspiraciones educacionales

Expectativas educacionales

N

Bajas (1)

Altas (2)

Bajas (1)

Altas (2)

2ª generación, 2012:
   Total

6,7

67,8

11,1

56,8

5.243 (3)

   Nacidos en España

3,1

70,2

7,0

64,0

948

   Sexo femenino

4,0

76,8

7,5

65,2

2.693

3ª + generación, 2012
(hijos de padres españoles):
   Total

4,3

70,9

8,0

54,3

1.950

   Sexo femenino

2,5

79,0

4,7

61,9

1.062

(1) ESO, PCPI, Formación profesional de grado medio
(2) Título universitario, o estudios de post-grado.
(3) Muestra total. Se omiten casos sin datos.

Un dato positivo es que la ambición aumentó a través del tiempo, pese a la crisis económica. Esto lo vemos en la Tabla 6, que compara aspiraciones y expectativas educacionales para chicos y chicas en la encuesta original de 2007-2008 y en la de seguimiento en 2012. Como vemos, los niveles suben considerablemente, sobre todo la ambición de alcanzar un título de post-grado. Nuevamente, el sexo femenino muestra ventaja, tanto en aspiraciones como en expectativas. Mientras que en 2008 el 30% de las jóvenes no esperaba ir más allá de la formación profesional de nivel medio y solo un 39% confiaba en llegar a la universidad, en 2012 la primera cifra bajó a solo 7,5% y la segunda se incrementó notablemente, alcanzando el 65%.

Tabla 6. La ambición a través del tiempo

Secundaria básica / formación profesional media (%)

Bachillerato / formación profesional superior (%)

Título universitario (%)

Titulo de post-grado (%)

A. Aspiraciones
Muestra original, 2008

22,1

23,3

44,5

9,6

   (Edad promedio, 14)
Muestra de seguimiento, 2012

6,7

25,5

41,8

26,0

   (Edad promedio, 18)
Varones, 2008

25,2

26,1

39,9

8,8

Varones, 2012

9,5

32,2

36,7

21,6

Hembras, 2008

18,9

20,3

50,3

10,5

Hembras, 2012

4,0

19,2

46,6

30,2

B. Expectativas
Muestra original, 2008

33,1

31,6

29,7

5,6

Muestra de seguimiento, 2012

11,1

32,1

40,6

16,2

Varones, 2008

35,8

32,4

26,8

5,0

Varones, 2012

14,9

37,3

34,8

13,0

Hembras, 2008

30,3

30,8

32,7

6,2

Hembras, 2012

7,5

27,3

46,2

19,0

Notas y actitudes hacia el colegio

En cuanto a notas académicas, el promedio entre hijos de inmigrantes es de 6,15, siendo excedido por los nacidos en España y los provenientes de países de Europa Occidental. No hay diferencias significativas por ciudad de residencia o tipo de colegio. Como siempre, las mujeres aventajan a los varones en su desempeño escolar. Como vemos en la Tabla 7, los autóctonos aventajan a la segunda generación por casi medio punto, manteniéndose esta diferencia en ambos sexos. La diferencia, aunque no es enorme, reproduce el hallazgo de los estudios del programa PISA (patrocinado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo), que concluyen que los hijos de inmigrantes consistentemente van a la zaga de los autóctonos en la educación secundaria. En el caso de España, esta diferencia también se da, aunque nuestros datos indican que no es insuperable. El mayor reto se da entre los jóvenes de origen marroquí, boliviano y dominicano, quienes consistentemente exhiben promedios inferiores a los de los nativos, tanto los de segunda generación como los autóctonos.

Tabla 7. Notas promedio de hijos de inmigrantes y autóctonos, 2012

2ª generación

3º+ generación

Muestra original

Muestra de reemplazo

(autóctonos)

Total

6,15

6,19

6,54

País de nacimiento
Altas:
   Nacidos en España

6,40

6,48

   Europa Occidental

6,57

6,39

Bajas:
   Bolivia

5,90

5,86

   Marruecos

6,08

5,92

   República Dominicana

5,96

6,02

Ciudad:
   Barcelona

6,14

6,19

6,72

   Madrid

6,10

6,19

6,36

Tipo de centro:
    Colegios públicos

6,18

– (1)

6,48

    Colegios privados

6,12

6,54

Sexo:
   Varones

5,99

6,02

6,39

   Hembras

6,30

6,37

6,72

(1) Variable medida durante la muestra original y por tanto inexistente en la muestra de reemplazo.

Tampoco hay diferencias significativas en actitudes hacia los colegios. El estudio elaboró un índice de actitudes correspondiente al promedio de respuestas a las siguientes preguntas:

  • El profesorado de este centro se interesa en los alumnos.
  • En este centro no me siento seguro/a.
  • Las peleas entre estudiantes dificultan mi aprendizaje.
  • En este centro hay bandas.
  • En este centro la enseñanza es buena.

Las respuestas se codificaron en una escala de 1 a 4 con promedios más altos reflejando actitudes más positivas. Entre los estudiantes de segunda generación en su conjunto, el promedio fue de 3,20, no existiendo diferencias significativas por muestra, género o tipo de escuela (pública o concertada). Entre los autóctonos el promedio es muy similar, 3,17, sin diferencia entre varones y mujeres. Nativos de algunos países como bolivianos (3,1) y chinos (3,1) se mostraron algo más críticos pero las diferencias tampoco son mayores. En general y pese a las quejas generalizadas sobre la enseñanza en España, la mayoría de los estudiantes, tanto inmigrantes como nativos, y tanto chicas como chicos, exhiben una actitud claramente positiva hacia la institución donde, fuera de la familia, ha transcurrido la mayor parte de sus vidas.

Indicadores de movilidad descendente: discriminación, desempleo y desigualdad

La encuesta contiene indicadores de integración problemática como son las experiencias y percepciones de discriminación, el desempleo, la desigualdad y la pobreza, la paternidad o maternidad prematuras y las experiencias de arrestos y cárcel. Como vemos en la Tabla 8, la proporción de hijos de inmigrantes que han dejado el hogar de sus padres para vivir solos a con su pareja, que han tenido hijos o que han estado en la cárcel es mínima para ambos sexos. Aun admitiendo que estos reportes, sobre todo los de experiencias carcelarias, no sean del todo verídicos, los contados casos de cada una de estas experiencias más dramáticas niegan la presencia de un proceso generalizado de movilidad descendente. Aun la presencia de la segunda generación en cursos de educación compensatoria (PCPI) es mínima –sólo el 2,7% de nuestra muestra original y sólo el 1,1% entre las niñas–. Las cifras entre los autóctonos son muy similares. Como indica la Tabla 8, solo se constató una pequeña ventaja en favor de estos en la ausencia práctica de maternidad y paternidad prematuras, de las cuales solo se observaron tres casos.

Tabla 8. Percepciones de discriminación y experiencias de movilidad descendente, 2012

2ª generación

3ª+ generación

Muestra original

Muestra de reemplazo

(autóctonos)

%

%

%

Se ha sentido discriminado (por cualquier motivo) en los últimos tres años:
   Total

5,13

8,42

6,08

   Varones

4,84

7,49

5,36

   Hembras

5,43

9,45

6,95

Tuvo que dejar sus estudios en los últimos tres años:
   Total

13,35

– (1)

– (1)

   Varones

14,50

   Hembras

12,25

Casado/a o cohabitando con su pareja:
   Total

4,11

6,55

5,95

   Varones

3,38

6,13

4,80

   Hembras

4,06

7,04

7,34

Tiene hijos:
   Total

2,14

0,87

0,21

   Varones

1,20

0,91

0,29

   Hembras

3,07

0,84

0,12

Ha estado en la cárcel durante los últimos tres años:
   Total

1,01

1,39

0,93

   Varones

1,41

2,16

1,42

   Hembras

0,62

0,55

0,34

N

3.811

1.581

1.905

(1) Las muestras de reemplazo y de autóctonos fueron obtenidas en centros escolares. Por tanto, sus miembros aún no habían abandonado sus estudios.

Paralelamente, aquellos que se sienten discriminados por cualquier motivo representan una proporción muy reducida – el 5% en la muestra original y menos del 10% en la de reemplazo–, no existiendo diferencias significativas entre los sexos. Nuevamente, las percepciones de discriminación entre los autóctonos no son mucho más bajas. Contrariamente a lo que pudiera pensarse, los hijos de inmigrantes no se sienten en general inferiorizados o discriminados por la sociedad española ni evidencian tendencias hacia una “etnicidad oposicional” en reacción a experiencias de discriminación generalizadas. Sus orientaciones al respeto no son muy diferentes a las de los nativos.

Lo que sí ocurre en mayores proporciones entre los hijos de inmigrantes es, como ya hemos visto, el abandono escolar y junto a él las experiencias de desempleo. En esta última dimensión, los hijos de inmigrantes tampoco distan mucho de los autóctonos. Como vemos en la Tabla 9, aproximadamente el 16% de los jóvenes de segunda generación se declaran desempleados, no existiendo diferencias significativas entre los sexos. Entre los autóctonos, la cifra correspondiente es prácticamente la misma, el 14%.

Tabla 9. Desempleo e ingreso familiar entre jóvenes de 2ª generación y autóctonos

2ª generación (1) (%)

Autóctonos (%)

Desempleado (2)
   Total

16,20

13,90

   Varones

16,75

14,21

   Hembras

15,65

13,51

Ingreso familiar (3)

%

% cumulativo

%

% cumulativo

   Menos de €500

6,12

6,12

1,93

1,93

   Entre €501 y € 1.000

30,86

36,98

11,10

13,03

   Hasta €1.500

28,62

65,60

25,01

38,04

   Hasta €2.000

19,18

84,79

24,41

62,45

   Hasta €3.000

10,48

95,27

22,92

85,37

   Hasta €5.000

3,45

98,70

10,82

96,19

   €5.001 o más

1,30

100,00

3,81

100,00

(1) Muestra conjunta de la segunda generación – original y reemplazo.
(2) Buscando trabajo o no.
(3) No existen diferencias significativas en la distribución de ingresos familiares por sexo o ciudad de residencia.

La similitud no se extiende, sin embargo, a la situación económica de las familias. El 66% de los hijos de inmigrantes provienen de hogares cuyos ingresos no superan los 1.500 euros mensuales y el 37% viven en familias que disponen de menos de 1.000 euros por mes. Aunque estas cifras no indican una situación de pobreza extrema, sí señalan las muy modestas circunstancias que tienen que enfrentar la mayoría de los jóvenes de segunda generación. En este aspecto, existe ventaja para los autóctonos, entre los cuales solamente una cuarta parte debe subsistir con menos de 1.500 euros de ingreso familiar mensual. La gran mayoría se hallan por encima de esta cifra, no existiendo diferencias significativas por género o por ciudad de residencia. Tanto en Madrid como en Barcelona, el 75% de las familias españolas tenían ingresos superiores a esa cifra.

Auto-identidades

Los hijos de inmigrantes en España son tan propensos a identificarse con el país como a no hacerlo. Nuestros datos indican que exactamente el 50% se considera español y el otro 50% no lo hace. Como vemos en la Tabla 10, no hay diferencias significativas por ciudad de residencia (Madrid o Barcelona), pero sí las hay por lugar de nacimiento. El 80% de los nacidos en España –la segunda generación propiamente dicha– se identifica con el país. Entre los nacidos en el exterior, el colectivo que más se identifica con España son los filipinos, seguidos por los búlgaros. Esto puede atribuirse al mayor tiempo promedio vivido en España por estos jóvenes en comparación con el resto de la muestra.

Tabla 10. La auto-identidad nacional en la 2ª generación, 2013
Segunda generación

¿Te consideras español?

¿Cuán importante para ti es tu nacionalidad?

Si (%)

Bastante o muy importante (%)

Muestra total, 2012 (1)

48,3

74,47

Muestra original, 2008

28,70

84,50

Nacidos en España, 2012

79,90

62,69

Nacidos en España, 2008

77,67

82,19

Nacidos en el extranjero (2012): identificación con España
Alta: Filipinas

69,57

81,16

Alta: Bulgaria

65,06

69,23

Baja: Bolivia

34,94

83,33

Baja: China

34,62

73,42

Barcelona, 2012

46,9

76,9

Barcelona, 2008

30,0

83,8

Madrid, 2012

49,5

72,3

Madrid, 2008

27,0

85,2

(1) Muestra conjunta de la segunda generación – original y reemplazo.

El hecho de que la mayor parte de la generación “1.5” no se consideren españoles no es sorprendente, dado que nacieron y vivieron sus primeros años en otro país. Lo que sorprende es su evolución positiva con el tiempo. En efecto, sólo el 29% de los encuestados se consideraban españoles en 2008, cifra que se incrementa más de 20 puntos en 2012 para llegar a la mitad de la muestra. Como se evidencia en la Tabla 10, este crecimiento se debió exclusivamente al cambio de auto-identificación entre los nacidos en el exterior, ya que entre los nativos la identificación nacional se mantuvo idéntica. Este resultado cobra aún más peso cuando se les pregunta a los encuestados cuán importante es su identificación nacional. Como muestran los datos en la Tabla 10, la gran mayoría la considera importante o muy importante.

Estos resultados indican un avance significativo del proceso de integración. Aunque existe una minoría, aun entre los nativos, reacios a identificarse con el país, cuatro quintas partes de ellos lo hacen y entre los nacidos en el exterior la identificación con España se aproxima al 50%. Sólo los jóvenes bolivianos y chinos muestran una tendencia significativamente menor a auto-identificarse como españoles.

Evidencia adicional del avance del proceso de integración es el hecho de que prácticamente la mitad de los hijos de inmigrantes tienen una mayoría de amigos cuyos padres son españoles. Como nos muestra la Tabla 11, esta tendencia es aún más fuerte entre los nacidos en España y entre ciertas nacionalidades sudamericanas, en particular argentinos, chilenos y venezolanos. Las mayores tendencias a mantener amistades dentro del propio círculo étnico, conformado por otros hijos de inmigrantes, las encontramos entre los bolivianos, ecuatorianos, dominicanos, chinos y, en particular, los filipinos. Otro dato importante es que la proporción con amigos autóctonos se incrementa a través del tiempo, tanto para hembras como varones. Como vemos en la parte final de la Tabla 11, aquellos que declaran tener una mayoría de amigos con padres extranjeros disminuyen un 10% entre la encuesta inicial y la final. Tal resultado apoya nuevamente la existencia de un proceso de integración social y cultural lento pero sostenido.

Tabla 11. Procedencia étnica de las amistades en la 2ª generación

¿Cuantos de tus amigos tienen padres que vienen del extranjero?

Pocos o ninguno (%)

La mayoría (%)

N

Total

47,00

53,00

5.313

Nacidos en España

59,42

40,58

589

Argentinos

60,00

40,00

90

Chilenos

59,62

40,38

52

Venezolanos

63,83

36,17

47

Búlgaros

57,69

42,31

52

Bolivianos

32,14

67,86

168

Ecuatorianos

33,98

66,02

1.027

Filipinos

21,74

78,26

69

Dominicanos

35,09

64,91

171

Chinos

32,91

67,09

79

Varones, 2008

35,58

64,42

3.111

Varones, 2012 (1)

47,99

52,01

2.636

Hembras, 2008

37,80

62,20

3.040

Hembras, 2012 (1)

46,02

53,98

2.677

(1) Muestra conjunta de la segunda generación – original y reemplazo.

Conclusión: Los resultados de nuestro estudio no apoyan conclusiones negativas o alarmantes sobre la integración de la segunda generación. La gran mayoría de los hijos nacidos en España o traídos al país a edad temprana se quedan en España y continúan sus estudios. Pese a la crisis económica y la modestia de sus hogares, avanzan en sus expectativas de educación futuras y en su identificación con el país. Sólo una pequeña minoría da síntomas de movilidad descendente como maternidad o paternidad prematuras o encuentros con la policía. Más preocupante es el abandono escolar y el desempleo que afectan aproximadamente a un 15% de los encuestados. Sin embargo, las cifras son similares entre los autóctonos, datos que nos hace concluir que los hijos de inmigrantes se han integrado a la juventud española y que sus diferencias con los hijos de nativos van disminuyendo con el tiempo.

Alejandro Portes, Universidades de Princeton y Miami. Rosa Aparicio, Instituto Universitario Ortega y Gasset.

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