La alianza de los antieuropeos

Durante el siglo pasado hubo muchas organizaciones que abogaron por la cooperación internacional, pero nunca ha habido una formada por diversas partes que luchan contra la cooperación internacional. Pero esto cambió en octubre del 2014. Hablamos del Parlamento Europeo en Bruselas, donde hay una alianza de partidos conservadores, otra de los partidos socialistas, una tercera de los partidos verdes y de los liberales. También hubo una alianza comunista pero se dividió hace unos años. A partir de ahora habrá al parecer también una alianza europea de los partidos antieuropeos.

Había, por supuesto, este tipo de partidos en el pasado, pero los intentos de establecer una alianza común habían fracasado porque las diferencias entre ellos eran considerables. A estos partidos se les llama muy a menudo de extrema derecha, lo que es verdad hasta cierto punto, pero sólo hasta cierto punto. Cuando se le preguntó a Matteo Salvini, líder de la Liga Norte italiana, componente principal de la nueva alianza, qué político de la reciente historia admiraba más, respondió: “Matteoti”. Pero Matteoti era un socialista, asesinado por los fascistas. Geert Wilders, del partido Libertad Holandesa, ahora uno de los más fuertes en los Países Bajos, es ciertamente muy antiislamista pero siempre insistió en que no era xenófobo. Eran nacionalistas, pero al mismo tiempo “picoteaban” un poco de todos los partidos, siendo antisistema e incluso un poco izquierdistas. Muchos de los partidarios de la Liga Norte italiana son excomunistas. Esto está cambiando, Wilders ha hecho últimamente violentos discursos contra los rumanos y los búlgaros.

La alianza de los antieuropeosRusia ha tenido un cierto papel en este proceso con Putin recibiendo a algunos de los líderes antieuropeos que fueron invitados a Moscú a participar en negociaciones. Hay ciertos intereses comunes, evidentes en el caso de Hungría, que se ha estado moviendo en esta dirección antidemocrática desde hace mucho tiempo, menos claras en el caso de los demás. Rusia, por razones obvias, prefiere tratar con los países europeos de uno en uno más que con una Unión Europea: a un país se le puede predisponer contra otro. La alianza anti UE también lo es contra la OTAN, lo que sin duda beneficia a Rusia. En el pasado, los partidos antieuropeos no eran antiamericanos pero esto también ha comenzado a cambiar por razones que no siempre son claras.

Alexánder Duguin ha desempeñado un papel importante en este proceso. No era conocido en absoluto fuera de Rusia hasta hace poco y sólo poco conocido entre los rusos, pero esto también ha cambiado. Como el marxismo-leninismo ha sido liquidado en Rusia, era necesaria una nueva ideología; era imposible simplemente volver a 1914. Pero ni Putin ni las personas cercanas a él estaban particularmente bien informados o interesados en este campo y Duguin, hijo de un general de la inteligencia militar rusa, era el único cualificado. Aprendió él solo idiomas extranjeros y llevó a Rusia las ideas de la “nueva derecha” europea: la nouvelle droite francesa, la doctrina del italiano Giulio Evola, incluso el francorrumano Jean Parvulesco y el belga Thiriard son poco conocidos en Europa Occidental, pero debido a Duguin son aceptados como grandes pensadores, incluso como profetas por algunos en Rusia. Duguin tenía, además, un conocimiento de teorías de la conspiración que ha sido siempre muy popular en Rusia.

Cuando llegué por primera vez hasta Duguin hace unos 25 años, estaba en la extrema derecha del espectro político, perteneciendo un grupo antisemita sectario. Aprendió rápido y se abrió camino hacia Putin y el centro político ruso; declaró que sólo los locos no apoyarían a Putin. El extremismo y la xenofobia son perjudiciales, incluso el antisemitismo era inútil. Después de haber estado cerca del neopaganismo se convirtió en un creyente ortodoxo.

Hasta aquí ningún problema, pero Duguin seguía siendo difícil de controlar. En el momento de la invasión rusa de Georgia exigió que Rusia ocupara ese país. Más recientemente amenazó a Putin, diciendo que a menos que ocupara Ucrania tendría problemas políticos graves, incluso podría ser derrocado. Aparentemente estas declaraciones no gustaron a Putin y Duguin perdió su trabajo en la Universidad de Moscú en veinticuatro horas. Pero seguía siendo útil a los propósitos de Europa occidental y sus muchos libros están traducidos y distribuidos en el norte de Italia y otros países europeos.

Pero con todo esto existen dudas de si la nueva alianza en Bruselas tiene mucho futuro. Tienen muy poco en común, excepto el hecho de no querer más inmigrantes extranjeros. Los problemas de Holanda y de los suecos no son los del Partido de la Libertad de Austria o del húngaro Jobbik. Tienen incluso menos intereses en común con los rusos, excepto el euroescepticismo. ¿Cuáles son los pilares de la nueva ideología de Rusia? Eurasianismo, la Iglesia ortodoxa rusa y la creencia de que hay una idea manifiesta del destino de Rusia. Pero ni Le Pen ni Wilders ni el FPOE austriaco quieren convertirse a la ortodoxia rusa, los austriacos y los italianos no quieren llegar a ser euroasiáticos y la creencia en una misión espiritual y política de Rusia no tiene ningún significado en Europa occidental y central. Si es así, la Alianza de los partidos antieuropeos quizá no dure mucho y, si ha de durar, es probable que no sea muy importante.

Walter Laqueur, consejero del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos de Washington.

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