La carrera a cuatro bandas de Japón

La carrera a cuatro bandas de Japón
KIMIMASA MAYAMAPOOL/AFP via Getty Images

Hace un mes escribí que “a menos [el Primer Ministro japonés] Suga actúe con rapidez, se perderán más vidas y es posible que su propia posición política se convierta en otra víctima del virus”. Y eso fue lo que ocurrió.

El 3 de septiembre, Suga anunció que no buscará la reelección como presidente del Partido Liberal Democrático en sus elecciones internas del 29 de septiembre. Puesto que el PLD tiene mayoría en la Cámara de Representantes (en coalición con su aliado, el Partido Komei), su próximo líder se convertirá automáticamente en primer ministro. A las elecciones internas del PLD les seguirán las elecciones generales en octubre o noviembre, cuando termine el actual término parlamentario de cuatro años. Dado que lo más probable es que el PLD salga victorioso, el líder que elija este mes se convertirá en primer ministro en el próximo periodo.

El periodo de Suga como primer ministro habrá durado apenas cerca de un año. El anuncio de su partida generó un notable aumento en la bolsa de valores, en que el Nikkei 225 creció más de un 2% ese día y desde entonces ha mantenido la tendencia al alza. Con anterioridad, los mercados habían dado suficiente peso a la posibilidad de que Suga se mantuviera como un primer ministro débil y perdiera las elecciones generales de este otoño y las elecciones de la Cámara Alta en julio próximo. Ahora que se ha eliminado ese escenario, el mercado está teniendo una reacción positiva, a pesar de la incertidumbre sobre quién sucederá a Suga.

Suga sí intentó maniobrar para presentarse a la reelección, pero no encontró los apoyos suficientes. Su bajo nivel de aprobación (menos del 30%) había dejado preocupados a los miembros más jóvenes del PLD sobre si el partido lograría mantener su mayoría parlamentaria. Los miembros electoralmente más débiles y con menos experiencia en la Dieta (parlamento) estaban a la búsqueda de un líder más popular.

A medida que se hacía más evidente la vulnerabilidad de Suga, parlamentarios como Fumio Kishida y Sanae Takaichi decidieron entrar al ruedo, así como Taro Kono, un veterano reformista, tras conocerse la decisión. Y, en el último momento, Seiko Noda, ex ministra del interior y comunicaciones, también optó por competir.

Kishida, ministro de exteriores de Japón desde 2012 a 2017, es conocido por su agenda liberal. En su campaña a la presidencia del PLD abogó por abandonar las políticas neoliberales y llamó a un estímulo fiscal de “decenas de billones de yen” (100 yen equivale a cerca de $0,92). Argumenta que la redistribución hacia los hogares de menores ingresos generaría un crecimiento más sostenible y apoya duplicar los ingresos de personas en profesiones médicas, de cuidado infantil y cuidados de largo plazo.

Takaichi, ex ministra del interior y comunicaciones en el gobierno del ex Primer Ministro Shinzo Abe, tiene una reputación de ser más bien conservadora. Apoya revisar (o reinterpretar) la constitución para ampliar las competencias de las Fuerzas de Autodefensa, de modo que puedan atacar a un enemigo de manera preventiva, en vez de solo en respuesta a un ataque.

Su conservadurismo se extiende a las políticas sociales también. Por ejemplo, se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo, y que marido y mujer conserven sus apellidos de solteros. Sin embargo, en el frente económico resucitaría y mantendría las políticas fiscales y monetarias de la Abenomics, solo que con un nuevo nombre: Sanaenomics. Canalizando la Teoría Monetaria Moderna (TMM), favorece un aumento ilimitado del estímulo fiscal hasta que se alcance el objetivo inflacionario del 2%.

Kono, por su parte, actualmente está a cargo de la campaña de vacunación contra el COVID-19 del país, y con anterioridad fue ministro de asuntos exteriores desde 2017 a 2019 y ministro de defensa de 2019 a 2020. Es conocido como un reformador que no le teme a la resistencia burocrática. En su apuesta por la presidencia del PLD, se atribuyó el mérito por la aceleración de las vacunaciones tras una larga demora inicial, jactándose de haber logrado asegurar un suministro suficiente de dosis y haber establecido grandes espacios de vacunación. Si bien previamente se había mostrado como partidario de ir desmantelando gradualmente las plantas nucleares del país, parece haber cambiado a una opinión más moderada que permitiría que las plantas existentes reanuden o continúen su funcionamiento siguiendo estrictos estándares de seguridad.

En cuanto a su política económica, si bien Kono ha sugerido la idea de aplicar recortes tributarios corporativos para empresas que mantengan la proporción del ingreso de sus trabajadores por sobre un cierto nivel, no ha hecho propuestas específicas sobre medidas monetarias o fiscales. Al preguntársele su opinión sobre el estímulo fiscal, respondió que el destino de la inversión pública es tan importante como su monto, esquivando con ello la pregunta sobre los niveles de gasto. Aunque se lo considera una figura algo radical, su plataforma es relativamente moderada, para desilusión de sus partidarios más fieles.

De hecho, la candidatura de último minuto de Noda podría quitarle votos a Kono, ya que se basará en una plataforma centrada en la ayuda a las personas de menores ingresos y a los desprotegidos.

Ninguno de los candidatos cambiará las estrechas relaciones de Japón con sus aliados occidentales. Como el más “derechista” de los tres, el cultivo del apoyo entre los nacionalistas japoneses por parte de Takaichi probablemente alimentaría las tensiones con China. Ya ha visitado el santuario de Yasukuni, cuyo Libro de las Almas contiene los nombres de cerca de 1000 japoneses convictos por crímenes de guerra tras la Segunda Guerra Mundial.

Sobre la cuestión específica del estímulo fiscal, Takaichi, partidaria de la TMM, es la más ambiciosa, seguida de Kishida. Ninguno de los candidatos propone un cambio del marco de trabajo que establece objetivos inflacionarios o de la meta de un 2% de inflación del Banco de Japón.

Según la encuesta Nikkei más reciente, Kono lideraba con el 27% de apoyo, seguido de Shigeru Ishiba (17%), que tras ello se retiró de la contienda y le dio su respaldo. Después venían Kishida con un 14%, Takaichi con un 7% y Noda con un 2%.

En las elecciones internas del PLD participan tanto los afiliados al partido como los parlamentarios de la Dieta. En términos generales, los parlamentarios apoyan distintas facciones del partido, lo que da más incertidumbre a los resultados que lo que sugerirían las encuestas. Pero esta vez puede ser diferente. Con las elecciones generales a solo un mes, la popularidad de un candidato en las bases pesará fuertemente en las decisiones de los parlamentarios, lo que claramente convierte a Kono en el candidato con más posibilidades de ganar.

Takatoshi Ito, a former Japanese deputy vice minister of finance, is a professor at the School of International and Public Affairs at Columbia University and Senior Professor at the National Graduate Institute for Policy Studies in Tokyo. Traducido del inglés por David Meléndez Tormen.

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