La desaparición del libro

Una cosa de la que podemos estar seguros es de que el libro, tal como lo conocemos, va a desaparecer. Los libros, como género, están de camino a su descanso final, allí donde van todos los héroes muertos. La era de Gutenberg está llegando a su fin. Después de siglos de triunfo en que la palabra impresa cambió las civilizaciones, la combinación de tinta, papel y la producción en masa está siendo reemplazada. Yo soy una de las víctimas del proceso. Acabo de destruir 500 libros de la colección de mi biblioteca, una colección que he construido a lo largo de los años y cuya desaparición lamento profundamente. Ofrecí algunos de los libros a una biblioteca pública local, pero me dijeron que no estaban interesados.

¿Qué es este producto en el que nadie está interesado? ¿Y por qué ha sucedido esto? Desde 1995, cuando en una reunión de la UNESCO en París se decidió declarar la fecha del 23 de abril como Día Mundial del Libro, ha sido costumbre en unos 100 países celebrar dos temas importantes: la industria del libro y la importancia de la lectura. En Cataluña, una costumbre que se originó hace muy poco tiempo, alrededor de 1930, el Día del Libro se celebra regalando una rosa acompañada de un libro. Fue una idea romántica de hace una generación; hoy en día no tiene sentido, porque las rosas de invernadero perecen en un día y los libros pocas veces o nunca se leen.

Esto ocurre en parte porque, según un estudio sobre los adultos europeos realizado por la OCDE en 2013, España tiene una de las tasas más bajas de capacidad de lectura y matemática básica en Europa. Una baja tasa de lectura afecta a las ventas de libros. Los signos de la enfermedad son evidentes. La desaparición hace dos años de una de las mayores tiendas del mundo del libro, Borders, sacudió al público lector en EEUU. Waterstones, la mayor cadena de venta de libros en Reino Unido, está luchando para mantener las tiendas abiertas y ha anunciado el cierre de 60 sucursales. Ahora, la única tienda de libros grande que queda en EEUU, Barnes & Noble, también está amenazada por la extinción. ¿Qué les ha pasado a todas las personas que leían libros en papel? La librería más grande del mundo, Amazon, informó hace tres años que por primera vez las ventas de libros digitales eran superiores a las de los libros en papel. Los editores de todo el mundo consideran a Amazon como la mayor amenaza a su mercado de libros, ya que los ofrece a precios más bajos.

La verdadera amenaza que Amazon representa, sin embargo, no es la cuestión del precio, sino la cuestión del mercado de la publicación digital. En 2009 Barnes & Noble inventó una nueva ayuda con la que esperaba salvar el comercio de libros: un lector electrónico llamado Nook. Es significativo que el método para rescatar el libro en papel tenga que ser digital, porque esa es la dirección en que la marea está fluyendo. Nadie piensa que Barnes & Noble desaparezca de la noche a la mañana. La preocupación es que podría marchitarse lentamente a medida que más lectores abrazan los e-libros. Barnes & Noble logró recuperar el terreno con el lanzamiento del Nook, pero la persistencia del problema afloró en enero de este año, cuando la compañía anticipó que perdería aún más dinero en 2014 de lo que Wall Street esperaba.

La amenaza para el libro en papel, como demuestra la evidencia de Amazon, viene de la nueva tecnología. ¿Qué es lo que hace que el e-libro y el lector electrónico sean destructivos para el libro impreso? Un e-libro no pesa nada. No tiene existencia física, salvo como un archivo digital en un aparato electrónico. Uno puede llevar cientos de ellos en un pequeño e-tablet. Las tiendas que venden libros electrónicos no requieren espacio en las estanterías y se puede comprar un e-libro en cuestión de segundos desde la comodidad de tu sofá a través de internet. La cuestión del espacio es crucial: ya, algunas bibliotecas han dejado de comprar libros por falta de espacio, y están comprando digital en su lugar. Y todo lo que se podía hacer antes con un libro de papel ahora se puede hacer mucho más fácilmente con métodos digitales. Buscar, subrayar, anotar y copiar de un libro electrónico es fácil de realizar con un e-tablet. Notas electrónicas y citas de libros electrónicos son fácilmente disponibles en un e-tablet.

¿Significa esto que el libro impreso queda de repente obsoleto? Por supuesto que sí, pero eso no significa que vaya a dejar de existir. Muchas de las mejores cosas de la vida siguen siendo valoradas a pesar de que la tecnología las ha superado. Como saben los amantes de libros, un libro ofrece un contacto individual, otorga mayor comodidad, se puede leer en cualquier lugar sin la necesidad de baterías y se puede guardar de forma personalizada, en tu mesita de noche o en las estanterías de tu biblioteca.

Sin embargo, las ventajas de la tecnología son irresistibles. El proceso revolucionario mediante el cual todos los libros, viejos y nuevos, en todos los idiomas, pronto estarán disponibles en formato digital, prácticamente sin costo para el almacenamiento y la entrega, es irreversible. El sistema tecnológicamente obsoleto, en el que el inventario material se almacena en los depósitos de las editoriales y se transporta a los puntos de venta fijos, tarde o temprano será reemplazado por la alternativa digital más eficiente. Las librerías no desaparecerán, sino que harán uso de las tecnologías digitales para aumentar sus inventarios materiales y virtuales. Incluso los archivos están ofreciendo sus documentos a través de medios digitales, lo que representa un ahorro inmenso de dinero y tiempo para los investigadores que no tendrán que viajar por medio mundo para mirar un documento antiguo. Ya en las ciencias, muchos científicos trabajan enteramente con revistas electrónicas.

IRÓNICAMENTE, SON los países que no leen libros los que seguirán dando vida a los libros en papel. Tomemos como ejemplo el caso de España, donde según las estadísticas oficiales, uno de cada dos adultos nunca lee un libro, aun cuando haya una rosa para acompañarlo. La nueva tecnología digital se basa enteramente en internet para su actividad, pero España es el usuario que menos emplea la tecnología de internet en la Europa Occidental. A pesar de que la existencia del turismo ha alentado a algunas empresas a utilizar internet con el fin de conectar con clientes extranjeros, la mayoría de los españoles lo utilizan principalmente para comunicarse por teléfono, no para leer libros. En muchas partes de España, como en los alrededores de Barcelona, no hay internet o se ofrece a velocidades que son las más bajas y también las más caras de Europa. En la mayor parte de Europa oriental, la situación es aún peor. Por lo tanto, mientras la tecnología no esté disponible no habrá futuro para el e-libro, y los editores seguirán utilizando el papel para llegar a su público.

Todo el debate sobre el futuro del libro, sólo tiene sentido si tenemos en cuenta la tecnología del país en cuestión. Lo que es cierto para EEUU no puede ser cierto para España. Sin embargo, hay una consideración importante que es fácil de olvidar. En los últimos tres años, casi todo ha cambiado en el mercado digital, y los e-tablets de hace tres años ya se encuentran totalmente caducados. Eso no se puede decir del libro impreso, que se ha mantenido y ha mejorado su formato en los últimos 400 años. El libro sigue siendo el mismo. Tengo un pequeño libro que lleva la fecha de 1603 y que compré en Barcelona hace 30 años: sigue siendo tan bello como lo era entonces, y no tengo que actualizar sus dispositivos digitales para poder leerlo. Por el contrario, los lectores electrónicos de hoy estarán caducados el año que viene.

La tecnología devorará a sus propios hijos. El libro impreso será obsoleto, pero nunca morirá.

Henry Kamen es historiador. En junio, Yale University Press publicará su nuevo libro sobre la Inquisicion española.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *