La erupción en La Palma que los expertos supieron ver

Erupción volcánica en La Palma
Erupción volcánica en La Palma

Admiro el trabajo de los investigadores, geofísicos y vulcanólogos que han predicho la evolución del magma de este volcán. Por fin da sus frutos y se va a reconocer la investigación con mayúsculas. Antes de entrar en erupción, ya habían activado los protocolos establecidos en cada ámbito y, por ejemplo, se había iniciado el traslado de personas vulnerables.

En general, es muy difícil anticipar la fecha de una erupción volcánica. Hay precursores que nos indican que se reactiva una zona: sismicidad (terremotos), gases, cambios de temperatura y oscilaciones del nivel freático que nos pueden indicar que una cámara magmática está ascendiendo. Pero ¿decir cuándo saldrá la lava?

La semana pasada nos advirtieron de una erupción inminente, con el magna y terremotos cada vez más cerca, con deformaciones en el terreno, y hete ahí que esta mañana me llaman varios amigos y me dicen: “Luis, ¡saca un billete a La Palma!”. No soy vulcanólogo, soy ingeniero de minas y aficionado a recorrer volcanes por el mundo.

La erupción de este volcán, o más bien la actividad fisural de Cumbre Vieja, es la primera que tiene lugar en La Palma desde que en 1971 entrara en erupción el Teneguia.

Entonces la geofísica volcánica y vulcanología estaba naciendo en España y en el mundo. Por aquel entonces, un aventurero con escafandra plateada llamado Haroum Tazieff bajaba a los cráteres en erupción. Ahora tenemos sensores, drones y otras técnicas más aburridas, pero seguras. En la erupción del Teneguia los expertos españoles de entonces salieron con gran ilusión a estudiar y aprender de ese volcán. Hoy en día el estudio de los volcanes ha madurado, es multidisciplinar y en España (y en Canarias en particular) tenemos especialistas de primer nivel. Estamos en buenas manos, es una isla volcánica escrupulosamente monitorizada.

¿Qué riesgos hay, entonces? Bueno, primero distingamos entre riesgos y peligros. Hay un peligro volcánico que no es riesgo si no hay exposición a él. La erupción, según nos comentan, es de tipo estromboliano (llamado así por el Estrómboli, ubicado en Italia). Estas erupciones se caracterizan por una explosividad media- baja, a medio camino entre las erupciones ácidas muy explosivas (plineanas) y las hawaiianas fluidas. Son erupciones que combinan fases de expulsión de lava con cenizas, lapilli y fragmentos incandescentes (piroclastos) con vapor de agua y algunos gases.

La temperatura de la lava puede estar en torno a los 1100 grados y los 1200 grados, y dar lugar cuando se enfría a lo que en Canarias llaman un malpaís.

La lava tiende a seguir los barrancos y las vaguadas, descendiendo hacia el mar. Una vez que las primeras fuentes de lava dan lugar al flujo, es relativamente fácil predecir su itinerario. Las autoridades competentes y expertos delimitan las zonas de riesgo. Pueden producirse pequeños incendios. Y, aunque es muy espectacular y lo vemos en las películas, las coladas de lava son predecibles y es muy raro que supongan un riesgo para las personas.

Sí, pueden producir daños a las infraestructuras como sucedió en el Etna en 2001. Pero no suponen un riesgo para las personas si seguimos las indicaciones.

Los gases de la erupción pueden estar localizados en la zona de emisión y hay que extremar las precauciones. Los fragmentos incandescentes que son expulsados en las cercanías de las bocas eruptivas son muy peligrosos. Y las cenizas pueden afectar a las vías respiratorias. Ahí es importante seguir las directrices de los meteorólogos y, en caso de nubes que alcancen grandes alturas, pueden afectar al espacio aéreo. Con todo, no parece que se vaya a dar el caso.

Los movimientos del terreno y las posibles modificaciones de la topografía por coladas de lava y relieves nuevos no apuntan a que, en una erupción de estas características, puedan provocar grandes deslizamientos. Pero es importante estudiar todo esto en detalle conforme evolucione la erupción.

¿Cuánto durará la erupción? Es impredecible a estas alturas, de modo que vamos a estar atentos a la tasa eruptiva (la cantidad de lava que sale y a qué velocidad). Otro tema para analizar en los próximos días será la posible afección a los acuíferos. Pero será mejor que vayamos por partes y que los expertos nos guíen.

Luis Jordá Bordehore es profesor de ingeniería del terreno en la Universidad Politécnica de Madrid y autor de la guía Montañas de fuego. Rutas y paseos por volcanes de Europa (Desnivel).

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